“Ego”: entre el teatro y el cine de ciencia ficción

Una puesta en escena muy ambiciosa, que empezó a idearse entre Cipolletti y Mar del Plata, en pocos días se estrenará en Buenos Aires. Varias formas de teatro se juntan con el cine y lo audiovisual para lograr una potente experiencia multisensorial.

“Los textos empiezan siendo muy infantiles, y termina todo en una debacle”, presagia Mariano.
José Carballo

Una sociedad virtuosa

Mariano y Bruno se conocieron formando parte de Fuerza Bruta.
José Carballo

Actores colgados de estructuras, sumergidos en líquidos que reaccionan al movimiento, y músicos tocando en vivo.
Lucas Casas

Amor crudo

Según sus autores, “Ego” cuenta una historia de amor.
José Carballo

La compañía Absoluto convocó a una buena parte del equipo de Fuerza Bruta, buscando nutrirse de actores y actrices, asistentes y técnicos.

Una puesta en escena multidisciplinaria

Busca generar contradicciones, entre el amor y la tristeza, tocando fibras muy sensibles.
José Carballo

Los que hacen

Dirección: Bruno López Aragón y Mariano Panelo.

Actúan: Bruno López Aragón, Mariano Panelo, Laura Belén Mazzola, Ximena Tamara Pinto.

Música en vivo: Melina Andrea Seoane y José Temprana.

Composición musical: José Temprana.

Composición de música original: Franco Niella.

Colaboradores: infinitos.

“Buscamos que no sepas si estás mirando una película o teatro. Que ni te lo puedas preguntar porque rompe las reglas establecidas de todos los formatos”.

“Con textos que empiezan siendo muy infantiles, termina todo en una debacle. Realmente termina todo muy mal”,

revela Mariano Panelo acerca de “Ego”.

Datos

La compañía Absoluto convocó a una buena parte del equipo de Fuerza Bruta, buscando nutrirse de actores y actrices, asistentes y técnicos.
“La estética es cinematográfica, pero el lugar es un teatro”, revela Mariano Panelo. A su vez, los actores se cuelgan de arneses y suben a estructuras que suben y bajan, y se ponen en juego además sustancias, como por ejemplo un líquido que se mueve con las vibraciones, entre otras cosas que suceden en paralelo.
Por otra parte, la iluminación y el sonido son muy teatrales y generan realidades apuntando a ese ámbito, pero en varias escenas se utilizan recursos audiovisuales del cine con relatos susurrados y luces puntuales.
“Es un delirio que va de cero a cien”, se ríe y reconoce que se trata de “una osadía”. Con escaladores que trabajan con seguridad en altura, muchas estructuras y un escenario más que jugado.
“Buscamos que no sepas si estás mirando una película o teatro. Que ni te lo puedas preguntar porque rompe las reglas establecidas de todos los formatos”.
“Con textos que empiezan siendo muy infantiles, termina todo en una debacle. Realmente termina todo muy mal”,

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