La foto de Javier Milei y Donald Trump dejó más interrogantes que certezas
El mandatario norteamericano condicionó la ayuda a la Argentina a un triunfo de la Libertad Avanza el 26 de octubre. El principal interrogante es ¿cuál es el resultado que el gobierno necesita en la elección para destrabar la asistencia? El mercado interpreta que los cambios tras las elecciones, siguen siendo inevitables.
Un conocido dicho popular señala que «no se cosechan las uvas antes de plantarlas». Parafraseando el refrán: no se festejan los resultados antes de que los resultados se concreten. En buena medida, es exactamente eso lo que sucedió ayer en torno a la cumbre entre Javier Milei y Donald Trump.
El gobierno se adelantó a dar por hecho el apoyo financiero de los Estados Unidos antes de la reunión, e incluso las usinas de información oficial dejaron trascender que tras la reunión habría anuncios concretos. Las pantallas mostraban euforia en la mañana del martes, al calor de la posibilidad de un acuerdo comercial entre Argentina y Estados Unidos, o incluso ante la chance de una asistencia financiera directa del Tesoro de los Estados Unidos.
Finalmente, no solo los anuncios no sucedieron, sino que en la reunión con Trump, quedó claro que el apoyo llegará sí y solo sí, La Libertad Avanza gana las elecciones. Es la tercera vez en solo tres semanas, que el mercado sobre reacciona positivamente ante rumores o anuncios, y que apenas unas horas después la tendencia alcista se revierte y se re instala la incertidumbre.
La primera tuvo lugar cuando se anunciaron las retenciones cero hasta fines de octubre, la segunda cuando el Secretario del Tesoro de los Estados Unidos, Scott Bessent, anunció por primera vez las distintas líneas de ayuda potencial a la Argentina, y la tercera sucedió ayer, previo a la reunión de Javier Milei con Donald Trump en la Casa Blanca. En las tres oportunidades subieron los bonos, cayó el riesgo país, y se moderó la cotización del dólar. Y en las tres oportunidades, la euforia duró apenas unas horas. En la mañana del miércoles vuelve a subir el riesgo país y vuelve a acelerar el dólar.
Es la tercera vez en solo tres semanas, que el mercado sobre reacciona positivamente ante rumores o anuncios. En las tres oportunidades subieron los bonos, cayó el riesgo país, y se moderó la cotización del dólar. Y en las tres oportunidades, la euforia duró apenas unas horas.
Lo concreto es que hasta el momento, lo único que existe de parte de los Estados Unidos es una promesa condicional. Con la excepción de la compra directa de pesos que realizó el Tesoro de los Estados Unidos el pasado jueves cuando se agotó el poder de fuego del Tesoro argentino para contener el dólar por debajo de la banda superior, no ha habido hasta hoy ayuda material alguna de parte de los Estados Unidos.
Como si fuera un experto jugador de truco que se sabe con la carta ganadora en la mano, lo que cantó Trump ayer fue «quiero ver». La ayuda está condicionada a que el presidente Javier Milei logre recoger dentro de su propio país los apoyos necesarios para las reformas pendientes: tributaria, laboral, previsional. Con la lógica propia de alguien que sabe de negocios, lo que busca Trump es «una inversión libre de riesgo».
Justo en Argentina, donde el riesgo suele devorarse en apenas unos instantes al más vezado de los proyectos políticos. En otras palabras, Milei fue a la Casa Blanca a buscar el apoyo financiero que necesitaba para ganar las elecciones, y regresó con la necesidad de ganar las elecciones para tener el apoyo financiero.
Lo que reconoció Scott Bessent ayer, es que la condición que impondrá Estados Unidos para la asistencia financiera a la Argentina, no es económica sino geopolítica. Estados Unidos ve en la ayuda económica al gobierno de Javier Milei, una oportunidad de bloquer la presencia china en Sudamérica.
Sin embargo, la foto de hoy es aún más incierta que la de la semana pasada. Hasta que Milei pisó el Salón Oval, la ausencia de detalles respecto a la asistencia del Tesoro de los Estados Unidos, habilitaba cualquier especulación, y permitía pensar que incluso la ayuda llegaría más allá del resultado electoral. Pero tras la cumbre en la Casa Blanca, comenzaron a quedar claras algunas cosas y surgió otra infinidad de interrogantes.
La porción más sustancial de la información en la cumbre del martes no provino de la reunión entre los mandatarios y sus equipos de gobierno, sino que los detalles más valiosos surgieron de la conferencia de prensa en la que Donald Trump y Scott Bessent se abrieron a preguntas de los periodistas argentinos.
En la rueda de prensa Bessent fue consultado por los detalles del swap de monedas y la posible condición de cancelar el swap vigente con China. La respuesta no solo fue contundente, sino que trajo consigo otro abanico de preguntas. «La ayuda de los Estados Unidos no se basa en cancelar el swap con China, cualquier información que afirme esto es incorrecta», sentenció Bessent.
-Scott Bessent: "La ayuda de Estados Unidos no se basa en cancelar el swap con China. Cualquier información que afirme esto es incorrecta".
— Julia Strada (@Juli_Strada) October 14, 2025
-Periodista: "Perdón, pero usted dijo que Argentina debería excluir a China de sus negocios o agenda, pero el swap es muy importante para… pic.twitter.com/wVDNp7zvwl
Los periodistas repreguntaron de inmediato: «pero usted afirmó que Argentina debía quitar a China de sus negocios o su agenda». La respuesta de Bessent fue de alto impacto a futuro: «Me refería más a puertos, bases militares, e instalaciones de observación que se han instalado en Argentina».
Dicho de otra manera, lo que reconoció Bessent ayer es que la condición que impondrá Estados Unidos para la asistencia financiera a la Argentina, no es económica sino geopolítica. Estados Unidos ve en la ayuda económica al gobierno de Javier Milei, una oportunidad de mover fichas en el tablero global, bloqueando la presencia china en gran parte de los países del continente Sudamericano.
En este sentido, la principales preguntas son: ¿Puede hoy Argentina prescindir de China como socio estratégico, político y comercial? ¿Está en condiciones el gobierno de Javier Milei de exigir al gobierno chino la remoción de la base de exploración espacial ubicada en Neuquén? Si la respuesta es sí y conociendo el interés de los Estados Unidos por la remoción de esa base, la pregunta es ¿Por qué no ha siquiera intentado avanzar en ese sentido la gestión Milei?
No obstante, el interrogante mayor llegó de boca del propio Donald Trump: «Si no gana las elecciones, no seremos generosos con Argentina», sentenció en referencia a la performance del espacio de Javier Milei las elecciones del próximo 26 de octubre. Más tarde y con un posteo en X, Trump dejó en claro que se refería al resultado de las elecciones de «medio término».
Trump dijo que si Milei pierde las elecciones no hay rescate: "No vamos a perder el tiempo".
— La Política Online | Argentina (@LPOArg) October 15, 2025
"Si pierde, no seremos generosos con Argentina", dijo el presidente de EEUU durante un encuentro con el argentino, al que le canceló la reunión a solas. https://t.co/WQfV37Z6HE pic.twitter.com/Zfc7h0rOSH
Dado que el futuro del apoyo financiero que promete Estados Unidos está directamente atado al resultado de la elección, la pregunta más importante es ¿Qué significa para Trump que Milei «gane» las elecciones? Y atado a ello se deriva ¿Qué resultado se considera una «derrota» para el gobierno?
Si La Libertad Avanza conforma a nivel país el apoyo del 30% del electorado, conservando el núcleo duro que lo apoyó en la primera vuelta de 2023 ¿se considera un triunfo? Si por el contrario, y teniendo en cuenta que en una elección legislativa los partidos provinciales suelen ser fuertes, La Libertad Avanza no perfora el 30% a nivel nacional ¿es derrota?
Los fundamentos macro que llevaron al programa al nivel de estress e incertidumbre que se viven desde hace al menos ocho semanas, siguen intactos. La escasez de dólares sigue siendo la espada de Damocles que pende sobre el plan económico.
Probablemente en cambio, el termómetro se ubique en la distancia entre La Libertad Avanza y el kirchnerismo. En ese caso la pregunta es ¿cuál es la distancia que Estados Unidos «tolera» entre ambas fuerzas para habilitar la asistencia financiera? De estas preguntas depende la materialización de un anuncio que hasta el momento es solo eso: palabras.
Mientras tanto, los fundamentos macro que llevaron al programa al nivel de estress e incertidumbre que se viven desde hace al menos ocho semanas, siguen intactos. Eso es lo que ven los bonistas que esperan cobrar, los ahorristas que quieren engrosar el colchón, y los potenciales inversores: la escasez de dólares sigue siendo la espada de Damocles que pende sobre el plan económico. El mercado sigue interpretando que los cambios tras las elecciones de octubre, lucen inevitables.
Un conocido dicho popular señala que "no se cosechan las uvas antes de plantarlas". Parafraseando el refrán: no se festejan los resultados antes de que los resultados se concreten. En buena medida, es exactamente eso lo que sucedió ayer en torno a la cumbre entre Javier Milei y Donald Trump.
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