Conocé al neuquino que lidera los avances sobre el VIH

Andrés Finzi, que está al frente de un equipo canadiense, descubrió qué forma adopta el virus cuando expone sus partes vulnerables al sistema inmunitario. Aunque se sigue lejos de la cura, esto implica un importante paso contra la enfermedad.

Andrés Finzi, es neuquino y posee una larga trayectoria académica y profesional investigando el virus del SIDA.

En 2015 él y su equipo hicieron una gran descubrimiento que abrió la posibilidad de obtener en un futuro una vacuna preventiva o una nueva forma de tratamiento para los enfermos.

Ahora, pocos días atrás, un equipo liderado por él y conformado por invesigadores del Centro de Investigación del Hospital de la Universidad de Montreal en Canadá, la Escuela de Medicina de la Universidad de Tufts en Estados Unidos y la Universidad de Melbourne en Australia presentaron un nuevo avance en la lucha contra el virus mortal.

“Un celula infectada es una fábrica que genera miles de partículas virales. Nosotros, lo que queremos es eliminar esa célula infectada. El problema es que esa célula está completamente invisible para el sistema inmunitario por muchísimos motivos”, comenzó explicando didácticamente el científico que desde muy chico se interesó, gracias a su madre, en estudiar el VIH.

“Nosotros descubrimos (en 2015) uno de esos motivos y es que la envoltura del virus está cerrada, entonces cuando la envoltura está cerrada es como que la célula se pone la capa de invisibilidad de Harry Potter. Nosotros le sacamos la capa, agregamos una pequeña molécula que es como un abrelatas molecular y cuando hacemos eso es como que le sacamos la capa; es como que la envoltura se abre y cuando se abre, los anticuerpos que han sido generados durante la infección pueden reconocer a la envoltura abierta y pueden eliminar a la célula infectada”.

Y siguió: “Nosotros sabíamos que cuando hacíamos eso funcionaba pero queríamos saber por qué funciona, qué forma tiene la envoltura, qué forma tiene esta latita cuando la abrimos. La pregunta es bastante simple en realidad, porque se sabía que la envoltura viral del virus del SIDA podía tener tres formas: la forma 1, la forma 2 y la forma 3”.

“Pero la respuesta es ninguna. No es la 1, ni la 2, ni la 3, es una cuarta forma, es una forma que nunca se había visto porque el virus no la quiere mostrar. La llamamos la forma 2A porque deriva de la forma 2 del virus y A porque cuando el virus está estabilizado en esta forma se expone a respuesta inmunitarias como la respuesta del tipo ADCC”, detalló Finzi, en lenguaje coloquial, sobre el nuevo descubrimiento publicado en la prestigiosa revista “Cell Host & Microbe”.

“Este descubrimiento que hemos hecho es que mostramos que el virus puede tomar una cuarta forma y que cuando toma esa cuarta forma al virus no le gusta para nada porque puede ser eliminado de forma muy eficaz”, resumió el neuquino que realizó toda su carrera académica en Canadá yEstados Unidos.

“Lo que estamos haciendo ahora es ver si podemos estabilizar esa forma en vivo, es decir en animales, para ver si esto que descubrimos funciona en un contexto de infección, porque por ahora todo lo que vinimos haciendo, lo hicimos in vitro, en el laboratorio”, confió Finzi sobre los próximos pasos que dará con su equipo de investigación.

“Ahora obtuvimos nuevo financiamiento para ver si esto funciona en animales, que es la etapa previa, capaz, si todo va bien, algún día ir hacia humanos”, señaló.

“No quiere decir que esto va a terminar dando una cura. Capaz, en el mejor de los casos, esto sería un tratamiento complementario”,

advirtió cuidadosamente el doctor y científico neuquino, Andrés Finzi.

Claro que todo avance al respecto ilusiona con una posible cura o, al menos, un tratamiento más intenso. Sin embargo, Finzi prefiere ser cauteloso y no generar falsas expectativas.

“Hay tantas etapas para pasar que en realidad es una estrategia que va en el ámbito de cura viral, pero está tan lejos que yo siempre trato de evitar decirlo porque la última vez recibí cientos de mails de gente dispuesta a venir a Montreal para que le demos la molécula y eso no es posible”, contó el neuquino que con 17 años dejó la ciudad para realizar un intercambio y que, por amor, se radicó en tierras canadienses.

Y siguó: “Es una estrategia que si alguna vez funciona bien en animales capaz podría aplicarse en humanos pero eso tampoco quiere decir que esto va a terminar dando una cura, capaz, en el mejor de los casos, esto sería un tratamiento complementario”.

“La ciencia es buena, tiene potencial, pero decir que es una forma de cura, es un poco fuerte”, cerró Finzi.

Los pasos de Finzi en el mundo académico y científico

  • 1998-2001: Licenciatura en Biología (especialización en Microbiología e inmunología), Universidad de Montréal, Montreal, Québec, Canadá.
  • 2001-2003: Maestría en Microbiología e Inmunología (transfert to PhD), Universidad de Montréal, Montreal, Québec, Canadá.
  • 2003-2007: Doctorado (PhD) en Virologia e Inmunología, Universidad de Montréal, Montreal, Québec, Canadá.
  • 2007-2011: Postdoctorado en Virologia, Dana-Farber Cancer Institute, Harvard, Boston, Massachussetts, USA.
  • 2011-2017: Prof. Adjunto, Universidad de Montréal, Montreal, Québec, Canadá.
  • 2017 a la actualidad: Profesor Asociado, Universidad de Montréal, Montreal, Québec, Canadá.
  • Desde el 2014: posee la “Canada Research Chair on Retroviral Entry”.


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