Acciones inmediatas para mitigar el cambio climático

Garantizar un uso óptimo del agua y fortalecer la producción son medidas de adaptación y mitigación al cambio climático. Es el objetivo del INTA, junto a productores de la agricultura familiar.

Por INTA Bariloche

Familiar. El objetivo del programa son las pequeñas unidades productivas de la región.

Debido a la agudización de las variaciones climáticas registradas en las últimas décadas, desde 2019, el INTA forma parte del proyecto Euroclima+, un programa de la Unión Europea sobre sostenibilidad ambiental y el cambio climático con América Latina que focalizó sus acciones en tres sitios de la Argentina y uno de Colombia para identificar medidas de adaptación al cambio climático junto con las familias productoras de alimentos.


“Hicimos un análisis de riesgo climático en talleres participativos analizando la realidad socioeconómica de 200 familias, y en base a eso percibimos varios riesgos climáticos relacionados sobre todo a eventos extremos como inundaciones o sequías”, explicó Iris Barth –miembro del grupo Resilientes del INTA-CIPAV–.


Las categorías definidas para trabajar los proyectos fueron biodiversidad, acceso al agua y fortalecimiento organizacional, en donde se trata de fortalecer el acceso a mercados de comercialización e información.
La sistematización de todo el proceso, tanto la parte del análisis de riesgo climático participativo con las familias productoras como la implementación de las medidas, tienen como fin producir un producto final que será entregado a los organismos públicos para planificar estrategias de adaptación y mitigación del cambio climático.

El objetivo es que las familias permanezcan en el territorio y trabajen su tierra para obtener verduras frescas y pasturas para sostener sus animales.


Como patrones generales, la Patagonia presenta un clima frío y seco.
La temperatura media anual varía de 15 °C en el noreste a 3 °C en el sur, y las escasas precipitaciones (<300 mm en ~ 80 % de la región) muestran un claro patrón estacional: cerca del 46 % de las precipitaciones están concentradas en invierno y existe un fuerte déficit hídrico en verano. Además, la mayor parte del área (87 %) puede ser considerada como Tierras Secas (33 % áridas, 51 % semiáridas y 3 % secas subhúmedas); las bajas precipitaciones de verano están acompañadas por persistentes e intensos vientos del oeste.


En efecto, la Patagonia forma parte del 5 % de las tierras más ventosas del mundo.
Para Patagonia Norte, las proyecciones generales del cambio climático en escenarios de emisiones medias y para un futuro cercano 2015-2039 incluyen un aumento del promedio anual de las temperaturas media, mínima (entre 0 y 1,5 °C) y máxima (entre 0,4 y 1 °C).


Además, se espera un incremento en la frecuencia anual de heladas (entre 10 y 15 días más) y una mayor cantidad de días secos consecutivos con precipitaciones menores a 1 mm en la mayor parte de la región, excepto para algunas localidades, donde aumentarían.

Se buscó diversificar los sistemas productivos para optimizar la eficiencia de captura, almacenaje y utilización del agua, fijando y secuestrando carbono orgánico en los suelos y la vegetación.

Paula Ocariz, jefa de la agencia de extensión del INTA Bariloche


En el marco de la emergencia hídrica en esta región, el INTA Bariloche trabaja con productores que se dedican al cultivo de hortalizas en valles y a la ganadería ovina en zonas de pastizal natural de baja productividad. “Los mallines que son las áreas húmedas, en general no superan el 3 o 4 %, por lo que se trata de una zona árida”, mencionó Paula Ocariz, jefa de la agencia de extensión del INTA de esa ciudad.

Ocariz, coordinó el sitio de intervención del Proyecto Resilientes en Patagonia Norte, y explicó el alcance y potencial de esta iniciativa: “se diseñaron, implementaron, evaluaron y sistematizaron medidas que mejoren la resiliencia frente a sequías, inundaciones, incendios y eventos extremos. Se buscó diversificar los sistemas productivos para optimizar la eficiencia de captura, almacenaje y utilización del agua, fijando y secuestrando carbono orgánico en los suelos y la vegetación”.


El objetivo de este proyecto es que las familias puedan permanecer en el territorio y trabajar su tierra para obtener verduras frescas y pasturas para sostener sus animales, así como acceder a algunos circuitos cortos de comercialización de ciudades cercanas.

Goteo. El sistema de riego que se instaló en los invernaderos de las familias productoras.


Estamos en emergencia hídrica tras más de 13 años de sequía continuos con algunas alternancias, con un volcán en el medio que sepultó vertientes, entonces eso genera claramente un contexto complejo en todo lo que tiene que ver con el acceso y el uso del agua”, dijo Ocariz.


La región es una estepa árida donde el régimen de precipitaciones varía de entre 150 a 300 milímetros anuales, allí se instalaron sistema de riego por goteo en los invernaderos y aspersores de baja presión para las pasturas y producción a campo.


La especialista agregó además que “se captaron cursos de agua que no estaban siendo utilizados porque la implementación de este tipo de medios es muy costosa para los productores, entonces el proyecto nos permitió mejorar el uso de ese recurso y su almacenaje”.

Dato

10/15
La cantidad de días con heladas que se sumarán al año a raíz del cambio climático que tiene lugar.

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