Conmoción por ataque al Parlamento de Canadá

Había un alerta por ataques terroristas, aunque no se confirmó que así fuera.

AP

Uno de los dos heridos durante el ataque en Ottawa es trasladado.

OTTAWA.- Un agresor armado con un pañuelo sobre su rostro mató a balazos ayer a un soldado canadiense que hacía guardia en un monumento en honor a los caídos en la guerra, y después atacó el Parlamento en una ráfaga de disparos antes de caer abatido por el encargado de la seguridad legislativa, dijeron testigos y autoridades. La violencia provocó de inmediato preocupaciones de que se tratara de un ataque terrorista coordinado, y Canadá ya estaba en alerta debido a un incidente a principios de la semana en que dos soldados fueron atropellados por un hombre que según la policía estaba lleno de fervor musulmán radical. “Hoy es un día triste y trágico para nuestra ciudad y nuestro país’’, dijo el alcalde de Ottawa, Jim Watson, al tiempo que agregó que se trata de una tragedia con “orígenes que todavía no conocemos completamente”. Funcionarios identificaron al atacante como Michael Zehaf-Bibeau, de 32 años, pero no dieron de inmediato detalles sobre sus antecedentes. La policía canadiense declinó especular sobre el móvil del tiroteo. En las primeras horas posteriores a las balaceras, la policía dijo que hasta otros dos atacantes armados podrían estar implicados. Pero a medida que pasaron las horas, el cordón policial alrededor del Parlamento se relajó, los empleados pudieron regresar a sus hogares y el sentido de urgencia pareció desvanecerse. Testigos dijeron que el soldado fue abatido a quemarropa a eso de las 10 de la mañana por un hombre con un fusil y vestido todo de negro, con el rostro cubierto. Agregaron que el atacante pareció levantar sus brazos en señal de triunfo y luego entró corriendo al Parlamento, ubicado a unos cientos de metros de distancia, donde se escucharon numerosos disparos. La gente huyó del edificio legislativo valiéndose del andamiaje que había sido montado para hacer renovaciones en la fachada, mientras que otros buscaron refugio en el interior, asegurando las puertas con sillas. A su vez, policías armados con fusiles y chalecos antibalas tomaron posiciones alrededor del edificio y acordonaron las normalmente atestadas calles alrededor del Parlamento. En Twitter el ministro de Justicia y otros funcionarios dieron crédito a Kevin Vickers, el sargento de armas o jefe de la seguridad parlamentaria, de haber baleado al atacante. Vickers, de 58 años, cumple un papel en gran medida ceremonial en la Cámara de los Comunes, lleva un cetro y viste una toga verde, guantes blancos y un sombrero alto imperial. El Hospital Ottawa informó que había recibido a dos pacientes, ambos en estado estable, además del soldado. En Washington, el presidente Barack Obama condenó los hechos, calificándolos de “indignantes”. El ataque se produjo dos días después que un converso reciente al islam atropelló con un vehículo en Quebec a dos soldados canadienses, uno de los cuales murió. El individuo, que fue muerto a tiros por la policía, estaba en el radar de las autoridades federales, que temían sus intenciones yihadistas y confiscaron su pasaporte cuando trató de viajar a Turquía. Canadá elevó su alerta de terrorismo de bajo a medio el martes debido a “un incremento en las conversaciones de organizaciones radicales islamistas”, dijo Jean Christophe La Rue, vocero del Ministerio de Seguridad Pública. Las autoridades cancelaron dos actos en Toronto donde se haría un homenaje a la joven paquistaní Malala Yousafzai, ganadora del premio Nobel de la Paz. (AP)

EL MUNDO


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