Fuertes déficits sufren las empresas públicas neuquinas

Generaron el año pasado un gasto total -ajustado al cierre de mayo de este año- superior a los 26.000 millones de pesos, una cifra que representa poco más del 50% del total de las erogaciones presupuestarias proyectadas en el sistema de Salud provincial.

No es noticia que Neuquén, en todos estos últimos años, se destacó por ubicarse entre las provincias del país con el mayor gasto público per cápita.

Esto puede tener dos interpretaciones extremas. La primera, que la mayor parte de sus ciudadanos gozan de un estado de bienestar pleno por los montos que se distribuyen para lograr este objetivo. La segunda, que muy poco de las enormes transferencias públicas que se redireccionan para sostener los servicios de Educación, Salud, Seguridad e inversiones en infraestructura llegan finalmente a destino y, por lo tanto, lejos quedan estas expectativas de bienestar mencionadas en el primer punto. En el medio de estos dos extremos, existen cientos de interpretaciones en las que se puede encuadrar el funcionamiento del Estado neuquino.


Independientemente de ello, hay números que llaman la atención. Hoy la Provincia al margen de tener su estructura administrativa central tradicional -como cualquier otro Estado subnacional del país- cuenta con 13 ministerios, la cifra más alta entre los Gobiernos patagónicos y lejos de los 7 ministerios que tiene Mendoza o los 9 que concentra para su funcionamiento La Pampa, si la ubicamos fuera de la región patagónica.


Pero no satisfecho con esta supraestructura ministerial, el Gobierno de Neuquén tiene dentro de su organigrama una veintena de organismos descentralizados, institutos, agencias, y otras tantas empresas públicas que generan año atrás año importantes erogaciones, partidas que salen mayoritariamente del Tesoro provincial.


Tomando como definición troncal de empresa del Estado neuquino a aquella que tiene alguna actividad comercial; y sobre esta base, a las que no consolidan presupuestariamente en la contabilidad pública y las que son definidas como organismos descentralizados (por ejemplo: EPAS, EPROTEN y EPEN), encontramos varias empresas importantes, entre otras menores. Algunas de ellas fueron creadas para cumplir un rol social ya que brindan servicios en lugares donde el sector privado no llega. Pero la mayoría muestran altos grados de ineficiencia con desequilibrios presupuestarios muy importantes.


Historiadores detectan que la génesis del Estado empresario puede ser entendida como un proceso histórico relacionado con los proyectos de desarrollo.



Gran parte de los historiadores detectan que la génesis del Estado empresario en Neuquén puede ser entendida como un proceso histórico directamente relacionado con los proyectos de desarrollo. Gran parte del crecimiento en número de las empresas estatales seguramente no fue una consecuencia buscada, sino que responde a ciclos económicos y políticos bien definidos, entre los que se destacan como más importantes el inicio del desarrollo de la Provincia a partir de 1950, su consolidación a partir de los 70 y las privatizaciones de empresas en la década del 90.


Pero claramente, el improvisado proceso de creación y absorción de empresas estatales no fue acompañado por la construcción de una burocracia moderna. Uno de los principales problemas que enfrentó este tipo de estructura fue la falta de autonomía respecto del poder político. En los últimos años esta dependencia se profundizó impactando negativamente en la eficiencia de sus servicios.

Números importantes


Volviendo a los fríos datos que reflejan los balances, las empresas públicas neuquinas generaron el año pasado un gasto total -ajustado al cierre de mayo de este año- superior a los 26.000 millones de pesos, una cifra no menor teniendo en cuenta que representa poco más del 50% del total de las erogaciones presupuestarias proyectadas en el sistema de Salud provincial para todo el año en curso.


Este número no contempla los fondos manejados por el Instituto de Seguridad Social de Neuquén (ISSN) y otros organismos estatales que merecen un párrafo aparte por la magnitud que presentan (ver recuadros).


La mayor parte de las empresas públicas muestran importantes desequilibrios en sus balances por lo que los aportes del Tesoro Provincial son clave para poder sostener su funcionamiento. Miles de millones de pesos todos los años se transfieren con este objetivo. Todos fondos aportados por los impuestos que pagan los neuquinos.


Este tipo de empresas (Sociedades del Estado o Sociedades Anónimas con participación mayoritaria del Estado) están bajo la órbita de los distintos ministerios que existen en la Provincia, aunque algunas de ellas tienen un grado de autonomía muy amplio sobre el manejo de sus fondos, lo que genera innumerables puntos grises en materia de controles. Inclusive existen acusaciones de que muchas de ellas se usan como caja para la política.


Poco más de 9.500 millones de pesos -valor de cierre de los balances de 2021- se orientan al pago de salarios de los empleados que trabajan en cada una de estas dependencias oficiales.
Esa cifra trepa hoy a 12.500 millones, actualizada a mayo de este año. Lo llamativo es que, entre el pago a los directivos y honorarios de servicios no definidos, las empresas públicas neuquinas destinan poco más de 330 millones de pesos.

Casos emblemáticos


Analizando los balances consolidados de 2021 de las principales empresas neuquinas, que no consolidan presupuestariamente en la contabilidad pública, las pérdidas globales alcanzan los 980 millones de pesos (ver infograma adjunto). Actualizada esta cifra a mayo del corriente, el numero salta a un rojo de 1.430 millones de pesos.


Tres ejemplos a continuación intentan definir, de cierta manera, tres perfiles de empresas que hoy existen en Neuquén: aquellas que generan utilidades, las que reflejan recurrentes pérdidas y las que se sostienen por su rol social clave.


-Gas y Petróleo del Neuquén S.A. (G&P). Sus estados financieros reflejan que alcanzó durante el año 2021 un promedio de producción neta de 147.000 metros cúbicos día de gas y 134 metros cúbicos de líquidos, lo que representó ingresos por 2.568 millones de pesos ajustados por inflación. Estos importantes ingresos fueron determinantes para lograr una ganancia en el ejercicio de 530,5 millones de pesos. Si bien la cifra es importante, refleja una caída -respecto de los resultados alcanzados en 2020- del orden del 52%. Los datos consolidados en el balance destacan que la partida de salarios totalizó el año pasado los 295 millones que, si se suman los aportes sociales, la cifra alcanza los 343 millones de pesos. El dato interesante es que de honorarios para directores, síndicos y profesionales la empresa destino poco más de 32 millones de pesos.


-Corporación Forestal Neuquina S.A.(Corfone), se encuentra en el otro extremo. De acuerdo con su Estatuto Social tiene a su cargo el conjunto de actividades que contribuyen al desarrollo forestal de la Provincia, abarcando tareas que incluyen desde la siembra de semillas en un vivero, plantación, intervenciones intermedias (podas y raleos) para la producción de madera de calidad, entre otras funciones. El balance de la empresa -con cierre al 30 de agosto de 2021- refleja una pérdida en el ejercicio de 1.152,1 millones de pesos. La cifra actualizada a mayo de este año alcanza a los 1.610 millones de pesos. La firma destinó durante 2021 poco más de 670 millones de pesos en salarios.


-Hidrocarburos del Neuquén S.A. (Hidenesa). Es una empresa interviene el sector de la distribución de gas en localidades que no representan un interés comercial para las compañías privadas. El estado de resultado refleja una pérdida para el ciclo 2021 cercano a los 165 millones de pesos; un valor muy elevado teniendo en cuenta que durante el año anterior había logrado un rojo cercano a los 10 millones de pesos. Claramente el déficit estructural que presenta la empresa se debe al rol social que tiene sobre sus espaldas, clave para una mejor calidad de vida a los habitantes de localidades de los centros urbanos.
Cuando se analiza la enorme cantidad de empresas, organismos, institutos y agencias que están bajo la órbita del Estado neuquino, y la enorme cantidad de fondos que año tras año se destinan para su funcionamiento, emerge el debate sobre la posibilidad de reestructurar este esquema que fue puesto en marcha hace décadas y hoy queda totalmente desfigurado con la realidad que presenta Neuquén desde el punto de vista económico y social. Pero para ello se necesita consenso político, algo que hoy no está en la agenda de la mayor parte de los partidos.

Institutos que sobreviven con el aporte estatal

Dentro del organigrama del Estado neuquino se encuentra uno de los organismos autárquicos, que maneja, según los datos del cierre presupuestario del año pasado, poco más de 71.000 millones de pesos. Se trata del Instituto de Seguridad Social del Neuquén (ISSN). El déficit que presentó el ejercicio 2021 fue de 2.250 millones de pesos, cifra que representa un 125% superior al rojo que obtuvo el organismo en 2020.


El Instituto Autárquico de Desarrollo Productivo (IADEP) fue otro de los organismos que mostró fuertes desequilibrios en sus balances. Según señala el Gobierno es una herramienta Provincial que propicia y contribuye al desarrollo integral en los diversos sectores productivos, el despliegue de la inversión privada y el crecimiento de la economía real. Datos oficiales destacan que los desequilibrios de este organismo alcanzaron los 96,3 millones de pesos multiplicando por seis el rojo del año anterior.


Por su parte, el Instituto Provincial de Juegos del Azar (IJAN) mostró un superávit de 324 millones de pesos, uno de los organismos de esta categorización que muestra números positivos.

Las enormes transferencias que percibe el EPAS

La caracterización de los organismos descentralizados del Estado neuquino está dada por como consolidan presupuestariamente al momento de contabilizar sus gastos. Todos ellos están en la Cuenta General de Inversión como aquellas empresas que prestan distintos servicios como es el caso del Ente Provincial de Agua y Saneamiento (EPAS), del Ente Provincial de Termas del Neuquén (EPROTEN) y del Ente Provincial del Energía del Neuquén (EPEN).

El EPAS da servicios en distintas localidades de la Provincia.


Durante el año pasado manejo un presupuesto de poco más de 4.900 millones de pesos, pero solo logró ingresos corrientes por ventas de servicios por unos 810 millones de pesos, valor que representa menos del 50% del total de erogaciones en masas salarial de la empresa.


Los recursos más importantes llegaron de la mano de créditos financiados por el Ente Nacional De Obras Hídricas De Saneamiento (ENHOSA) que aportó cerca de 800 millones de pesos y transferencias del Estado Provincial por más de 3.300 millones de pesos.


El caso de EPROTEN muestra la misma tendencia sobre sus números presupuestarios. Ingresos propios muy restringidos y transferencias del gobierno para poder equilibrar los enormes desvíos que presenta. El presupuesto del año pasado detalla que del total de ingresos (1.203 millones de pesos) solo el 2% fue cubierto con ingresos genuinos generados por la venta de servicios. El restante 98% llegó de la mano de contribuciones figurativos que son los aportes que hace el Estado provincial. Hay que destacar que poco más de 1.120 millones de pesos se lo lleva el gasto en salarios para mantener la empresa.


Por último, está el caso del EPEN que muestra presupuestos algo más equilibrado o por lo menos con menos transferencias desde el Estado provincial. Según refleja el presupuesto 2021 la empresa solo fue asistida con solo el 5% del total de sus ingresos.


No es noticia que Neuquén, en todos estos últimos años, se destacó por ubicarse entre las provincias del país con el mayor gasto público per cápita.

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