Docentes quieren dedicar más tiempo a enseñar cambio climático y diversidad

La educación del futuro se repiensa a partir de espacios de formación crítica y de habilidades digitales, afirman especialistas. ¿Cómo se prepara la Argentina en este sentido?

Dedicar más tiempo a la enseñanza del cambio climático y temáticas con perspectiva de género y diversidad, poner el foco en el aprendizaje emocional y social, así como incrementar el uso de tecnología en el aula son algunos de los ejes reconocidos por docentes vinculados con el futuro de la educación, reveló una encuesta global.

«Aulas inclusivas y diversas con mayor acceso a la tecnología», es una de las conclusiones de una investigación global elaborada por Microsoft y presentada junto a The Economist Intelligence, en la que se indagó a más de 1.000 docentes sobre las tendencias en educación para el 2030.

El liderazgo en cuestiones ambientales es un buen tema para trabajar a conciencia en los primeros años de formación de los estudiantes.

Con estudiantes cada vez más interesados en tener un impacto positivo en el planeta, la educación del futuro se repiensa a partir de espacios de formación crítica y de habilidades digitales, resaltó el estudio.

De acuerdo con sus resultados, un 47% de los docentes reconoció que deberá dedicarse más tiempo a la enseñanza de asuntos globales como el cambio climático, problemáticas con perspectiva de género y diversidad.

En este sentido, las clases se volverán espacios cada vez más multiculturales, por lo tanto, el trabajo sobre la diversidad y la inclusión será un pilar fundamental, destacó la investigación.

En otro eje, para el 60% de los encuestados en un futuro deberá incrementarse el uso de tecnología en el aula.

Sin embargo, solo un 38% expresó haber sido preparado en su formación docente para enseñar con herramientas tecnológicas y programas digitales.

En esa línea se percibieron tres beneficios, tres preocupaciones y tres barreras vinculadas al uso de la tecnología en el aula.

La carencia y escasez de herramientas tecnológicas suficientes para dar clase y la preparación inadecuada de los docentes en temas de tecnología son dos cuestiones, entre tantas, a resolver por parte del Estado.

En cuanto a los beneficios, los encuestados manifestaron que la tecnología genera mejores experiencias de contacto en el aula, habilita el aprendizaje personalizado y prepara a los estudiantes para trabajos centrados en tecnología.

Pero expresaron estar preocupados sobre la pérdida de habilidades tradicionales, como la escritura a mano; mucho tiempo de los estudiantes usando dispositivos; y mayor distracción y dispersión.

Dentro de las barreras, citaron la carencia y escasez de herramientas tecnológicas suficientes para dar clase, la preparación inadecuada de los docentes en temas de tecnología, y el herramental tecnológico inadecuado para desarrollar las clases.

En otro eje, un 48% de los docentes encuestados destacó que el foco en la enseñanza deberá ponerse en el aprendizaje emocional y social.

Estas habilidades comprenden la flexibilidad y la adaptabilidad, la iniciativa y la independencia, las habilidades sociales e interculturales, la productividad, el liderazgo y la responsabilidad, precisó el estudio.


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