Conectividad en Bariloche: prestaciones deficientes y quejas continuas

El teletrabajo, las clases virtuales, la cuarentena hicieron explotar la demanda de internet en todo lados, pero a Bariloche el fenómeno la encontró con una infraestructura que no está a la altura.

Las nuevas modalidades de consumo y los cambios drásticos en la vida cotidiana derivados de la reclusión hogareña del último año y medio provocaron crujidos en todos los servicios públicos de Bariloche. Pero las que resultaron más afectadas -por lejos- son las redes de telecomunicaciones.

La infraestructura instalada para la provisión de internet no tardó en colapsar cuando miles de personas se volcaron en forma simultánea al teletrabajo y demandaron conectividad urgente para seguir clases a distancia. También el tráfico de materiales cada vez más “pesados” y la explosión de consumos culturales en todas las variantes del streaming, que antes eran una rareza y hoy forman parte del día a día de cualquier familia, tensaron al máximo el sistema.

En Bariloche la cobertura de internet enfrenta los mismos problemas que en otras localidades de tamaño similar, pero agravados por su particular geografía, que impide llegar con la calidad suficiente a los barrios aislados por cerros o por bosques que entorpecen los enlaces.

El director municipal de Tecnología, Juan López Martí, explicó que antes de la pandemia una proporción grande de la población solo tenía internet provisto por telefonía móvil, más caro y limitado. Pero desde el año pasado se multiplicó en un lapso muy breve la demanda de conexiones domiciliarias fijas y las empresa prestadoras no dan abasto.

Dijo que los tendidos por fibra o cable “son caros y no llegan a todos lados”. Según indicó, la situación es “crítica” porque el servicio es requerido “por los chicos que lo necesitan para mantener su escolaridad, porque crecieron las redes de empresas y organismos y también porque se multiplicaron las ventanillas virtuales”.

Con la notebook al hombro. Quienes necesitan trabajar y conectarse lo hacen hasta en las cafeterías. Foto: Alfredo Leiva

La realidad es que hoy el servicio pasó a ser indispensable para obtener un simple turno en el hospital, para realizar consultas de cualquier tipo, para los vínculos sociales e incluso para realizar compras básicas sin salir del hogar.

Daniel González, gerente de la prestadora Baritel, dijo que la “explosión” registrada supera todo lo proyectado porque “la vida entera se virtualizó”. Y no solo aumentó el número de clientes interesados sino el “ancho de banda” requerido. Si el proveedor no lo satisface, se producen caídas masivas del servicio y crece el enojo.

“En este momento la demanda nos ha excedido a todos -aseguró González-. Yo tengo clientes en barrios del Alto que llevan tres meses en espera para acceder al servicio. Gente que está casi desesperada, que se ponen a llorar en el teléfono”.

Hay casos con esperas todavía mayores, o barrios donde es imposible dar respuesta, hasta que no se amplíe la infraestructura. Algunos solicitantes, para conmover a los empleados que les dicen que no hay nuevas conexiones disponibles, les responden con culpa que “no es para ver Netflix” que la necesitan, sino “para que los chicos no pierdan la escolaridad”.

Variedad, poca calidad


En Bariloche hay un mapa muy variado de prestadores. Los más importantes son Telefónica, Telecom y la Cooperativa de Electricidad, que es la dueña de los postes, codiciados por todos. Por debajo el abanico se abre en varias empresas más chicas como Quasar, Barinet, Net Patagon, Baritel, Wireless y la estatal Altec, que abastece a escuelas y organismos del Estado.

Antes de la pandemia la mayoría se manejaba con la conectividad del celular. Ahora hay más demanda de la red domiciliaria. Foto: Alfredo Leiva

Muchas de ellas le compran provisión mayorista a la estatal Arsat, que cuenta con una red de fibra óptica de 33.000 kilómetros con cobertura en todo el país. Otra empresa privada que también opera como “carrier” es Silica Networks.

A pesar de esa variedad, la competencia no es tal y muchas zonas de la ciudad padecen servicios malos o inexistentes.

González dijo que el oeste, más allá del kilómetro 9 (hasta donde llega la CEB) es un sector crítico. Lo mismo que Villa Los Coihues, Villa Lago Gutiérrez e incluso algunos barrios céntricos como las 150 Viviendas (junto al arroyo Ñireco), que tiene pésimo internet porque está “en un pozo”, según los técnicos que acuden ante los repetidos llamados de los usuarios.

El este en general está bien servido, con fibra óptica hasta Dina Huapi.

El servicio pasó a ser indispensable y abundan las familias que por el codiciado servicio están dispuestas a pagar bastante más de lo que cuesta la luz, el agua, el gas, la telefonía e incluso la tevé por cable. Un abono mínimo de 5 “megas” no se consigue por menos de 1.500 pesos y según la zona y las dificultades de abastecimiento puede costar más del doble. Por 10 megas llegan a facturarse 7.000 pesos en algunos barrios.

El coordinador general de Altec, Javier Conti, dijo que los costos de fibra, antenas y otros equipos están dolarizados, “pero tienden a bajar, es lo que pasa en todo el mundo”. Aun así las empresas no son proclives a arriesgar con nuevas inversiones, y menos aun mientras se mantenga en vigencia un decreto nacional del año pasado congeló las tarifas.

Conti explicó que la fibra óptica es la tecnología más confiable y donde no hay se usa enlace inalámbrico, que tiene problemas por la presencia de árboles, elevaciones del terreno y otros obstáculos. También el servicio falla porque la capacidad contratada queda chica y no resiste varias conexiones simultáneas.

“Para mí es un servicio público y debe ser tratado así -afirmó Conti-. Pero tiene una complejidad mucho mayor que cualquier otro. Por un cablecito muy delgado pasan muchísimos negocios y es muy complicado regularlo desde el Estado. Hasta ahora no apareció la claridad necesaria en este tema”.

Para peor, en Bariloche juegan en contra otros factores como un litigio legal irresuelto entre Telefónica y la Cooperativa y una ordenanza que obliga a soterrar todo nuevo cableado para la prestación de servicios, al menos en la zona céntrica, lo cual multiplica los costos por cuatro.

Terminología


La calidad y alcance del servicio de internet pasó a ser tema diario de conversación en círculos de amigos y parientes. Incluso hay una jerga que ya empezó a desbordar el círculo estrecho de los especialistas y cada vez más gente entiende cuando escucha hablar de empresas “telco” (por telecomunicaciones), de ISP (por Internet Service Provider) o de IXP (por Internet Exchange Point) que son los nodos de intercambio de prestadores para simplificar el tráfico.

El delegado regional del Ente Nacional de Comunicaciones, Fernando Núñez, admitió que existe en Bariloche “un conflicto muy grande con la conectividad” y exhortó a los usuarios con quejas a que acudan a ese organismo. En la página oficial del Enacom hay una solapa de “trámites a distancia”, donde pueden efectuar su denuncia y generar un expediente, que es indispensable para actuar contra las prestadoras y, llegado el caso, imponerles sanciones.

“Si se quejan solo ante la empresa lo más probable es que no tengan solución, deben recurrir al Enacom”, señaló Núñez.


El malestar llegó al Concejo Municipal


La comisión de Gobierno y Legales del Concejo Municipal abordó los problemas con la provisión de internet en su reunión de esta semana, a partir de un planteo realizado por la junta vecinal del barrio Calfu Ruca.

La dirigente Daniela Gaspar le dijo a este diario que hace 20 años tienen el servicio de Telefónica y que “es muy deficiente”, ya que registra cortes continuos en las horas pico y no resiste más de un usuario simultáneo por vivienda.

“Iniciamos un expediente en el Enacom y también pedimos que intervenga el municipio”, dijo Gaspar. Señaló que suelen recibir llamados con promociones desde Buenos Aires, con planes de “más megas”, pero los técnicos les advierten que no contraten.


Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios