Boca, en el debut de Almirón como DT, perdió el clásico ante San Lorenzo en el Nuevo Gasómetro

El Ciclón se quedó con el duelo ante el Xeneize, que jugó con 10 desde los 15' del ST, gracias a un gol en contra de Pol Fernández. El Perrito Barrios fue la figura del equipo de Insúa.

Boca, con el debut de Jorge Almirón como director técnico, cayó 1-0 en su visita al Nuevo Gasómetro para enfrentar a San Lorenzo, por la fecha 11 de la Liga Profesional de Fútbol (LPF), que lidera River.

Con esta victoria, que amplía el historial favorable para el Ciclón a 11 encuentros de ventaja, el equipo de Rubén Darío Insúa quedó con 23 puntos, a uno de la cima.

El lema que dicta que «técnico que debuta gana» no se dio con Almirón, que asumió el lunes y a las 48 horas tuvo que afrontar el clásico ante un equipo encumbrado como San Lorenzo. El xeneize terminó con 10 jugadores por la expulsión de Nicolás Figal a los 14′ del segundo tiempo.

La paridad prevaleció en los primeros minutos del clásico, pero llegando a los 9 minutos se le juntaron todas las cosas negativas a Boca. En una jugada por la izquierda, Bruno Valdez detuvo de repente su carrera acusando una lesión y dejó solo a Iván Leguizamón, que ingresó al área, metió el centro atrás pero en el trayecto, el balón se desvió en Pol Fernández y descolocó a Chiquito Romero.

Boca estuvo cerca del empate a los 30′ cuando Pol Fernández metió un pase a la espalda de la defensa de San Lorenzo, Darío Benedetto le ganó a Carlos Sánchez y quedó mano a mano ante Batalla pero le dio muy desviado.

Sobre el cierre de la primera mitad se dio una situación que generó polémica. Agustín Sandez le tiró un patadón a Agustín Giay y Tello le mostró la roja. Sin embargo, el VAR lo llamó al árbitro, quien revisó la jugada y constató que el defensor de Boca no alcanzó a golpear al de San Lorenzo. Anuló la roja y la cambió por amarilla.

Apenas comenzado el complemento, una buena jugada entre Juan Ramírez (que había ingresado por Sandez) y Sebastián Villa, terminó con un centro del colombiano que fue conectado de cabeza por Advíncula. No sin esfuerzo, Augusto Batalla sacó al costado y salvó a su equipo.

Si bien Sandez se salvó de la roja al final del primer tiempo, no fue así con Nicolás Figal, que lo bajó a Vombergar, y vio la segunda amarilla a los 14′.

A pesar de las dificultades de jugar con uno menos, Boca se las arregló para inquietar a San Lorenzo, quizás más que cuando tenía el equipo completo en cancha. Dominó el balón, recuperó movilidad con los ingresos de Merentiel y Briasco (por Benedetto y Langoni) y tuvo el empate a los 33′.

Alan Varela cabeceó una pelota suelta que dio en el travesaño y el rebote no pudo ser aprovechado por Merentiel, que cabeceó afuera casi abajo del arco.

El Ciclón lo tuvo con Leguizamón y Vombergar con salvadas de Romero cuando sus compañeros iban al ataque en forma desordenada, mientras que el Ciclón esperaba ordenado y contraatacaba con mayor precisión.
Allí radicó la diferencia. San Lorenzo no brilla pero tiene orden y sabe a lo qué juega. Esa será la misión primordial de Almirón: lograr una identidad y que Boca vuelva a ser un equipo.


El «Xeneize» quedó con 14 puntos en el torneo doméstico, muy lejos de River (24) El Ciclón tiene ahora 23 puntos en la LPF, y también comenzó derecho su campaña en la Copa Sudamericana con una victoria en Venezuela sobre Estudiantes de Mérida (1-0), con un juego sólido que muestra la impronta de su entrenador Rubén Darío Insúa.


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