Condenan a casi seis años de prisión a De Vido por la tragedia de Once

Un tribunal oral federal lo halló culpable del delito de administración fraudulenta contra el Estado en la causa por la muerte de 52 personas en el 2012. Además, fue inhabilitado de por vida para cargos públicos. Es la primera condena contra el exministro, que cumple prisión preventiva por corrupción.

Unos 6 años, 7 meses y 20 días debieron luchar y esperar los familiares de las víctimas de Once para que fueran condenados todos los responsables de la tragedia ferroviaria que le costó la vida a 52 personas en 2012. Ayer, el ex ministro de Planificación, Julio De Vido, fue condenado a 5 años y 8 meses de prisión por el delito de administración fraudulenta en perjuicio de la administración pública e inhabilitado de por vida para ejercer cargos públicos. Es la primera condena para el ex funcionario, que ya se estaba detenido con prisión preventiva en otras causas de corrupción.

La querella había pedido 10 años de prisión por los delitos de administración fraudulenta y estrago culposo seguido de muerte. La fiscalía había pedido 10. El TOF 4, integrado por los jueces Pablo Bertuzzi, Néstor Costabel y Gabriela López Iñíguez , condenó al ex ministro por administración fraudulenta, pero lo absolvió por el delito de estrago. Los familiares ya advirtieron que apelarán esa decisión ante Casación.

También la defensa de De Vido apelará, pero enfrenta un mal antecedente: la Cámara confirmó en su momento las condenas de todos los juzgados en la primera parte del juicio, finalmente detenidos hace una semana, entre ellos el ex secretario de Transporte Juan Pablo Schiavi. Ayer, el tribunal además inhabilitó de por vida a al ex ministro para ejercer cargos públicos.

En un acto que los familiares de las víctimas calificaron de “cobarde”, De Vido pidió escuchar la sentencia por videoconferencia desde el penal de Marcos Paz, donde está detenido desde octubre de 2017. Desde allí también dio sus palabras finales, horas antes de que el tribunal leyera la condena: realizó una defensa más política que jurídica y acusó al gobierno: “Sé claramente dónde estoy y el motivo. Es una decisión política del presidente Macri”, dijo De Vido, que en una suerte de alegoría bíblica también se comparó con Jesús.

Los familiares se mostraron satisfechos. “Este humilde grupo de familiares, sin estructura política detrás sin negociar nuestra dignidad por plata, hemos logrado una condena histórica y ejemplar. De Vido es uno de los grandes culpables de la tragedia de Once”, dijo a la salida Paolo Menghini, padre de Lucas, una de las víctimas.

Dos juicios de

celeridad infrecuente

“Por arte de magia, o mejor dicho, por arte de Mauricio Macri estoy en el juicio, me hicieron entrar por la ventana. Él lo ordenó”.

“Las víctimas necesitan que hayan oídos para escuchar la verdad y que nadie se lave las manos. Sin justicia no habrá paz para ninguno”.

Julio De Vido,

exministro de
Planificación

“Escuchamos una condena histórica contra el casi intocable y todopoderoso ministro de Cristina Kirchner”.

“Este humilde grupo de familiares, sin negociar la dignidad, logramos una condena ejemplar. Argentina ahora es un país mejor”.

Paolo Menghini,

padre de Lucas Menghini Rey, víctima de Once

Datos

La tragedia de Once tuvo dos juicios: De Vido no había sido incluido en la primera investigación. El primer juicio concluyó el 29 de diciembre del 2015, justo después del cambio de gobierno. Había tenido una velocidad inédita para los estándares de la justicia argentina: en un año se cerró la instrucción y en menos de tres el proceso oral: fueron condenados, entre otros, el titular de TBA, Cirigliano, los ex secretarios de Transporte, Schiavi y Jaime, y el maquinista Marcos Córdoba. Pero, entre apelaciones y recursos, hubo que esperar otros tres años para las detenciones.
En septiembre del 2016 De Vido fue enviado al juicio oral, que recién comenzó un año más tarde. Ayer fue condenado.
“Por arte de magia, o mejor dicho, por arte de Mauricio Macri estoy en el juicio, me hicieron entrar por la ventana. Él lo ordenó”.
“Las víctimas necesitan que hayan oídos para escuchar la verdad y que nadie se lave las manos. Sin justicia no habrá paz para ninguno”.
“Escuchamos una condena histórica contra el casi intocable y todopoderoso ministro de Cristina Kirchner”.
“Este humilde grupo de familiares, sin negociar la dignidad, logramos una condena ejemplar. Argentina ahora es un país mejor”.

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