Del desorden inicial al robo como sistema

Primero, desorden general en todo el sistema represivo para el tratamiento del tema. Luego, organización, al menos en algunos de los sitios de detención.

Esta fue -en síntesis- la dicotomía con que entre el «76 / «77 se manejó el régimen militar en materia de niños secuestrados junto a sus padres y de bebés nacidos en cautiverio.

Ayer, una fuente militar consultada por este medio definió las características de las dos instancias mencionadas:

* Una instancia: En las semanas inmediatas al golpe, los secuestros llevados a cabo por los grupos de tareas computaron una sorpresa: había niños de por medio.

-No se sabía qué hacer con ellos… Y en este marco sucedió de todo. Se pedían instrucciones desde el mismo lugar en que se estaba operando y los mismos mandos no sabían qué hacer. Por momentos todo quedaba librado a quien mandaba en el operativo y las cosas se resolvían según su sentido común, que en general indicaba que había que sacarse rápido a los chicos de encima. Así fue como se dejaron niños a vecinos o se los entregaba a hospitales o sanatorios -comentó la fuente.

-Estas entregas se hacían en nombre de las «FF. AA. en operaciones», pero en general ningún mando asumía la responsabilidad de la entrega de los chicos -destacó la fuente.

Cabe señalar que una inmensa cantidad de casos señala que esos bebés y niños jamás volvieron a ver a sus padres. Uno de esos casos es el del hijo de Menna, uno de los fundadores y comandante del ERP. Una noche el bebé fue secuestrado junto a su madre. Lo dejaron en la puerta de un hospital de Tucumán. Su madre está desaparecida. Su padre -de cuya suerte llegó a ocuparse El Vaticano- fue asesinado en Campo de Mayo. El joven se crió con familiares en Carmen de Patagones.

* Otra instancia: Los bebés nacidos en cautiverio.

-Esta es otra historia -reflexionó ayer la fuente militar.

Admitió entonces que las declaraciones del general Martín Balza reconociendo la existencia de un plan sistemático destinado a robar bebés durante la dictadura tienen «fuerte asidero dada la perfección que había alcanzado Institutos Militares como eje de la represión en el Gran Buenos Aires». Como se sabe, Balza señaló que en Institutos Militares -de cuyo mando dependen todas las escuelas de especialidades que tiene el Ejército- fungió el sistema de robo de niños recién nacidos.

-Estos grupos de tareas estaban totalmente integrados por oficiales, pero en ellos tenía mucho peso la gente de la Escuela de Inteligencia, como el general Omar Rivero; fue una de las expresiones más duras en materia de represión. Esa gente es la que desarticuló la columna sur de Montoneros, la más dura de derrotar, y la que descabezó en una tarde en San Martín la cúpula del ERP. Eran grupos con gran autonomía operacional y mucho poder de decisión sobre todo lo que lograban en sus operaciones -comentó la fuente.

Carlos Torrengo


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