“De la indiferencia a la trascendencia”

Un suboficial del Ejército murió el pasado 14 de enero en la base Esperanza de la Antártida a raíz de una explosión, ocasionada por restos de material inflamable. Se trata del suboficial Alberto Ramírez, de 39 años, quien antes de ser destinado a su destino antártico prestó servicios en el Regimiento de Infantería Mecanizado 12, con asiento en Toay, La Pampa. La noticia no atrapó el interés de ningún medio. Ha muerto un militar Argentino, un hombre que, por un llamado especial, dedicaba su vida a defender nuestra soberanía, nuestra patria, la paz. Ha fallecido en un acto de servicio. En tiempos de un materialismo radical y consumismo salvaje que han ofuscado nuestra capacidad de razonar y observar los acontecimientos, alguien puede equivocadamente pensar que este suboficial se encontraba en la Antártida atraído por un salario o beneficios materiales, por eso creo que convendría recordar lo que significa la vocación. La vocación militar alberga tres latidos de amor en el corazón del soldado: familia, patria y Dios. Amor de la familia y los amigos porque su sacrificio es nuestro motor emocional. Amor a la patria, a la que se sirve hasta la muerte. Y, en tercer lugar, en palabras del legionario romano Virgilio, amor a los dioses, que hace que el amor a la familia y a la patria trascienda lo terreno llevando a Dios. Amor a la familia, a la patria y a Dios, lo que hoy sigue palpitando en el pecho de nuestros soldados junto a nuestra bandera. Debo agregar también que el suboficial fallecido, además de las obligaciones propias de la misión antártica, era ministro extraordinario de la comunión, designado para la atención de la capilla de la base durante la campaña de invierno 2014. Es decir, era el encargado de administrar a sus camaradas lo que por fe aseguramos que es nuestra garantía de salvación. “El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día” (Jn 6, 51-58). Deben sentirse orgullosos quienes fueron y son sus familiares. Debemos sentirnos agradecidos y comprometidos quienes somos sus compatriotas. Rogamos para que el Señor conceda fortaleza a su familia y encuentren en el cristiano consuelo. Suboficial Alberto Ramírez, en su honor resuenen estos versos en el cielo: “Y si la muerte quiebra tu vida, al frío de una madrugada, perdurará tu nombre, entre los héroes de la patria amada”. Gustavo López DNI 12.711.568 – Neuquén

Gustavo López DNI 12 711 568 – Neuquén


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