Diatomita en Río Negro: las plantas de Jacobacci cumplen la normativa ambiental

La Secretaría de Ambiente de la provincia fiscalizó las instalaciones y verificó que las operaciones de control vigentes. 

En el corazón de la Región Sur, una actividad minera avanza con bajo perfil, sin generar los conflictos que suelen rodear al sector. Se trata de la diatomita, un recurso natural cada vez más valorado por su uso industrial y agropecuario. Esta semana, la Secretaría de Ambiente de Río Negro fiscalizó las plantas ubicadas en Ingeniero Jacobacci y confirmó que cumplen con las normativas ambientales vigentes, en una inspección que incluyó recorridas técnicas y verificación documental.

Las plantas de diatomita son instalaciones donde se tritura la diatomea, un mineral muy liviano y poroso proveniente de un alga microscópica fosilizada que al sedimentar en depósitos naturales se convierte en una roca silíce. Se extrae de yacimientos cercanos y luego, a través de distintos procesos, se transforma en productos que luego se comercializan tanto en el país como en el exterior. Este mineral tiene usos que van desde piedras sanitarias para gatos, hasta insumos para el agro, el petróleo o el control de plagas.

En diálogo con Diario RÍO NEGRO, Nicolás Jurgeit, subsecretario de Control y Fiscalización Ambiental de la provincia explicó que, ante el aumento de la producción por la creciente demanda, hay “una mayor presión sobre los recursos naturales” y una serie de cambios en los procesos productivos. 

Es por ello que la fiscalización que realiza la Secretaría de Ambiente y Cambio Climático es muy importante: “busca que las empresas cumplan con sus obligaciones ambientales y que ese crecimiento no se dé a costa del ambiente, sino que se mantenga un equilibrio entre la actividad económica y el cuidado del entorno natural”, indicó Jurgeit. 

Plantas de diatomita

8
en Ingeniero Jacobacci hay dos plantas dentro del área urbana y seis más en los yacimientos cercanos. Muchas de estas plantas datan de los años 80.

Según explicó el funcionario, durante las inspecciones se revisan tres partes fundamentales de las plantas: el sistema de triturado, evaluando que funcione de manera eficiente, pero que a la vez lo haga “minimizando las emisiones de polvo que pueda generar”; la gestión de residuos, “ya que el proceso productivo genera diferentes tipos que deben ser correctamente tratados y dispuestos”; y el manejo del mineral ya que tiene características muy volátiles.

Esta última inspección tiene una gran importancia ya que en Jacobacci se caracteriza por ser una zona donde el viento es constante por lo que el modo en que se acopia y traslada el material es fundamental para evitar que se disemine en el ambiente. 

“La idea es que, aun cuando una zona deje de explotarse, se tomen medidas para recuperar el espacio y reducir los efectos ambientales que pudo haber tenido la actividad»,

Nicolás Jurgeit, subsecretario de Control y Fiscalización Ambiental de Río Negro.

Jurgeit destacó que el trabajo de control se realiza junto con los productores para que adopten prácticas que reduzcan al máximo ese impacto mientras que a la vez se revisaron los planes de remediación de las áreas que ya no están en actividad, tanto de plantas como de yacimientos.

La suspensión del polvo uno de los mayores desafíos


El subsecretario de Control y Fiscalización Ambiental de Río Negro explicó que a las empresas se les solicita que implementen varias medidas, como «la mejora en las líneas de producción, la reducción del movimiento innecesario de maquinaria pesada dentro de las plantas, y un manejo más ordenado y eficiente del acopio de mineral».

En Jacobacci hay seis plantas de diatomitas. (Foto: Gobierno de Río Negro)

También se exige a los productores planes concretos de acción y plazos para su cumplimiento, según indicó Jurgeit. Dentro de las medidas- que se indican en los informes de fiscalización-se requiere la instalación de filtros de mangas u otros sistemas que eviten que las partículas más finas se liberen al ambiente.

Además, agregó que se generan espacios de intercambio técnico para «mejorar las condiciones operativas sin descuidar la rentabilidad del productor» y «apuntando siempre a que el desarrollo de la industria vaya de la mano con la protección del ambiente».


Certificado según norma CWA 17493
Journalism Trust Initiative
Nuestras directrices editoriales
<span>Certificado según norma CWA 17493 <br><strong>Journalism Trust Initiative</strong></span>

Comentarios