Definen si les dan domiciliaria a los presos de Neuquén que integran grupos de riesgo

Hay cuatro pedidos que se resolverán esta semana. Hasta ahora los jueces negaron las solicitudes. Dicen que las cárceles son seguras contra el coronavirus.

Esta semana se definirá si las personas detenidas con condena que integran grupos de riesgo de contraer coronavirus pueden obtener prisión domiciliaria o seguirán en la cárcel. El Tribunal de Impugnación, la máxima instancia penal de la provincia, revisará cuatro pedidos de la defensa que hasta ahora obtuvieron rechazos de los jueces de Ejecución y del Colegio de Jueces.

Las personas que pidieron la detención domiciliaria a través de sus defensores tienen enfermedades preexistentes, o son mayores de 60 años, o estaban cumpliendo salidas transitorias que se interrumpieron desde la declaración de la cuarentena. Dos cumplen condenas por abuso, uno por robo y la cuarta por encubrimiento.

La defensa pública, que representa a la mayoría de los condenados, hizo el primer planteo ante la jueza de Ejecución o su subrogante. En algunos casos no hubo audiencia oral y el trámite, por excepción, se hizo por escrito, algo que avaló después el tribunal de revisión.

En líneas generales, los argumentos para rechazar los pedidos de prisión domiciliaria fueron que el Jefe de Unidades de Detención y el ministerio de Seguridad «tomaron medidas tendientes a la prevención y el cuidado de las personas privadas de la libertad».

Uno de los magistrados que resolvió, por ejemplo, dijo en su fallo que «a los fines de evitar el contagio de los internos, se suspendieron las salidas transitorias, laborales y las visitas (…) En cuanto al contacto que pueden tener con el personal penitenciario, se han adoptado todas las medidas de prevención y ello abarca al personal que trabaja en dichas Unidades y que tienen el contacto con las personas  privadas de su libertad».

En este caso en particular, la defensora pública de Ejecución Luciana Petraglia, respondió que «no explica el juez cómo podría cuidarse adecuadamente la salud de  una persona que integra el grupo de riesgo en el lugar donde existe hacinamiento y donde los internos están en continuo  contacto con un sinfín de personas: otros internos, celadores,  grupo de requisa, enfermeros y médicos, cuando la principal  medida de prevención y de resguardo a la salud de estos grupos  es el aislamiento social».

Un caso, en Junín, es el de un hombre de 69 años alojado en una cárcel que, según el jefe de la unidad, “tiene capacidad para 12 internos y contamos con 33. No hay médico ni enfermero, proveemos algunos medicamentos y otros el hospital. Sólo tenemos una persona que se encarga de sacar los turnos”.

Otro de los argumentos de los jueces para rechazar los planteos fue que las condiciones en las viviendas propuestas eran peores, ya que el grupo familiar no garantizaba aislamiento. Y en un caso, de un condenado por abuso sexual, existía el peligro de contacto con menores de edad.

De los cuatro casos que se debatirán a lo largo de esta semana, tres son de Neuquén capital y uno de Junín de los Andes.

En las cárceles de la provincia hay alrededor de 550 personas privadas de su libertad


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