Destituyeron al juez Leskovar Garrigós

Fue por un préstamo dinerario a un ex empleado.

ROCA (AR).- El juez Guillermo Leskovar Garrigós fue destituido de su cargo en decisión unánime por el Consejo de la Magistratura, convirtiéndose en el segundo caso de la historia rionegrina. Hasta ayer, el único juez que había sido separado de sus funciones era Fernando Bajos, el 3 de juni o de 1998, por su cuestionable desempeño en el denominado «doble crimen de Río Colorado».

En el caso de Leskovar Garrigós, fue sometido a juicio político por cuestiones que a consideración de los siete consejeros y del presidente del Superior Tribunal de Justicia, Luis Lutz, son incompatibles con su investidura de juez, por lo que en la sentencia se concluyó que había incurrido en «mal desempeño de sus funciones».

A diferencia de la destitución del ex juez Bajos, la de Leskovar Garrigós fue por unanimidad.

La sentencia lo inhabilita a ejercer cargos judiciales por el término de dos años, por lo que recién en 2008 podría -si quisiera- concursar por un lugar en el Poder Judicial.

Los integrantes del Consejo de la Magistratura lo encontraron responsable de haberle otorgado un préstamo de 12.000 dólares a Jorge Montero, denunciante y ex empleado de su juzgado, «mediante la suscripción de 18 pagarés por 887 dólares cada uno con vencimientos mensuales y consecutivos, y la posterior suscripción de nuevos pagarés por las sumas de 750 pesos el primero, y 550 pesos los dos restantes», según se señaló en la sentencia.

Montero ratificó el lunes pasado que el crédito se «tramitó» en el propio despacho del juzgado de Leskovar Garrigós, mientras que el juez señaló que fue en su domicilio y negó haberle cobrado intereses a Montero por los atrasos en los pagos.

Leskovar Garrigós también fue destituido por cambiarle bonos Río I serie 2 a tres emple

ados judiciales en su despacho. Esto fue reconocido por el imputado, pero los mismos empleados que en aquel momento canjearon los bonos, dijeron que había sido una «gauchada» del juez, y que les permitía afrontar el pago de impuestos vencidos debido al atraso salarial.

La defensa de Leskovar Garrigós argumentó que el préstamo a Montero también había sido una «gauchada», ya que los intereses que figuraban en los pagarés eran los mismos que cobraban las entidades bancarias.

Distinta fue la conclusión de los integrantes del Consejo, para quienes «el sumariado es acusado de haber actuado ávidamente, sin fines humanitarios, en donde lo reprochable es su desmesura en el intento para el cobro del préstamo y la compra de bonos a empleados del Poder Judicial al que él pertenece».

«Se trata de una conducta, qu genera una situación de anormalidad en todo el trato del sumariado con el empleado de su juzgado, o con los otros tres agentes judiciales, respecto a los bonos y le lleva a realizar posteriormente como directa derivación de esas relaciones impropias de un magistrado, una serie de actividades para el cobro de la deuda de Jorge Horacio Montero».

Con respecto a este último punto, el fallo indica que una de esas actividades, fue «suscribir un boleto de compraventa y recibir un auto en parte de pago, que resultó tener su documentación irregular».

También resaltaron como otro agravantes en la conducta de Leskovar Garrigós, «concurrir a un banco con dos agentes judiciales (Montero y Aranda) para percibir un pago a cuenta de esa deuda, utilizando con su conocimiento un préstamo de una empleada del Poder Judicial (la citada Aranda), que luego Montero no pagó».

Los cuestionamientos a su conducta también recayeron sobre algunas situaciones ocurridas dentro del juzgado, y que tuvieron como protagonistas al propio Montero. Los consejeros señalaron que el juez destituido, «omitió iniciar actuaciones y poner en conocimiento el obrar ilegal de Montero, al cursar indebidamente en nombre del juez una orden a la Policía, luego ratificada por escrito con certificación del secretario, y desautorizada por el propio imputado», señalaron.

También se le cuestionó «librar una orden de allanamiento al domicilio de Montero sin excusarse, atento a que ya habían acaecido ciertos hechos probados en autos; sostener con dicho ex agente judicial una reunión en el Santuario del Colegio San Miguel en Roca; o consentir, impasible, actitudes irrespetuosas de Montero en la oficina judicial dirigidas hacia el mismo magistrado o el secretario».

«Todo lo aseverado constituye hechos graves, inequívocos, idóneos para conformar la convicción de mal desempeño por tratarse de actos ofensivos al decoro de la función judicial, que comprometen la dignidad del cargo, se argumentó.

Por todo esto, los consejeros votaron unánimemente la destitución del juez Guillermo Leskovar Garrigós, e inhabilitarlo por dos años para ejercer cargos judiciales.


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