Compra de aviones caza: improvisación

CIPOLLETTI

Argentina es un país donde las cosas no parecen tener techo o límite en cuanto a lo absurdo y disparatado que se pueda suponer.


Según informaciones periodísticas, Argentina está negociando con China y Pakistán la compra de 12 aviones caza JF-17 Thunder Block II por valor de 664 millones de dólares, para lo cual se ha destinado la partida de fondos en el presupuesto 2022 enviado por el Poder Ejecutivo al Congreso para su aprobación.


Teniendo en cuenta las dificultades financieras de nuestro país, las precariedades de nuestras fuerzas armadas y la ausencia de hipótesis de conflictos bélicos, no resultan claros ni justificados los motivos de esa compra que más resulta un acto improvisado y casi excéntrico que una decisión planificada en función de objetivos concretos de defensa de la soberanía nacional.


Como contratacara, la realidad nos muestra los incendios de bosques y praderas que el país sufre constantemente, en una magnitud tal que entre el año pasado y el presente se han consumido más de un millón de hectáreas con importantes pérdidas económicas y hasta de vidas humanas, situación que se agrava ante la falta de aviones anfibios que permitieran actuar con mayor eficacia para apagarlos, carencia que no parece resultar preocupante para el gobierno.


Para tener una idea de la disparatada situación, digamos que un avión anfibio Bombardier 415, Canadair CL que carga 7.500 lts de agua por segundo y larga 55.000 litros en una hora, cuesta 26 millones de dólares; es decir la mitad de uno de los 12 cazas que quiere comprar el presidente Fernández.


Es preciso señalar que esos aviones son usados eficazmente en Canadá, Italia, Francia, Grecia, Croacia, Marruecos, entre otros países, a los que esos incendios les preocupan porque afectan sus economías y la seguridad de sus habitantes.
Y en afán de comparar digamos que España, con una superficie de 500.000 kms2. para atender el fuego de los bosques, dispone de 25 aviones anfibios y nosotros con 2.780.400 km2, lo hacemos con aviones fumigadores alquilados, casi como tratar de apagarlos con una regadera de mano.


Y hablando de España, podríamos recordar aquel consejo que nos dejara en su visita el filósofo Ortega y Gasset: Argentinos, a las cosas… ¡Es decir, a las cosas importantes.

Carlos Segovia
DNI: 7.304.065


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