Desidia y tragedia en los 19 km más peligrosos de la Ruta Nacional 22

Entre Roca y Cervantes, zonas oscuras y sin señalización, riegosos sobrepasos y alcohol al volante, son los principales factores de un combo fatal que sigue engrosando la lista de víctimas.

Mirta Noemí Mayor (55) murió en uno de los accidentes más graves que se registró en lo que va del año en la Ruta Nacional 22. La mujer, oriunda de Villa Regina, viajaba del lado del acompañante en un auto que circulaba en sentido este-oeste el 5 de mayo pasado. Minutos previos a las 19.45, en el kilómetro 1.181 a la altura de la intersección con una calle rural, el auto inició una maniobra de sobrepaso a un camión. Al mismo tiempo y de manera imprevista desde esa calle ingresó a la cinta asfáltica una camioneta, que impactó al auto. Éste último salió despedido hacia el camión, que tras el fuerte choque lo expulsó desde la cinta asfáltica hacia la banquina sur.

El último accidente fatal ocurrió en mayo, en Roca Foto: Andrés Maripe

El siniestro fatal ocurrió en un sector sin iluminación ni cartelería. Y renovó el pedido del cuerpo de Seguridad Vial de Roca a Vialidad Nacional para que, al menos, se mejoren las condiciones actuales de señalización de la ruta para evitar más muertes.

La muerte de Mirta fue la cuarta en lo que va del año. El 2 de febrero falleció también en el ejido de Roca, José Alberto Molinez (46), motociclista y peón rural con domicilio en Cervantes. Fue en el kilómetro 1167, cuando un auto lo impactó y el hecho fue tan espectacular que su moto quedó colgando de un árbol. Luego, el 21 de marzo, falleció un reconocido ciudadano de Cipolletti (ver recuadro). La estadística se completa con el accidente fatal que terminó con la vida de Jorge Luis Villasuso (31), que cayó de su moto por causas que se desconocen y fue arrollado por un auto que venía atrás, el 30 de marzo pasado.

Uno cada dos días

El número de hechos viales en la Ruta 22 es preocupante. En los primeros cinco meses del año ocurrieron 83 siniestros, de los cuales el 73% implicó, afortunadamente, sólo daños materiales. Pero vale resaltar que mes a mes el registro dio cuenta de unos 19 accidentes graves, que derivaron en heridos con fracturas y otras lesiones. Los hechos con víctimas fatales fueron los cuatro enumerados al principio.

Gabriel Pino, jefe de cuerpo Tránsito Roca a cargo de la zona Tránsito Alto Valle Sur, tiene jurisdicción desde Chichinales a Allen. No duda en afirmar que los 19 kilómetros de la vía nacional comprendidos entre Cervantes y Roca son los más peligrosos. En el tramo no sólo se encuentra paralizada por completo la prometida obra de ampliar al doble la calzada, sino que también se localizan curvas peligrosas, zonas muy oscuras y se padece a diario la falta de señalización.

Los cruces, un peligro. Foto: Cesar Izza.

“Falta el mantenimiento de la ruta en general. Están en mal estado las banquinas, falta iluminación y señalización. Por la envergadura del tránsito de esta ruta, debería estar en otras condiciones”, puntualizó Pino, jefe de cuerpo Tránsito Roca a cargo de la zona Tránsito Alto Valle Sur.

“Esta zona es un desastre. He mandado oficios a Vialidad (Nacional) para que pongan cartelería, dicen que supuestamente está en obra y por eso no lo hacen. No está señalizada la cinta asfáltica ni hay cartelería. En nuestro trabajo hacemos hincapié en salvar vidas, y la única forma de hacer esto es la presencia en la ruta. Pero no puedo arriesgar la vida del personal al instalar un control en una zona sin iluminación, como el lugar del ultimo accidente fatal (el del 5 de mayo)»

Gabriel Pino, jefe de cuerpo Tránsito Roca a cargo de la zona Tránsito Alto Valle Su

“Pedimos paciencia”

Ante un control o cuando ocurre un choque, los mismos conductores expresan apuro. Justamente, ganar minutos los motiva a realizar riesgosos adelantamientos que constituyen junto a los excesos de velocidad, las infracciones más frecuentes en las que incurren. “La falta más recurrente es el adelantamiento en curvas. Los usuarios no se respetan entre ellos. Les pedimos paciencia para circular”.

“No labramos actas con fin recaudatorio”, refutó el jefe y justificó que “la presencia policial es la única forma de que el conductor frene. Labramos actas con fin educativo, porque la única forma de que recapaciten es cuando se les toca el bolsillo”.

La culpabilidad por la inseguridad vial es compartida. “Por un lado los usuarios no son precavidos, por el otro la ausencia del Estado, que es responsable por la falta de señalización y la no finalización de la obra de infraestructura”, finalizó Pino.

La mayoría de los accidentes ocurrió en el tramo roquense

En las estadísticas oficiales, Roca en general encabeza la lista de hechos viales. En mayo, por caso, ocurrieron 17 siniestros en el tramo comprendido entre Allen y Chichinales, de los cuales 8 se localizaron dentro de la jurisdicción roquense.

La tendencia se repitió cada mes. En enero también Roca concentró la mayor parte de los choques alcanzando 6 de los 15 sucedidos en el tramo; en febrero sumó 11 de los 24 totales; en abril 4 de los 8 del mes en el trayecto. Un dato no menor es que de los cuatro hechos con víctimas fatales, dos sucedieron en Roca.

Cipolletti: aseguran que hay que cambiar la cultura vial*

*Por Fabricio Alvarez

La falta de señalización e iluminación son dos de las principales falencias que tiene la Ruta 22 en el tramo que comprende entre Cipolletti y Allen. Históricamente en la ciudad cipoleña los cruces de la ruta entre oeste y este ha sido escenario de una infinidad de accidentes. El único accidente fatal en 2019 ocurrió en el cruce entre Ruta 22 y el acceso al Isla Jordán. Se trata de la intersección más peligrosa del tramo. Así lo catalogó el responsable del área de Seguridad Vial Marcos Peralta.

Cuando cae la noche hay tramos de la ruta que se vuelven muy oscuros. Foto: Gonzalo Maldonado.

“Tenemos varios puntos oscuros en Ruta 22 y en Ruta 151, el más complejo es el que va camino a la Isla. Más allá de poder ordenarlos va depender de la conducta que tenga cada conductor. La educación vial”, indicó.

El 21 de marzo Sergio Pichipil, reconocido ciudadano cipoleño, perdió la vida en esa bifurcación. Circulaba por la calleJulio Dante Salto en sentido este-oeste sin visualizar que un camión circulaba en sentido Cipolletti-Allen. Perdió la vida horas más tardes en un centro salud. Peralta detalló que se trató de una imprudencia.

“Nosotros tenemos tres factores que influyen en e el incidente vial: humano, ambiental y mecánico. Es muy raro encontrar un incidente donde se haya producido por una falla mecánica”, detalló el responsable del área que abarca la zona del Alto Valle Oeste, de Catriel a Fernández Oro.

Las principales demandas de los ciudadanos es controlar los cruces y mejorar la iluminación. De noche se torna complejo circular por Ruta 22 porque a la falta de luz se le suma la poca señalética, no hay líneas y el estado de la calzada no es bueno. Semanas atrás el intendente de Cipolletti confirmó que pondrá semáforos en algunas de las tantas intersecciones que tiene el tramo. Incluso desoyendo a Vialidad Nacional que le recomendó que no lo haga ya que se trata de una ruta nacional y no tiene jurisdicción.

La mayoría de los candidatos a intendentes ya se pronunciaron a favor de colocar semáforos y responder de forma “urgente” a la demanda ciudadana sobre la mejora en las condiciones del camino.

En ese sentido Peralta resaltó que para evitar más muertes en la ruta es necesario modificar la “cultura vial” e muchos conductores. “Si cada vez que hay un accidente es porque no se respeta las normas de tránsito vamos a estar como con los niños y no se puede”, cerró.

31 alcoholemias en lo que va del año

“Hemos detectado a mucha gente que conduce en estado de ebriedad, el ultimo caso un conductor que volvía de Neuquén a Choele Choel y al cual el alcoholímetro le arrojó un resultado positivo”, indicó Pino, haciendo referencia a uno de los 31 casos detectados en lo que va del 2019 dentro de la jurisdicción de Tránsito Roca.

Ante una alcoholemia, como medida cautelar se retiene el vehículo y se labra un acta de infracción, cuya multa alcanza en la actualidad los $ 10.000 siempre que se abone antes de los 20 días desde el momento en que se detectó la falta. En caso de que se exceda dicho plazo, se cobra al infractor el doble, es decir, $ 20.000.

El alcohol al volante se detecta principalmente durante los fines de semana. “Siempre son masculinos, y manifiestan que vienen de algún evento. Tienen entre 20 y 50 años”.


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