Crisis del transporte: acordaron una tregua de 9 días

El Ejecutivo municipal, la UTA y la empresa Mi Bus evaluarán hasta el 22 de febrero alternativas para una solución de fondo al problema. La clave es buscar opciones para cubrir los fondos que eliminó Nación al quitar los subsidios.

En la búsqueda de una salida “de fondo” que garantice la continuidad del servicio de transporte, el gobierno municipal, la empresa concesionaria Mi Bus y el gremio UTA acordaron hoy jueves una tregua hasta el viernes 22 de febrero y se comprometieron a trabajar bajo el formato de “mesa tripartita” para evaluar sustitutos del subsidio que retiró el gobierno nacional.

Uno de los socios propietarios de la empresa, José Cano, llegó especialmente desde San Juan para encabezar la negociación y se reunió por la mañana con el intendente Gustavo Gennuso. Lo acompañaron un contador y un abogado.

A primera hora de la tarde hubo otro encuentro del que participó también la UTA. A los dirigentes locales se sumó Jorge Kiener, secretario de Interior de UTA nacional, quien explicó luego que “el problema es el mismo en todo el país” desde que la Nación decidió suprimir los subsidios. En el caso de Bariloche esa suma rondaba los 16 millones de pesos por mes.

“Hay que ver cómo se rearma ésto con un jugador menos”, dijo el dirigente gremial. Señaló que el aporte de UTA será evitar nuevas medidas durante la próxima semana y “buscar alternativas para bajar el déficit” que genera la cobertura parcial de los subsidios.

Entre provincia y municipio se comprometieron a aportar 9,5 millones de pesos y el jefe de Gabinete Marcos Barberis dijo que Nación librará otra partida de 2,5 millones, que todavía no envió porque “está en Legales del ministerio de Transporte”.

Aun así, faltarían entre 4 y 5 millones. Tanto el funcionario municipal como un vocero de la empresa indicaron que una opción es reorganizar el servicio y optimizar el gasto.

Barberis dijo que convocaron a la UTA para que aporte en ese sentido. “No es porque vaya a haber una flexibilización laboral ni nada de eso, pero hay cuestiones para ordenar -explicó-. Ellos tienen por ejemplo un ausentismo laboral alto y eso genera más costos”.

Si la ecuación económica no cierra la empresa advirtió que volverá a pagar los sueldos en cuotas y los trabajadores responderían otra vez con un paro. “No sé qué va a pasar, faltan 20 días para pagar los sueldos de febrero y no se pueden hacer adivinanzas -afirmó Barberis-. Todos nos fuimos con tareas para el hogar”.

Revisar variables

El abogado de Mi Bus Ignacio Gigena dijo al cabo de la maratón de reuniones que “el transporte es algo complejo, que tiene muchas variables y habrá que revisar una por una para ver cómo se resuelve el recurso faltante”. Enumeró por ejemplo el gasto en combustible, la cantidad de kilómetros recorridos, las frecuencias, el costo en personal, las cuotas de pago de los colectivos y el precio del boleto “que incluye una tarifa plana y varios beneficios, como el que reciben los estudiantes o las fuerzas de seguridad”.

Explicó que algunas líneas que cubre Mi Bus tienen IPK (índice pasajero por kilómetro) muy bajo y en esos casos podría haber una corrección de frecuencias para “hacerlo más eficiente”. Gigena dijo que se volverán a reunir el miércoles.

Los trabajadores mantuvieron hoy desde las 16 una asamblea informativa que paralizó el servicio por un par de horas.

El dirigente nacional de UTA que viajó por el conflicto dijo que “hasta 2002 el transporte en todo el país se manejaba sólo con los ingresos y no había subsidios”, de modo que no sería imposible volver a ese esquema. Pero aclaró que la constante en aquel tiempo era que “el boleto costaba alrededor de un dólar, como un café o un diario”.