¿Cual es la empresa pública neuquina más deficitaria?

Uno de los grandes problemas que presentan las finanzas provinciales es el rojo permanente que tienen la firmas estatales. Radiografía de la que más transferencias necesita para poder funcionar.

Los números que presenta el Ente Provincial de Agua y Saneamiento del Neuquén (EPAS) son realmente preocupantes.

Las proyecciones detallan que, durante este año la empresa recibiría del Tesoro provincial y otros organismos más de 6.600 millones de pesos para poder funcionar y continuar con sus obras de infraestructura. Un número no menor teniendo en cuenta que el total de gastos estimados por la estatal para todo el 2022 alcanzaría los 7.700 millones de pesos.


El nivel de autofinanciamiento es tan bajo que solo el 14% del total de sus egresos presupuestarios llegan a través de sus recursos propios, es decir, generados por la misma empresa que vende el servicio. En este punto, se puede decir que el EPAS es la firma del estado neuquino que mayores desequilibrios presenta en sus balances.


Para tener una idea de los montos que estamos hablando el EPAS tiene un presupuesto anual 60% mayor al que maneja la Legislatura o equivalente al 50% de lo que gasta la Provincia en su Policía y Seguridad Interna.


¿Cuáles son las causas de este desfinanciamiento?


El problema que presenta el EPAS con su contabilidad tiene varias aristas. Las que se mencionan a continuación son tan solo algunas.

-Ingresos propios. La recaudación es marginal por los bajos niveles de facturación que tiene la empresa. Carecer de una adecuada micro medición (medidores en las viviendas) determina que los usuarios terminen abonando mucho menos de lo que deben pagar por el servicio. En toda la Provincia el EPAS tienen poco más de 99.500 usuarios, concentrándose más del 80% en Neuquén capital. Del total de usuarios, solo el 7% tiene medidores en sus viviendas. El restante 93% son usuarios con servicio estimado que, por lo general, contemplan niveles de consumo muy por debajo de los que verdaderamente registran. Las estadísticas avalan este desvío. Según un reciente informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) una persona requiere de 100 litros de agua al día (5 o 6 cubetas grandes) para satisfacer sus necesidades, tanto de consumo como de higiene. En Neuquén, según las fuentes del EPAS, ese valor promedio se multiplica por seis veces.


-Alta inversión. El fuerte salto demográfico que está reflejando la capital neuquina y otras localidades del interior en estos últimos años, se reflejan -entre otras cosas- en los problemas de infraestructura que sufre la Provincia. La distribución de agua potable y red cloacal, son parte de este cuello de botella. El balance que presenta el EPAS -cierre presupuestario ejecutado 2021- detalla que los ingresos de capital sumaron poco más de 790 millones de pesos. Todos estos fondos llegaron a través de proyectos de financiamiento del Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento (Enhosa). Otra enorme suma de dinero llegó al EPAS a través de las contribuciones figurativas para financiamiento de capital que, el año pasado, terminaron por ejecutarse cerca de 560 millones de pesos y fueron aportadas por el Tesoro provincial. Estos dos ingresos suman 1.350 millones de pesos que fueron destinado principalmente a obras y representa cerca del 30% del total del gasto ejecutado por la empresa pública durante el ciclo fiscal 2021.

-Salarios. Uno de los rubros que tiene una participación muy importante dentro del gasto total que ejecuta el EPAS es el de los salarios. Según datos oficiales, durante el año pasado se ejecutaron cerca de 1.800 millones de pesos, una cifra 30% superior a las inversiones que realiza la empresa en obras de infraestructura y un valor que representa el 37% del total del gasto consolidado para 2021. Para este año, las proyecciones reflejan que la masa salarial saltaría por encima de los 2.800 millones de pesos, que es sostenida en una gran proporción por transferencias corrientes que llegan del Tesoro Provincial. La incidencia de esta partida en el presupuesto es importante (en participación porcentual) y también es crítica por la poca flexibilidad a la baja que presenta. En la actualidad los recursos propios que genera el EPAS solo le alcanza para sostener el 50% del gasto en masa salarial. En relación con la cantidad de empleados públicos, la plantilla de personal se mantuvo relativamente estable en todos estos últimos años. En 2022 se estima que llegará a los 700 trabajadores. El costo salarial promedio que tiene el EPAS se lo ubica en los 322.300 pesos para este año.

-Conciencia social. Este es uno de los puntos críticos que presenta el sistema. Para una importante proporción de la sociedad neuquina, el servicio de agua potable debe ser un servicio que tiene que estar subsidiado 100%. Nadie pone en duda que, en las zonas donde verdaderamente se necesita, el Estado debe estar para poder subsidiar la llegada del servicio a las viviendas. Pero observamos como sectores de alto y medio poder adquisitivo se acoplan a esta demanda de subsidios cuando tienen la capacidad de pago para hacer frente a sus gastos. La falta de solidaridad que existe en el sistema es realmente alarmante. Y esto queda plasmado en que solo el 7% de las viviendas a las que le llega el servicio de agua potable que brinda el EPAS tiene medidores. En la corta historia de esta empresa pública existen dos ejemplos -entre otros tantos – en los que se refleja la reacción de parte de una sociedad que no acepta el pago del servicio. Hace ya varios años la Provincia obtuvo a un crédito para ampliar el tendido de la red de agua potable a la zona del oeste de la capital neuquina. El mismo exigía la colocación de medidores en cada vivienda que accedía al servicio, los que fueron colocado en la medida que avanzaba la obra. Finalizado el trabajo, en menos de una semana los medidores fueron vandalizados e inutilizados con el objetivo de que no registren los consumos. Otro de los casos emblemáticos, se observó en la zona de los alrededores del Barrio Copol e Industrial de la ciudad de Neuquén. Allí el EPAS comenzó a poner los medidores, pero una medida cautelar presentada ante la justicia por un vecino freno el proceso control del consumo en esas viviendas de clase media. Todo muy lamentable.


La necesidad de urgentes cambios


Neuquén es una de las provincias argentinas donde más participación el Estado tiene en la economía. La desproporcional cantidad de ministerios, secretarías, empresas públicas, entes oficiales y organismos ligados a lo estatal, recortan el dinamismo que puede dar la participación privada. Es un Estado poco ágil, ineficiente en la distribución de sus recursos y, en muchos casos, está ausente de funciones que son de su real competencia. El EPAS es tal vez uno de los ejemplos más emblemáticos dentro de este contexto: otorga servicios gratis a una parte importante de la población que lo puede abonar solidariamente, negando la posibilidad que esos fondos sean destinados hacia sectores sociales que más los necesitan. Paradojas de una provincia rica en recursos naturales que mantiene niveles de marginalidad social inéditas dentro de las estadísticas que presenta su corta historia.


Martin Herrera: “Estamos buscando eficientizar la gestión”


El presiente del EPAS, Martín Herrera, abrió las cuentas del organismo. Es consciente que llevará años revertir el rojo que refleja el presupuesto. “Hoy es el Gobierno Provincial el que nos permite seguir funcionado con sus transferencias”, comenta con tono de agradecimiento, pero a su vez con cara de preocupación.

Herrera es un funcionario de carrera en el EPAS por lo que tiene en claro cuáles son los cuellos de botella que tiene la empresa para poder salir de este círculo vicioso.

-P: ¿Cómo se sale de este complejo escenario?

-MH: Lo primero que hay que entender que los servicios de agua potable nunca han sido rentables. No solo en nuestra región; en el país y en todo el mundo reciben una participación importante de subsidios para poder funcionar. De ahí que la mayoría de las empresas están en manos estatales o son privadas con aportes públicos. Los niveles de inversión en infraestructura son muy elevados, los que difícilmente pueden ser compensados con los ingresos.

-P: Pero en el caso del EPAS, ¿no se puede mejorar su situación?

-MH: Por supuesto. En eso estamos. Pero este trabajo no es de un día para otro. Se necesita tiempo y una estrategia de corto y mediano plazo que es la que estamos implementando.

-P: ¿En qué consiste?

-MH: En principio eficientizar la estructura del gasto que hoy tenemos. Hemos avanzado en eso, pero los costos de la energía han eliminado toda esta posible mejora que podíamos mostrar.

-P: ¿Por qué?

-MH: Eficientizamos nuestro sistema de bombeo y eso nos permitió bajar la demanda de energía un 5%, pero los costos de la energía saltaron más del 400% en los últimos doce meses y eso pulverizó la mejora mencionada. Es muy difícil trabajar con una macroeconomía que no ayuda: inflación cercana al 90% o subas impensables en la energía. Eso deja fuera de juego a cualquier empresa de servicio como la nuestra.

-P: ¿No es preocupante que los ingresos propios ni tan siquiera cubran las partidas de masa salarial?

-MH: Si, sobre eso también estamos trabajando junto a Economía. Nuestra gestión prevé la colocación de nuevos medidores en parte importante de la población y con ello mejoraremos sensiblemente nuestros recursos. Evaluamos la posibilidad de recurrir a los créditos del Enhosa para vehiculizar esta obra. No es fácil, pero está claro que es la manera más razonable de poder tener más ingresos. Estamos previendo trabajar con presupuestos plurianuales en los cuales se aumentan los ingresos hasta completar, en una primera etapa, la partida de salarios. El nivel de medidores sobre el total de usuarios es muy bajo y aquí hay mucho trabajo por hacer.    


EPAS: números que muestran varios desvíos


Si bien las comparaciones resultan casi siempre odiosas, en este caso es importante mostrar algunos indicadores como para entender algunos de los desvíos que muestra la empresa estatal neuquina.

La comparación se hizo con la firma Aguas Rionegrinas, una sociedad anónima con el 100% de participación estatal. Según detalla la reseña histórica de la empresa, el Contrato de Concesión de los servicios a Aguas Rionegrinas Sociedad del Estado (ARSE) fue celebrado con fecha 28 de julio de 1998 con un plazo de vigencia de 30 años. En el año 1999 y a fin de proporcionar mayor flexibilidad en la gestión de la Empresa, la Legislatura Provincial autorizó mediante Ley Nº 3309 la constitución de Aguas Rionegrinas Sociedad Anónima con el objeto de prestar el servicio de Agua Potable y Cloacas concesionados oportunamente a ARSE; el Estatuto de Aguas Rionegrinas SA fue aprobado a través del Decreto Provincial Nº 108/2000.

El trabajo toma como referencias solo índices cuantitativos, que tienen en cuenta, tal como su nombre lo indica, cantidades comparativas y no calidad del servicio u objetivos logrados por la empresa. Entender los indicadores cuantitativos -y cualitativos- es un ejercicio obligatorio para cualquier empresa. Con el análisis de cada uno de los datos y la información disponible se pueden iniciar procesos que ayuden a determinar cuál debería ser la preocupación principal de la empresa y cómo mejoraría introduciendo cambios en estos indicadores.

Algunos puntos importantes de esta estadística:

-Tal vez el dato más llamativo, es la cantidad de medidores de agua que tiene colocados cada una de las empresas. La firma estatal rionegrina tiene cerca de 160.000 sobre un total de 233.126 usuarios. Una simple cuenta nos refleja que poco más del 66% del sistema cuanta con este mecanismo de medición y control del uso del agua potable. Los números sobre esta variable son realmente decepcionantes. Solo el 7% de los usuarios del EPAS tienen conectado un medido. Esto significa que poco más de 7.000 viviendas cuentan con este control habiéndose colocado más de 50.000 en toda la Provincia, pero -por vandalismo o acciones judiciales- no están en funciones.

-La empresa ARSA más que duplica la cantidad de usuarios que el EPAS. Esto conlleva a señalar que el costo que logra la empresa rionegrina por usuario es de 21.560 pesos contra 48.939 pesos por usuario que refleja Neuquén, tomando para este último caso los datos ejecutados para este caso del año anterior. En definitiva, este indicador refleja que el costo por usuario es más del doble en el EPAS respecto del consolidado ARSA.

-Otro dato que marca importantes diferencias en el nivel de transferencias de terceros que necesita una y otra empresa para poder funcionar. Tomando los datos del proyecto de presupuesto para el 2022 los recursos propios de la firma ARSA le permite financiar el 45% del total de sus gastos. Este indicador se desploma al 14% cuando se toma la base presupuestaria del EPAS.  


Los mencionados son tan solo tres indicadores que se tomaron al azar para comparar el comportamiento entre ambas empresas. Con los datos que se reflejan en el cuadro adjunto se pueden sacar muchas más conclusiones sobre el funcionamiento de ambas firmas estatales.


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