RÍO NEGRO desde Qatar, el último análisis de nuestro corresponsal: «Si no se sufre, no vale»

Si algo nos enseñó esta Selección fue a ponerse de pie luego de cada golpe y la final fue una síntesis del camino recorrido por la Scaloneta a lo largo de todo el Mundial de Qatar 2022.

*Por Luciano Castañares, corresponsal del diario RÍO NEGRO en Qatar

La actuación de la Selección Argentina a lo largo de todo el Mundial de Qatar 2022 fue un resúmen de la vida misma: primero se sufre y después se disfruta.

Si algo nos enseñó el equipo fue a ponerse de pie luego de cada golpe. Permaneció con la ilusión intacta a pesar de las adversidades y lo que le ha tocado atravesar en los tramites de cada partido.

Salvo en el cotejo de las semifinales ante Croacia, la final fue una síntesis del camino recorrido por la Scaloneta a lo largo de todo el campeonato.

No recuerdo que en cuestión de horas el hincha de la selección haya pasado por tantos estados emocionales. Fue una experiencia nunca antes vivida en todo sentido, por suerte con final feliz.

Es inevitable lagrimear no solo por lo vivido en el estadio Lusail, sino también por los momentos lindos y las dificultades que cada uno tuvo que atravesar para estar acá.

Me atrevo a decir que lo que vivimos el domingo 18 de diciembre en la cancha fue un privilegio.

Fue la final más linda de la historia de los mundiales. Primero porque estaba la Selección Argentina en cancha, que terminó festejando, y también para el hincha neutral por como se dio en el trámite: de un 2 a 0 pasamos al 2 a 2, de ahí vino el 3 a 2 y luego el 3 a 3. Fue de película. Sino se sufre, no vale, y así le pasó a la Albiceleste en toda la Copa del Mundo.

A excepción de Croacia, esta selección presentó batalla en cada una de las oportunidades jugando bien o jugando mal, pero nunca dándose por vencida.

El resultado de la final estuvo lejos de ser justo. Argentina mereció ganarlo en los noventa y también en el tiempo extra. Por suerte se hizo justicia en la tanda de penales.

Para tomar dimensión de lo que hizo este grupo en todo el Mundial, hay que comprender que todos los jugadores rindieron en un nivel superlativo.

Desde lo colectivo tuvo la frialdad necesaria en el manejo de situaciones límite y mucho tuvo que ver en eso el cuerpo técnico, en la confianza que le dio a todos y cada uno de los protagonistas.

Al llegar a Qatar lo que se puso como prioridad fue el objetivo de jugar los 7 partidos y estar en la final. En el trayecto a nadie le tembló el pulso para tomar decisiones y nadie puso mala cara cuando le tocó salir.

Fue una Selección que funcionó a la perfección, por la toma de decisiones personales y grupales. En la previa quedaron afuera jugadores que eran piezas fundamentales.

Los mundiales no permiten dar pequeñas ventajas por eso el cuerpo técnico tomo cartas en el asunto y los futbolistas, lejos de ofenderse, entendieron la situación.

Pasaron un tropezón inesperado (la derrota ante Arabia Saudita) que pudo generar millones de dudas, pero puertas adentro nunca ocurrió. Titulares indiscutidos le dejaron su lugar a jóvenes que se ganaron un lugar a fuerza de fútbol y los aciertos fueron notorios.

Argentina fue de menor a mayor y terminó sufriendo mas de la cuenta en una historia típica de novela, pero linda de contar porque tuvo un final feliz.

(AP Photo/Petr David Josek)

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