¿Han aumentado los problemas de salud mental?

La soledad, el miedo a la infección, el sufrimiento y la muerte para uno o para uno de los seres queridos, además de las preocupaciones financieras, se mencionan como factores estresantes.

Gabriel Kunst *


Cuál es la situación presente en términos de Salud Mental en nuestra población? De dónde venimos y dónde estamos? Cómo y cuánto nos afectó la pandemia que nos ha tocado vivir recientemente?. En el año 2018 se realizó en nuestro país el primer estudio epidemiológico que aportó datos oficiales de prevalencias poblacionales de los diferentes problemas de Salud Mental, pero hoy nos estamos preguntando si siguen aún vigentes. Se percibe, al menos en lo referente a las problemáticas de ansiedad y depresión, un fuerte y sostenido incremento

En la ciudad de Buenos Aires, una de las capitales mundiales con mayor densidad de profesionales de la Salud Mental, no hay turnos disponibles entre los profesionales de la salud mental, o al menos resulta bastante difícil conseguirlos. Realizar una derivación para atención de Salud Mental se ha complejizado de manera significativa, y esta experiencia involucra , no solamente a los psiquiatras y psicólogos, sino también al resto de los profesionales, como terapistas ocupacionales, acompañantes terapéuticos etc. Las evidencias anecdóticas junto a algunos papers que han comenzado a publicarse recientemente refieren, también, una situación de cansancio y estrés a la salida de el esfuerzo realizado en épocas de Covid. La misma evidencia anecdótica describe un aumento de la prescripción de fármacos ansiolíticos y antidepresivos en los comentarios y relatos de pasillo de los colegas psiquiatras

Desde la OMS nos llega , información, por cierto, alarmante. “La pandemia permitió ver una ola de suicidios muy empeorada por la propia pandemia, especialmente en la franja infantil y juvenil, como nunca antes se había visto”. Los jóvenes y las mujeres parecen estar siendo los más afectados. El informe, que se basa en una revisión exhaustiva de la evidencia existente sobre el impacto de COVID-19 en la salud mental y los servicios de salud mental en el mundo, muestra que la pandemia ha afectado la salud mental de jóvenes y que corren un riesgo desproporcionado de comportamientos suicidas y autolesivos. También indica que las mujeres se han visto más gravemente afectadas que los hombres y que las personas con problemas de salud física preexistentes, como asma, cáncer y enfermedades cardíacas, tenían más probabilidades de desarrollar síntomas de trastornos mentales.

Un artículo muy interesante de una psicoanalista de la Asociación Psicoanalítica de Buenos Aires (APDEBA) que trabaja con población adolescente en el Hospital de Niños “Ricardo Gutierrez” de la Ciudad de Buenos Aires refiere información en la misma línea que la comunicación de la OPS. (Desafío a la adolescencia: pandemia y aislamiento obligatorio Valentina Esrubilskyb y Susana Toporosi, Rev. Hosp. Niños (B. Aires) 2020;62(278):174-175). “Los y las adolescentes se encuentran en procesos de construcción de identidad y de logro de autonomía e independencia respecto de sus padres. Es una etapa que necesita de la presencia y el contacto repetido del grupo de pares. Requieren la retroalimentación social, a través de salidas recreativas y la actividad escolar que otorgue pertenencia e identidad. En cuarentena y aislamiento pueden sentirse borroneados en su subjetividad y perdidos en tiempo y espacio. Las medidas de prevención sanitaria de aislamiento social se oponen al necesario proceso adolescente de autonomía.

Las juntadas, salidas a boliches, participación en fiestas y viajes de egresados han quedado interrumpidos. Todos los rituales de iniciación permanecen suspendidos. Las típicas fantasías hostiles hacia los padres conviven con el temor a contagiarlos. El temor a los cambios corporales de pubertad y adolescencia se superpone y confunde con el temor a los efectos corporales del virus pandémico amenazante”.

Todo hecho inédito produce reacciones de temor y ansiedad en grados variables. Más aún si están involucrados la amenaza a la salud o la posibilidad de enfermar-morir. Se han sumado múltiples factores de estrés. Una explicación importante del aumento es el estrés sin precedentes causado por el aislamiento social resultante de la pandemia. A esto se vinculaban las limitaciones a la capacidad de las personas para trabajar, buscar apoyo de sus seres queridos y participar en sus comunidades. La soledad, el miedo a la infección, el sufrimiento y la muerte para uno mismo y sus seres queridos, y las preocupaciones financieras también se han citado como factores estresantes que provocan ansiedad y depresión. Entre los trabajadores de la salud, el agotamiento ha sido un importante desencadenante del pensamiento suicida.

El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, en mayo de 2020, muy temprano, al inicio de la cuarentena en Occidente dijo: «Prestemos atención a la salud mental porque va a venir un aumento muy grande en la demanda de atención «. Se leyó esa declaración con sorpresa porque la máxima autoridad institucional del planeta estaba hablando de salud mental. De acuerdo a los comunicados de OPS la pandemia por COVID-19 provocó un aumento del 25% en la prevalencia de la ansiedad y la depresión en todo el mundo. Se hizo un llamado de atención a todos los países para que refuercen los servicios de salud mental y apoyo psicosocial. De acuerdo al dato de la Organización Mundial de la Salud, para el año 2050 la depresión va a ser la principal causa de enfermedad en todo el planeta, superando -como ya lo está haciendo en este momento- a las enfermedades cardiovasculares.

La preocupación por el posible aumento de las afecciones mentales ya había llevado al 90% de los países encuestados a incluir la salud mental y el apoyo psicosocial en sus planes de respuesta al COVID-19, pero siguen existiendo importantes lagunas y preocupaciones.
Para terminar, una de las cosas que ha cambiado, que nosotros la consideramos positiva, a pesar de su origen doloroso, es que se esta hablando de salud mental más que nunca.

* Psicoanalista. (IUSAM, Asociación Psicoanalítica de Bs As) Director del Departamento de Investigación del Instituto Universitario de Salud Mental de la Asociación Psicoanalítica de Buenos Aires (APDEBA)


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