El domador de los caballitos de mar patagónicos

Es biólogo e investigador del Conicet. Dedica su vida a estudiar y proteger a los hipocampos que viven en la Bahía de San Antonio. En el mar argentino habita una sola especie y fue descrita por él.

Estos caballos no galopan, se deslizan por el mar cerca de la costa, entre praderas de algas. Con sus colas enroscadas se aferran a los sustratos y buscan alimento. Se mimetizan con el ambiente y Diego Luzzatto detrás de las antiparras de su esnórquel los mira. Ese hombre, que desde hace años los acompaña en la Bahía de San Antonio es una de las personas que más los conoce y dedica parte de su vida a protegerlos.

La primera vez que Diego vio un caballito de mar era adolescente. En el recuerdo aparece en medio de un viaje a la cordillera desde su Buenos Aires natal, con sus cosas de mochilero. Al pasar por San Antonio unos niños suben al tren a ofrecer caracoles, estrellas y en el tarro llevan algunos caballitos de mar disecados. Los mira, le llaman la atención, pero no imagina que ese encuentro será el primero de tantos.

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La segunda vez que los vio ya era adulto. Estaba investigando caracoles para su doctorado en ciencias biológicas de la Universidad de Buenos Aires (UBA). En esa época iba a Mar del Plata y pasaba las redes hasta que salió un caballito de mar. Se contactó con una especialista que le dijo que no había registros para hipocampos en Argentina, que no se sabía casi nada y allí comenzó a ensillar de a poco su proyecto.

“Cuando empecé la licenciatura no pensaba en el agua, si no en la montaña. Luego, la UBA me enfocó a la biología molecular, pero con el paso del tiempo mi primer interés, que eran los animales y la conservación volvieron. Hice el curso de buceo y todo cambió”, dice Diego por teléfono.
Se doctoró y pidió una beca post doc en el Conicet para estudiar los caballitos de mar y se la dieron. Sabía dónde encontrarlos. “Me dije, tengo que ir a San Antonio Oeste”, subraya. Hoy tiene 47 años, está casado con la bióloga María Lourdes Estalles, es papá de Agustín de 8 años y desde 2008 vive atrapado por ese golfo bien azul que aloja a su objeto de estudio.

Logró importantes avances. Hace 15 años describió la especie Hipocampus Patagónicus, el caballito de mar más austral del Atlántico. También junto a María Lourdes, hace unos meses, describieron al pez aguja y el 6 de junio el mundo lo conoció por Nat Geo, el canal de National Geographic en el documental Héroes de la Conservación.

Protagonizó una de las 6 historias de especies en peligro, en la producción de Jumara Films con la voz de Ricardo Darín. “El mundo científico es chico. Si sos conservacionista o ecólogo tu nombre más o menos se conoce. Lo que se ve en el documental, lo hicimos en cinco días, pero hay imágenes mías, momentos íntimos que estuve años para registrar”, cuenta.


En sus redes sociales el científico comparte la foto de un adorno en una vidriera de Las Grutas. En el centro tiene a su animal preferido disecado y con resignación, asegura que es “su karma”. Es que es una de las especies más amenazadas en el mundo.

Son cadáveres, no adornos

“Los turistas lo encuentran como algo lindo, cuando en realidad es un cadáver. Lo consideran un souvenir de vacaciones y tratamos de cambiar esa percepción. Eliminar una especie del planeta, es un paso más hacia nuestra propia destrucción»

Diego Luzzato

Diego cuenta que desarrolló técnicas de seguimiento poblacional, proponiendo medidas para su conservación.

“Se degrada el ambiente porque hay mucha actividad en la zona donde están. Pasan en motos de agua, nadando, caminando y eso los va desplazando. Lugares que eran vírgenes están siendo invadidos por el turismo”, dice con pena el científico.

Por otra parte, explica que los pescadores artesanales, como los pulperos que viven en el mismo lugar, cada vez que ven uno lo levantan, lo secan al sol y lo venden. A su vez, hay emprendimientos industriales gigantes como Alpat que los desplazaron.

“En el 2004 describimos al caballito de mar y Alpat estaba en construcción. En esa zona es donde más había y ahora no queda ninguno. Hay menos porque hay menos hábitat”, concluye.

No son souvenires

Hipocampo Patagónico


La bahía de San Antonio, está a 20 kilómetros al norte de Las Grutas. Es una entrada de mar protegida, sin oleaje y con un régimen de mareas que promedian los 8 metros. Allí están los Hipocampos Patagónicos. Son amarillos, con bandas rojas en la aleta dorsal; otros grises, con bandas negras y puntos iridiscentes de gran brillo. Tienen costumbres reproductivas peculiares: el macho incuba los huevos

“Están ahí, cada vez hay menos, por los problemas de conservación. Solo hay que tener el ojo entrenado para verlos”.

Diego Luzzzatto doctor en ciencias biológicas de la UBA.

La especie llega hasta Río de Janeiro y según Luzzatto en el mundo hay solo 44 especies de caballitos de mar. En el continente Americano hay cinco descriptas: una en el Pacífico y cuatro en el Atlántico. La que está acá es una ingresión que vino de Europa hace tres o cuatro millones de años. Llegó a América del Norte y fue bajando. En esa migración fue adquiriendo características propias, hasta llegar al nivel de especie.

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“Soy solitario, me vine a un lugar en el que no había nadie. Trabajo en colaboración con gente de otros lugares del mundo. Hay un club mundial de especialistas, que es chico. Describir una especie es un honor, porque te trasciende”, dice y jura que para bien o para mal, su vida, siempre está relacionada con los hipocampos.

El documental Héroes de la Conservación muestra seis proyectos que buscan proteger especies autóctonas de la Argentina y entre ellos, el de Diego Luzzatto.

Contadas desde el relato de sus protagonistas, las historias describen la tenacidad y dedicación de estas personas que investigan y trabajan con la esperanza de cambiar la realidad de muchas especies que se encuentran en situación crítica.

Diego pone desde hace años corazón, esfuerzo y pasión en su trabajo y eso lo llevó no solo a ser una de las personas que más sabe sobre los hipocampos en el país y también a describir otras especies.

Hace unos meses, él de Conicet, junto a María Lourdes Estalles, del Instituto de Formación Docente y Continua (IFDC) identifican un pez de la familia de los hipocampos. El pez aguja patagónico, es una nueva especie para la ciencia que también encontraron en la amenazada Bahía de San Antonio.

El pez identificado es muy parecido a otro que existe en Nueva Zelanda pero diferente al que se encuentra desde Perú. Como contó Luzzatto lo llamaron “Leptonotus vincentae, en honor a la Dra. Amanda Vincent que tanto hizo y hace por la conservación de este grupo de particulares peces”.

La serie documental fue realizada por Jumara Films y co-producida por Kenya Films, con el apoyo del Grupo Insud, Toyota Argentina y Village Cines Recoleta.


Para más información sobre la producción, se puede ingresar a https://www.heroesdelaconservacion.com/


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