La fruticultura de Río Negro y Neuquén empezó el año con el pie derecho: buena cosecha y más ventas

Referentes del sector destacan una mejora, en volumen y calidad, de la producción de peras y manzanas, aunque manifiestan su preocupación por el veloz atraso cambiario. Diario RÍO NEGRO tuvo acceso a estadísticas oficiales del primer trimestre del año, que muestran un mayor nivel de ventas.

La cosecha de peras y manzanas ha prácticamente terminado en Río Negro y Neuquén, y el balance es ligeramente positivo. Los primeros datos oficiales dan cuenta de un incremento del volumen exportado y vendido en el mercado interno durante el primer trimestre del 2024.  

La fruticultura de la región fue concebida como una actividad generadora de divisas, y lo sigue siendo. La buena noticia es que, en 2024, los envíos al exterior de peras y manzanas de Río Negro y Neuquén tuvieron el mejor primer trimestre en 3 años.  

Esto fue posible gracias a una buena campaña, que se desarrolló sin grandes inconvenientes y que arrojó una mejora en términos de volúmenes y calidad con respecto al año anterior. Esto se tradujo en mayores volúmenes para exportación.   

Fruticultura: ventas en números


Diario RÍO NEGRO accedió en exclusiva a los primeros datos oficiales del año, brindados desde el Centro Regional Patagonia Norte del Senasa (Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria). De los mismos se desprende que, entre enero y marzo de este año, la exportación de peras desde Río Negro y Neuquén alcanzó las 115.790 toneladas.

Ese valor representa un incremento del 0,4% con relación a igual período del año pasado, y se trata del registro más alto para un primer trimestre desde el año 2021. Las ventas de peras al mercado interno también acusan un aumento (+15,7% interanual).   

No obstante, el volumen total comercializado de peras en el primer trimestre disminuyó un 17,9% interanual. Esto responde a un derrumbe en el procesamiento industrial, tanto dentro como fuera de la Patagonia.   

Las exportaciones de manzanas rionegrinas y neuquinas aumentaron un 13,5% interanual en el primer trimestre. Las mismas totalizaron 13.865 toneladas y constituyen el nivel más alto para el período desde 2021.  

De este modo, de cada 10 manzanas de la región comercializadas entre enero y marzo de 2024, 1 tuvo como destino mercados foráneos. Esta proporción es cinco veces menor que en el caso de las peras, ya que la manzana es una fruta más consumida dentro de Argentina.  

El volumen global comercializado de manzanas creció un 1,2% interanual en el primer trimestre, gracias al buen desempeño exportador y a una suba del 77,5% en las ventas al mercado interno. Tal y como sucedió con las peras, el procesamiento de manzanas regionales en industrias se desplomó y moderó la mejora global.

Dato

15,7%
Es el aumento interanual de las ventas de peras regionales al mercado interno en el primer trimestre del año.

En suma, los datos oficiales dan cuenta de un mayor volumen de frutas exportado y comercializado en el mercado interno, aunque una reducción en el destinado para su procesamiento en industrias.   

Buena cosecha  


Detrás de los mayores envíos de frutas al mercado interno y al exterior, hay una buena campaña. La temporada frutícola 2023-2024 se desarrolló sin inconvenientes de consideración, lo que redundó en una mejora en la cosecha, tanto en términos de volumen como de calidad.  

Nicolás Sánchez, presidente de la Cámara Argentina de Fruticultores Integrados (CAFI), sostuvo que con relación al año pasado hay “algo más de volumen”, y que “los fríos están todos llenos”. Asimismo, marcó que se ha evidenciado una mayor calidad en la producción y una reducción en el nivel de descartes con relación a la campaña anterior.   

La campaña fue buena sobre todo porque hubo buenas condiciones meteorológicas, este año fueron más benévolas.

Jorge Cervi, empresario frutícola de la región.

Jorge Cervi, empresario frutícola de la región, también destacó la buena calidad de las frutas obtenidas este año. “La campaña fue buena sobre todo porque hubo buenas condiciones meteorológicas, este año fueron más benévolas”, dijo Cervi, y recordó que “el año pasado fue de condiciones extremas, con heladas en noviembre y con muchísimo calor de noviembre a marzo”. 

La temporada 2023-2024 no ha sido significativamente afectada por granizo ni por heladas, acaso dos de las inclemencias climáticas más temidas por los productores de la región. Sánchez señaló que la fría primavera y el calor extremo de enero hicieron mella en el calibre y la condición de algunas variedades, pero que, pese a ello, “fue una cosecha que se desarrolló sin mayores problemas y que estuvo en los volúmenes proyectados”.  

Márgenes y devaluación  


Las fluctuaciones del tipo de cambio real constituyen una variable clave para la sostenibilidad y rentabilidad de la fruticultura regional, por cuanto es un sector orientado a la exportación. El brusco salto devaluatorio de diciembre último tenía como objetivo apuntalar las ventas al exterior e iniciar un proceso de acumulación de reservas internacionales.   

No obstante, el tipo de cambio nominal no es la única variable que determina la competitividad en el extranjero de los productos nacionales: la inflación también es fundamental. En ese sentido, el índice de tipo de cambio real multilateral, que elabora el Banco Central de la República Argentina (BCRA), muestra que hoy el atraso cambiario es el mismo que existía antes de la devaluación del 14 de agosto de 2023. Los mayores volúmenes de frutas exportados desde Río Negro y Neuquén responden a un mayor excedente y no a un incentivo cambiario.  

Hoy el atraso cambiario es el mismo que existía antes de la devaluación del 14 de agosto de 2023.

“La cosecha y gran parte del trabajo en empaque fue en febrero, marzo y abril, y la verdad que la devaluación no se terminó notando”, marcó Sánchez, y agregó que “la inflación hizo que no haya un gap grande entre la devaluación y costos internos”.   

En la misma dirección apuntó Cervi, al señalar que “hoy ya estamos con un tipo de cambio igualado al del año pasado porque la inflación fue muy fuerte”, aunque dijo que “la devaluación de diciembre fue beneficiosa para las cargas de enero y febrero”.  

«Entre la inflación interna y la devaluación, sin dudas lo que predominó fue la primera. La devaluación se licuó rápido con el crecimiento de los costos internos”.

Nicolás Sánchez, presidente de la CAFI.

Sánchez consideró que la suba del dólar no modificó sustancialmente los costos de la actividad en la temporada 2023-2024. “Gran parte de los costos los tenemos desde mayo que empezamos con la poda hasta diciembre que se hacen todos los trabajos prepoda, el raleo, aplicación de agroquímicos”, explicó. Así, gran parte de los costos productivos del sector se calcularon y erogaron previo a la megadevaluación de diciembre.  

Creo que este año la rentabilidad va a ser menor que el año pasado, porque el dólar agro, el esquema ‘50-50’ y otras cosas habían hecho que tengamos una mejor posición que la de ahora”, indicó el dirigente y empresario, aunque aclaró que todavía es temprano para saber cuán redituable fue la campaña.   

El futuro  


El referente frutícola apuntó enfáticamente al atraso cambiario como una de las preocupaciones del sector de cara al futuro. Respecto de la recesión, en cambio, marcó que no ven “nada alarmante” en las ventas fronteras adentro. En la misma dirección, Cervi dijo que el mercado interno está “bastante tranquilo”, y lo atribuyó a que las subas de precios en sus productos estuvieron por debajo de la inflación. Como hemos señalado, los datos oficiales del Senasa evidencian una mejora en este sentido.  

Ante la pregunta de qué expectativas hay en el sector con respecto al Gobierno nacional, de Río Negro y de Neuquén, Sánchez marcó que los fruticultores no dependen mucho de una política pública específica. “Nosotros vamos y competimos en el mundo sin demasiada ayuda”, marcó. “Esperamos tener la tranquilidad de poder desarrollar nuestra actividad sin muchos cambios de reglas”, agregó.  

“Lo importante es que se acomode la economía, que haya estabilidad para invertir y que vuelva a surgir el crédito”.

Nicolás Sánchez, presidente de la CAFI.

Además hizo hincapié en la necesidad de que la economía se estabilice y de que se corrijan las asimetrías, para reactivar el crédito, tanto interno como externo, y llevar adelante inversiones. “Eso es lo que permite que una economía se desarrolle en el largo plazo”, indicó. 


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