¿Disparo directo o rebote? El policía Pallero llega a juicio en Zapala

El policía Pallero está imputado en el homicidio, ocurrido en agosto del año pasado. Hubo presuntas maniobras de encubrimiento.

El policía Pablo Pallero comenzará a ser juzgado el próximo lunes 9 en Zapala por el homicidio de Facundo Guíñez, ocurrido el 31 de agosto del año pasado a la madrugada.

Pallero, quien estuvo detenido unos meses con prisión preventiva al comienzo de la investigación, está acusado de homicidio agravado por el uso de arma de fuego y será juzgado por un tribunal integrado por tres jueces profesionales: Liliana Deiub, Bibiana Ojeda y Raúl Aufranc.

Sólo Deiub estará presente en la sala de audiencias, mientras que sus colegas intervendrán vía remota, Ojeda desde Las Lajas y Aufrac desde Cutral Co.

Facundo Guíñez, la víctima. (Foto: Gentileza.-)

La acusación estará a cargo del fiscal Marcelo Jofré y en representación de Pallero actuará el defensor público de Circunscripción Pablo Méndez. Declararán más de 40 testigos y las audiencias se extenderán hasta el viernes 13.

El juicio se realizará en las instalaciones del club Unión de Zapala, ya que esta ciudad es la única cabecera de Circunscripción que no tiene una sala adecuada para realizar juicios. Por eso el Tribunal Superior autorizó a la Oficina Judicial que comanda María Luisa Squetino, a alquilar el salón del club.


Disparo por la espalda


Pallero asesinó de un disparo por la espalda a Guíñez (29), con su arma reglamentaria pero cuando no estaba desempeñando su trabajo de policía.

Según la acusación, el eje central de la discusión en el juicio será si el imputado disparó directamente al cuerpo de la víctima o hacia el suelo, y el proyectil alcanzó a Guíñez por un rebote.

La versión del policía es que a la 1.30 de la mañana del 31 de agosto del 2019 vio a través de la ventana de su casa que una persona estaba dentro de su vehículo Fiat Palio, el cual tenía rota una de las ventanillas traseras.

Pallero dice que salió, efectuó dos disparos y regresó a la casa.

A las 7 de la mañana, el cuerpo de Guíñez fue hallado sin vida a dos cuadras, con un balazo del arma de Pallero en la espalda. Al lado del cadáver estaba el estéreo del auto del policía.

En el estéreo no había huellas ni del imputado ni de la víctima. Pero sorpresivamente, encontraron huellas del primer policía que llegó a la escena del crimen.

También forma parte de un presunto encubrimiento que no haya quedado registro de una llamada de una vecina a la policía, a la 1:30, dando cuenta de que se escuchaban gritos y disparos en el sector donde mataron a Guíñez.

La víctima era un trabajador que estaba a punto de inaugurar su propia panadería. Horas antes había cobrado dinero que le debían y pensaba invertirlo en la compra de insumos que necesitaba para abrir el local.


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