Crimen de Padilla: “Viuda negra” beneficiada y en libertad

Se le revocó la prisión preventiva. Las dos acusadas están en la calle. Fueron condenadas por el crimen de Fernando Padilla. Son seis los culpables liberados y crece la polémica en Neuquén.

NEUQUÉN

NEUQUÉN (AN).- El Tribunal de Impugnación revocó la prisión preventiva de Silvina Turra, declarada culpable por un jurado popular junto a Eugenia Nahuel del asesinato de Fernando Padilla, ocurrido en Centenario el 24 de enero de 2014.

De esta forma, las dos mujeres del caso denominado “las viudas negras” recuperaron la libertad pues se cumplió el plazo máximo de un año de detención previsto en el Código Procesal Penal.

Se trata de la sexta liberación de un culpable que se produce en los últimos días en Neuquén.

Como en los casos anteriores, y para alimentar la polémica, Nahuel recibió el beneficio al cumplirse el plazo límite de la prisión preventiva, que prevé el nuevo Código Procesal Penal.

Las imputadas fueron declaradas culpables por el homicidio en ocasión de robo el 4 de diciembre de 2014. El veredicto del tribunal popular fue unánime. Hoy se realizará la audiencia para la determinación de la pena (juicio de cesura), cuya escala va de 10 a 25 años.

Nahuel fue dejada en libertad el martes 10 de marzo. Los jueces Mario Rodríguez Gómez, Héctor Dedominichi y Alfredo Elosu Larumbe entendieron que el plazo fatal de un año, tal y como sostuvo el defensor Gustavo Vitale, estaba vencido. El abogado querellante Juan Coto, que representa a la familia de la víctima, reconoció que debía cesar la prisión preventiva.

La única oposición la planteó la fiscalía, que presentó una impugnación extraordinaria. El tribunal integrado por Rodríguez Gómez, Dedominichi y Fernando Zvilling dispuso el miércoles 18 de marzo hacer extensiva la resolución de Nahuel a Turra, ya que el código establece que cuando existan coimputados “la impugnación interpuesta por uno de ellos favorecerá también a los demás”.

Según la acusación fiscal las imputadas salieron juntas desde un inquilinato hasta la casa de Padilla. Como lo conocían ingresaron a la vivienda sin que él se resistiera. Lo atacaron a golpes, lo ataron y le dieron ocho puñaladas con un arma blanca. Le sustrajeron bienes y huyeron.


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