La presión y la contracultura

Incomodidad y tensión fueron dos estados anímicos que dominaron a los protagonistas del dilatado conflicto docente. Como una medición de fuerzas en un ring, ATEN tapó con un alfombra las grietas internas y resolvió llegar a 32 días de paro y 12 de clases en dos meses.

En el vértice opuesto, el gobierno se desperezó de la estrategia de mirar para otro lado y firmó el decreto que otorga el aumento con la amenaza de descontar los días de paro (lo hace en forma desprolija por la pesada y cómplice burocracia) que sirve más hacia afuera que hacia adentro.

Dos de cada diez pesos que se gastan en el Estado neuquino están destinados al pago de sueldos de los docentes, unos 13.660 millones de pesos previstos para este año antes de que se otorgara el aumento.

La actual gestión política provincial huele el filo de la guadaña del endeudamiento porque, no es para menos, es el principal alimento balanceado que engorda a la oposición que lidera Cambiemos.

A nivel nacional, se posicionó como la cuarta provincia que otorga aumento por decreto, no porcentaje fijo sino cláusula gatillo por inflación. Si el acuerdo fuera por todo el año, como en su momento lanzó en formato de idea un integrante del gabinete provincial, se podría saltar el corralito que fijó Nación del 15%.

Dos elementos que ofician de freno para avanzar más rápido, aunque si se mira la situación a largo plazo cabría esperar que no se cumpliera la condena de repetir errores por desconocer la historia.

Ariel Petrucelli es un profesor de historia e introdujo un concepto de contracultura de la protesta en la provincia. Explica la hegemonía política del MPN en la estructura económica de lo que en forma usual cabría esperar tranquilidad social y escasa presencia de izquierda política. El teórico admite que no hay una explicación estructural convincente a la beligerancia inusual sindical.

Se acerca a una respuesta al fenómeno que describió y menciona que es una consecuencia de una serie de circunstancias relativamente contingentes pero confluyentes. Un espacio social peculiar que hizo posible el desarrollo de una cultura política relativamente singular. No porque sea única –agrega– sino porque hay un proceso de condensación: continuidad e intensidad que en otros sitios se da es escala menor, intermitente y con menor intensidad.

La izquierda no entiende en términos teóricos por qué reina el MPN después de señalar defectos a troche y moche. El MPN tampoco entiende cómo una minoría intensa pueda llegar a poner en riesgo su estabilidad emotiva.

La contracultura que define el escritor neuquino requiere de una modificación de estrategias si es que no se quiere llegar al mismo lugar.

En el 2013 fue la huelga más larga de los últimos diez años con 39 días. La dirigencia gremial lo sufrió y creó antídotos ante la indiferencia a que la somete el gobierno. Por ello es casi diaria la incomodidad que le hacen sufrir al gobernador –que todavía no está entrenado para ocultar sus estados de ánimo– cuando está en un sitio público.

Desde suspender discursos en actos públicos, hasta participar de una misa o caminar por calles de alguna localidad de reducidas dimensiones. Como en el dibujo animado de los 80 donde el perro Droopy se multiplica por cientos tras el malo Joe, quien lo encuentra hasta debajo de las piedras.

Los conflictos docentes están en la mitad de las provincias. La diferencia es que los acontecimientos en Neuquén, la provincia de las puebladas, de Teresa Rodríguez y Carlos Fuentealba, se miran con una lupa. La lupa política del gobierno nacional es, probablemente, la más aguda para la gestión de Omar Gutiérrez.

La devaluación del dólar, el precio del barril de crudo y el artificial valor del gas le garantizan ingresos. Eso en el MPN significa continuidad pero bajo presión de Cambiemos.

La incomodidad que le generan al gobernador las protestas de maestros en actos públicos fue la respuesta a la indiferencia oficial.

El desarrollo del conflicto está bajo la lupa de otras 12 provincias, menos combativas, y de la administración nacional que maneja la caja.

Datos

La incomodidad que le generan al gobernador las protestas de maestros en actos públicos fue la respuesta a la indiferencia oficial.
El desarrollo del conflicto está bajo la lupa de otras 12 provincias, menos combativas, y de la administración nacional que maneja la caja.

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