Crece el malestar interno con el juez del escándalo en el híper de Neuquén

Recién el lunes se resolverá quién sigue al frente de la causa, aunque se prevé que presentará nuevos obstáculos para dilatar la audiencia.

El juez Diego Piedrabuena, involucrado en un bochornoso incidente en un hipermercado el 12 de diciembre pasado, subió un escandalón más ayer al concurrir a trabajar como si nada pasara. El martes desoyó un llamado de la Oficina Judicial y no se presentó a la audiencia de formulación de cargos en su contra, en la que sus abogados defensores se cansaron de interponer recursos hasta que lograron suspender el trámite.

El faltazo de Piedrabuena a la audiencia propia y su presentación a trabajar normalmente ayer provocó un profundo malestar entre sus colegas del Colegio de Jueces de la capital, los del interior, y los del Tribunal de Impugnación.

“No presentarse a la audiencia fue una pésima estrategia de defensa. Nos deja mal a todos. En vez de dar la cara, se escondió”, opinó una de las fuentes consultadas por Río Negro.

“Ayer (por el martes) cuestionó el sistema que él mismo estuvo aplicando hoy”, fue otra de las lecturas que hicieron los magistrados neuquinos.

“¿Cómo va a declarar la rebeldía de un imputado que no se presenta a una citación, si él tampoco lo hace?”, se preguntaron.

También recordaron que en una audiencia en febrero pasado, se enojó porque lo recusaron y trató de “pelotudo” al fiscal, mientras que a la defensora del Niño la amenazó con iniciarle una querella por calumnias e injurias. “No sabés dónde te estás metiendo”, le advirtió. Por ese motivo, tiene un presumario abierto. El otro es porque insultó a una jueza Penal del Niño, y el tercero lo abrieron por los incidentes en el híper.

Ayer, Piedrabuena recusó a la jueza asignada a su caso, Patricia Lupica Cristo. El martes lo había hecho su abogado particular, Francisco Oneto, quien alegó “temor de parcialidad”.

La magistrada de Cutral Co todavía no resolvió si acepta o no el pedido de apartamiento. La próxima audiencia será el lunes 28 con otro juez, Leandro Nieves, de Chos Malal.

Los nueve jueces y juezas de Neuquén capital se excusaron de intervenir. Ninguno dijo que lo hacía por amistad, y sólo uno mencionó que compartía con Piedrabuena actividades fuera del horario de trabajo.


Jueces quemados


En la jerga, la estrategia de Piedrabuena es «quemar» jueces.

Lupica Cristo y Nieves quedarán fuera de carrera pronto, y quedan pocos más en el interior en condiciones de asumir en el caso. Después les tocará el turno a los integrantes del Tribunal de Impugnación, pero se descuenta que el magistrado recusará a los que no se excusen.

La defensa del juez, quien presume de sus supuestos contactos en la Legislatura y en el Poder Ejecutivo, se despliega con más intensidad fuera que dentro del legajo.

Mientras se ausenta de las audiencias y recusa a la jueza, postea en las redes sociales sobre su caso para mediatizarlo, tanto en cuentas propias como en otras creadas para difundir su postura.

Además, envía mensajes y videos a los vocales del Tribunal Superior de Justicia con su versión de los hechos.

Es una movida audaz, cuyo objetivo no está claro. ¿Quiere «quemarlos» a ellos también?


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