Denuncian atropello a una familia policial

EL BOLSON (AEB). – Desvestir un santo para vestir otro no suele ser efectivo. Quizás por eso ya fue retirado el letrero que rezaba «Poder Judicial» sobre una puerta del domicilio de un policía.

Sin aviso o notificación alguna, ni tan siquiera presentación ante los moradores de la casa, el cartel había sido clavado en el garaje de una vivienda de servicios que habitaba la familia de un oficial de la comisaría 12.

El vocal del TSJ Luis Lutz, junto a otra funcionaria, hicieron tal despliegue de autoridad el jueves pasado para dar como destino a la unidad habitacional el funcionamiento de la fiscalía en comisaría.

Mientras el letrero era ruidosamente fijado a puro martillazo, en el interior una adolescente, hija del uniformado, temblaba de miedo. Inclusive, una llave fue introducida en la cerradura antes de que –en la imposibilidad de ingresar– los funcionarios judiciales se retirasen.

El episodio generó malestar no sólo entre los uniformados sino también en el municipio.

No es un secreto que la principal excusa para no destinar más policías en El Bolsón es la falta de viviendas. Este verano, el municipio se hizo cargo de solventar el alquiler para los diez policías de refuerzo pedidos con motivo de la temporada y la Fiesta del Lúpulo.

Así y todo, aparentemente fue la propia intendencia la que cedió al nuevo uso la casa que hace años estaba en comodato para usufructo del segundo jefe de la comisaría 12. Cómo éste ahora no la ocupaba, se le adjudicó por resolución interna de la fuerza a un oficial recientemente llegado de Viedma.

La situación de la casa en cuestión no es del todo clara. Una versión indica que la titularidad de la propiedad fue transferida hace tiempo a la Policía. Sin embargo, el intendente Oscar Romera informó que fue el jefe de Policía, Jorge Ucha, quien llamó a la comuna para devolverle la vivienda.

El jefe de la Regional III, al tanto del incidente, comentó que el policía contará con al menos 30 días de plazo para hallar otra ubicación.

Cabe aclarar que, sin desmedro de la desprolijidad comentada, la Fiscalía en comisaría es un cargo que la sociedad reclama hace tiempo.