“Desde las ciencias duras también se puede ejercer la solidaridad”

Adriana Serquis está empeñada en resolver un problema mayúsculo y global: desarrollar nuevos materiales y tecnologías que hagan más eficiente la producción de energía para abastecer a la humanidad como un camino para luchar contra el cambio climático. En 2020, le sumó el trabajo de la producción de alcohol en gel y sanitizantes para hospitales rionegrinos. Es líder en nanotecnología. Obtuvo un doctorado en física por el Instituto Balseiro, y ahora dirige uno de los departamentos del Centro Atómico Bariloche. Además, es docente en la sede Andina de la Universidad Nacional de Río Negro. Fue premiada como una de las 100 mejores científicas de la década 2003-2013 por la Fundación Konex y galardonada por el Premio Nacional L’Oréal-Unesco “Por las Mujeres en la Ciencia” en colaboración con el Conicet por su aporte al uso racional de la energía eléctrica.

P. ¿Cuál fue su aporte desde la física y la nanotecnología?
R.
Trabajo en ciencias de materiales, y es un nexo entre ciencias básicas como la física o la química, y la tecnología. Para producir energía eléctrica con mayor calidad y eficiencia, hay que resolver antes cómo son los materiales que se utilizan. Es como resolver un rompecabezas. He formado gente joven para colaborar en la solución al problema de la generación de energía eléctrica.

P. ¿Puede detallar algunos de sus proyectos?
R.
Trabajamos con gente de la empresa provincial energía de Santa Fe (Enerfé) y colaboradores de Buenos Aires y Bahía Blanca, en el desarrollo de pilas de combustible de óxido sólido. Se busca que puedan funcionar con cualquier combustible y generen electricidad a partir de hidrógeno puro, pero también gas natural, biogás, biocombustible. Con una joven muy brillante, Liliana Mogni, que es doctora en Ingeniería, estamos obteniendo muy buenos resultados en cuanto a la mayor eficiencia de materiales “nanoestructurados”. Las pilas de combustible son los dispositivos electroquímicos más eficientes que se pueden tener, tanto para usos domésticos como industriales y en el transporte. En 2017, con un equipo de investigadores y estudiantes de diferentes instituciones públicas ganamos un premio del concurso IB50K del Instituto Balseiro por el avance en pilas de combustible.

“Quisiera que los nuevos materiales para generar energía eléctrica que estamos desarrollando puedan ser pronto masivos, económicamente viables y adoptados para mejorar”.

Adriana Serquis

P- ¿Este año ha sido diferente?
R.
La pandemia nos ha traído un montón de replanteos y cuestionamientos. Hemos trabajado en garantizar la producción de alcohol en gel y sanitizantes para hospitales rionegrinos y otros organismos. Fue algo simple y puntual, pero tenía que ver con una necesidad urgente de la sociedad en 2020.

P. ¿Por qué decidió ser científica?
R.
Visitaba a mi abuelo, José “Pepe” Ortiz, en un barrio popular de Córdoba, que fue trabajador de tranvías y luego miembro de una cooperativa de colectiveros. Siempre me planteaba situaciones de física.

P. ¿Está siempre en un laboratorio?
R.
No. Tengo participación en diferentes iniciativas para la comunidad, como un proyecto de un sistema de eficiencia energética en una huerta y un merendero comunitario. Considero que aunque trabajemos en las ciencias duras debemos tener siempre una mirada social.
Por fuera de mi trabajo, también me entusiasma hacer actividades en grupo. Tengo un grupo con el que en el verano hacemos el cruce del lago Nahuel Huapi a la isla Huemul. Hacemos caminatas en la montaña. Participo en la murga de mujeres Pura Cháchara, y en un curso virtual sobre feminismo, trabajo y políticas públicas.


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