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Abram: «Con este cepo vamos a una hiperinflación»

Entrevista con el Director Ejecutivo de la fundación Libertad y Progreso, el economista Aldo Abram.

En diálogo con Pulso, el economista Aldo Abram compartió sus puntos de vista sobre la realidad económica nacional.

Aldo Abram, Director Ejecutivo de la fundación Libertad y Progreso.

PREGUNTA: ¿Nos puede contar de la Fundación Libertad y Progreso?
RESPUESTA: Es una fundación joven, resultado de la unión de tres ONGs que difundían las ideas de la libertad. Surgió en 2011, etapa en la que se pretendía imponer un pensamiento único, hasta con una Secretaría de Pensamiento Nacional. Intentamos enfrentar este intento del Gobierno con mayor fuerza y más estructura, y lo logramos. Logramos que muchas de nuestras ideas penetren en la sociedad. Hoy estamos difundiendo entre los espacios políticos que nos escuchan proyectos de reformas estructurales, necesarias para abandonar este camino de decadencia que nos llevó a tantas crisis y probablemente pronto a otra. Casi todos esos espacios políticos son de la oposición. Al Gobierno intentamos llevarle nuestras propuestas y no nos atendió. 

P: ¿Qué opina del programa “Precios Justos”?
R: Los sucesivos gobiernos vienen echando mano a las mismas pócimas mágicas, y como no existe tal cosa como la magia, terminan fracasando. Los países limítrofes, que tienen una inflación de un dígito al año, no domestican a los formadores de precios, lo que tienen son bancos centrales cuya prioridad darles a los ciudadanos una moneda estable y confiable. La prioridad de nuestro Banco Central ha sido, casi siempre, emitir para financiar los excesos de gasto de los gobiernos. Como pasa con cualquier cosa que se produzca más de lo que la gente quiere, el precio del peso baja y nos quitan poder adquisitivo para transferírselo al Gobierno.

P: ¿Cómo cree que se resuelve la inflación en el corto plazo?
R: La clave es que el Central emita lo que la gente demanda y no lo que el Gobierno pide. De ahí se sacan dos conclusiones. Primero, el Central debe actuar de forma independiente y el Estado hacer un ajuste del gasto para no necesitar esos pesos. Segundo, en el fondo hay una crisis de credibilidad de que Argentina pueda ser un país normal en el futuro. Esa credibilidad no se recupera con planes de estabilización o cumpliendo las metas con el FMI, sino con reformas estructurales, con las que vas a tener financiamiento y vas a aumentar la demanda de pesos, que hoy se está destruyendo y hace caer el valor de la moneda.

P: ¿Es posible llegar a las elecciones sin sobresaltos?
R: Lo veo muy difícil. En julio estuvimos en una etapa de sensación “pre-hiperinflacionaria”. La llegada de Massa despertó alguna esperanza, y por eso esa estampida se frenó. Además hubo hubo otras medidas, como un fuerte aumento de las tasas de interés, con las que ahora hay al menos una expectativa de empatarle a la inflación. El problema es que toda la deuda del Estado y del Central está pagando ese interés, con lo que se ha vuelto una bola de nieve fenomenal. La deuda remunerada del Central es más del doble de la base monetaria, y está pagando una tasa altísima. Esas medidas permitieron ganar tiempo, el problema es ¿ganar tiempo para qué? Si no se hacen reformas, cuando se termine ese tiempo los argentinos vamos a estar peor que antes. Tuvimos 22 cepos en el pasado, de los cuales 21 terminaron en crisis cambiarias y monetarias muy graves, y 3 nos llevaron a hiperinflaciones. Estamos jugando con fuego, si seguimos sosteniendo este cepo lo más probable es que vayamos a una hiperinflación.

P: O sea, propone devaluar. ¿Cómo se gestiona el costo social?
R: En todo caso deberíamos hablar de subir el tipo de cambio oficial, porque devaluar, ya devaluaron. Lo que se devalúa es el peso, y le han quitado poder adquisitivo a más no poder. Eso se ve en los tipos de cambio paralelos. Poner un tipo de cambio oficial barato es lo mismo que poner un precio máximo. Si se lo ponés al aceite, encontrás la góndola vacía. Esto no puede hacerse en el mercado de cambios porque es el Banco Central el que llena las góndolas con sus reservas y no puede hacerlo eternamente. Por eso se restringe cada vez más la demanda, igual que en un supermercado. Costo social para salir del cepo vamos a tener que pagar, y esto es culpa de los que lo sostuvieron. Hay que aprender del único cepo de los 22 que no nos llevó a una crisis cambiaria y monetaria, que fue el de Cristina Fernández de Kirchner, porque el nuevo gobierno decidió que había que salirse antes de terminar en una crisis fenomenal. Pero hay que hacer las reformas estructurales, hay que cumplir las promesas, porque si no la gente un día dice “¿no era que íbamos a ser un país normal?” y empieza a irse de la Argentina con sus ahorros y entramos en crisis como en 2018.

P: ¿Qué reformas proponen?
R: Hay más 1.000 organismos en el Estado nacional. En casi todos los ministerios están casi las mismas secretarías que se ocupan de las mismas cosas. Proponemos armar un Estado de cero, ver cuáles son las funciones que debe tener, y que haya, como mucho, 8 ministerios y que no haya más subsecretarías. A partir de esto eliminar un montón de cargos porque hay mucha gente que no cumple un rol útil. Esas personas pasarían a disponibilidad. Van a su casa y cobran el sueldo, y proponemos que eso en vez de un año sean dos, para que en ese tiempo se las capacite para que pueda pasar al sector privado productivo. Y si un empleador toma a una estas personas, que el Estado le pague sus contribuciones patronales. Ahí gana todo el mundo. El empleador y el Estado van a tener un menor costo laboral y el empleado un trabajo en que va a cobrar más. Todos nosotros ganamos también, porque ese señor que antes nos complicaba con un sellito innecesario, ahora está produciendo bienes y servicios. Después de eso hay que hacer una reforma tributaria, ya que en la medida que vas bajando el gasto público, vas a ir bajando los impuestos para atraer inversores. Y otro punto fundamental es hacer base cero las regulaciones, ver cuáles son necesarias y todas las demás se derogan. Con esto, más una reforma laboral, tenés el combo como para darle a la Argentina una oportunidad.

P: ¿Qué visión tiene del presente y futuro de Vaca Muerta?
R: Vaca Muerta es la clara muestra de lo que todo lo mal que se está haciendo en Argentina, porque para que se desarrolle como se está desarrollando le armaron un microclima, le dieron una legislación laboral y un tratamiento impositivo como la gente, una desregulación. Y anda mejor que el resto del país. Si las medidas que proponemos están dando éxito ahí, ¿no es evidente que si las implementamos para todo el país también van a dar éxito?


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