Denunció una salvaje golpiza en una Comisaría de Neuquén

Un hombre realizó una denuncia el lunes por apremios ilegales contra su hijo en la Comisaría 41 del barrio Don Bosco. El joven sufrió fracturas en tres costillas y la perforación de un pulmón. 

Juan Francisco Sepúlveda denunció la salvaje golpiza que recibió su hijo. (Foto: Oscar Livera.-)

Juan Francisco Sepúlveda denunció la salvaje golpiza que recibió su hijo. (Foto: Oscar Livera.-)

“Yo sé que mi hijo tuvo problemas y ha hecho cosas malas.Pero eso no justifica la brutalidad con la que lo trataron”, se lamentó con bronca Juan Francisco Sepúlveda mientras exhibe en su celular las imágenes de su hijo José, con la cara magullada a golpes, tres costillas rotas y un pulmón perforado. El hombre denunció a personal de la Comisaría 41 de Neuquén, por apremios ilegales y exige respuestas del gobierno provincial por la brutal golpiza que recibió su hijo.

El nuevo caso de violencia golpea las puertas de la Policía de Neuquén y paradójicamente se conoció el día previo a que comience el juicio contra los cuatro efectivos de la Comisaría Primera que atacaron a Facundo Agüero, un joven de 23 años, que ahora padece secuelas irreversibles.

Sepúlveda fue a fiscalía el lunes a radicar la denuncia por las lesiones que sufrió su hijo. Detalló que los hechos ocurrieron entre la noche del sábado y el transcurso del domingo dentro de la Comisaría que funciona en la esquina de Remigio Bosch y Alfonsina Storni del barrio Don Bosco.

Explicó que su hijo José tiene antecedentes penales, por los que ya fue procesado, y en ese contexto relató que “el sábado estaba con dos amigos en un auto, iban por la calle Gatica cerca de la Asociación Española y los pararon por portación de rostro. Los llevaron demorados a la comisaría, dieron vuelta las cámaras que hay adentro y les dieron una paliza a los tres”.

Hasta la noche del domingo los familiares no tuvieron novedades del joven. Fueron a buscarlo a la Comisaría durante la tarde “pero nos dijeron que estaba en la fiscalía. Era mentira. Lo tenían adentro. Le dieron patadas, cortes en los brazos y la espalda con un cortaplumas”, relató.

Explicó que “recién el domingo a la tarde lo trasladaron a sanidad policial y una médica ordenó que lo lleven al hospital Castro Rendón porque estaba grave, pero los efectivos lo subieron al móvil golpeándolo nuevamente para trasladarlo hacia Comisaría. A mitad de camino mi hijo escuchó por la radio que la médica que lo asistió le consultaba a los policías si ya lo habían llevado al hospital, y recién ahí lo llevaron”.

Sepúlveda afirmó también que su hijo recibió amenazas de muerte dentro de la comisaría y que además al salir de su casa se encontró con inscripciones: “En la luneta de mi auto, que tenía tierra, dejaron un texto que decía ‘cometela’ en mayúscula. Para mi fueron los mismos que golpearon a mi hijo”.


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