Miguel Kiguel: “La inflación ya bajó, el desafío pendiente es acumular reservas”

ENTREVISTA │ El reconocido macroeconomista participó de la convención de IAEF en Llao Llao y dialogó con RÍO NEGRO. Valoró la fortaleza fiscal del programa económico y destacó que la senda a la baja de la inflación está firme. Señaló el ruido que genera la política y las dudas de los inversores y el FMI.

El resultado en las elecciones de la provincia de Buenos Aires, sacudió el tablero de la política a seis semanas de las legislativas nacionales, y redobló la incertidumbre respecto a la sostenibilidad del programa económico. El reconocido macroeconomista y catedrático Miguel Kiguel, participó de la convención anual del Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF) realizado en Bariloche, y dialogó mano a mano con RÍO NEGRO respecto a la dinámica de la gestión económica.

PREGUNTA: ¿Qué tanto daña el programa económico el resultado en Buenos Aires?
RESPUESTA:
Creo que las elecciones en Buenos Aires fueron importantes y lamentablemente el mercado no da una buena lectura de cara a la elección de octubre, que es la importante, la elección nacional. Al fin y al cabo el domingo hubo elecciones locales, con un contexto nacional porque la compulsa entre La Libertad Avanza y el kirchnerismo, pero creo que en una elección nacional los resultados serían bastante diferentes. En octubre vamos a ver realmente cuánto apoyo hay para el programa económico. Yo creo que el programa va a tener apoyo, porque es un programa que ha mostrado éxitos. Naturalmente, después de dos años de gobierno hay que recalibrar algunos aspectos, como es normal en cualquier programa, porque hay cosas que han andado muy bien y otras que no han andado tan bien. Hay que buscar que el programa en su conjunto sea exitoso.

P: ¿Está firme el proceso de desinflación más allá de la volatilidad que presenta el tipo de cambio?
R:
La baja de la inflación está bastante consolidada. Es cierto que durante este periodo el tipo de cambio jugó un rol muy importante, seguramente no lo va a tener hacia adelante, porque en la primera parte había que anclar las expectativas, y eso se ha logrado en gran medida. El hecho de que el tipo de cambio se haya movido en julio y que los precios prácticamente no se han movido, es una indicación del éxito en el sentido de haber anclado expectativas. La gente no espera una inflación muy alta y creo que ahora entramos en una segunda etapa donde lo más importante no es seguir bajando la inflación porque ya la inflación está baja y de alguna forma irá bajando lentamente, sino que los desafíos pasan por otro nivel.

P: ¿Cuáles son esos desafíos?
R:
El primer desafío es consolidar las cuentas externas para lo cual, como casi todos los países de América Latina, Argentina necesita más reservas. Hoy seguimos siendo bastante flacos en reservas. El segundo es empezar a ver que el crecimiento que en algunos sectores está muy bien, llegue a todos los sectores de la economía.

La baja de la inflación está bastante consolidada. El hecho de que el tipo de cambio se haya movido en julio y que los precios prácticamente no se han movido, es una indicación del éxito en el sentido de haber anclado expectativas.

P: ¿Cómo evalúa el levantamiento del cepo de forma total para las personas y parcialmente para las empresas?
R:
La formación de activos externos de la que tanto se habla es una cuenta que se hace el Banco Central, y que sale por diferencia. No creo que haya un apetito tan grande por comprar dólares sino que se da como resultado un poco de cómo se van manejando las cuentas externas. Me da la impresión de que haber sacado el cepo para personas ha sido un paso importante que eventualmente tiene que ser seguido por otro que sea sacar el cepo para las empresas. El objetivo final tiene que ser que la Argentina funcione como cualquier país de América Latina normal, no como Venezuela, sino como el resto de los países que no tienen prácticamente controles de capitales. Puede haber algunos controles a la entrada para que no entren fondos especulativos, pero me parece que Argentina tiene que seguir el proceso de normalización, así como vemos que en el área de la economía real liderada por Federico Sturzenegger. Se está desregulando, se está simplificando la vida, se puede importar más productos, se sacan regulaciones innecesarias Eso mismo tiene que extenderse al ámbito monetario y cambiario donde realmente ha habido mucho menos avance que en otros sectores. Tenemos una economía cada vez más desregulada en lo que hace a producción o a competencia, y en el lado cambiario todavía seguimos trabados. Hay que equilibrar la cancha en todos los sectores, en el financiero y en el real.

P: ¿Cómo se sostiene un Estado más chico con una matriz política que exige atención social en otros ámbitos sensibles como jubilados, discapacitados o universidades?
R:
La politóloga Ana Iparraguirre explica que los argentinos quieren equilibrio fiscal pero a la vez quieren que el gobierno gaste en jubilaciones y universidades, y que eso no es muy consistente. Yo creo que sí se puede mantener, que va a llevar tiempo, que obviamente hay gastos que se pueden mejorar sin que tengan mucho impacto fiscal y otros que no. Por ejemplo, jubilaciones es un tema para el que lamentablemente no hay plata. Tenemos más de 6 millones de jubilados y cualquier cambio significativo implica un desequilibrio fiscal importante. Sabemos que es un problema serio y que va a llevar más tiempo solucionarlo. En otros temas, discapacitados o universidades, creo que se pueden arreglar los presupuestos que hagan falta y acomodarlos dentro de un esquema económico. Es decir, si estamos hablando de 0,1 o 0,2% del PBI se puede, pero si estamos hablando de 1,5% del PBI, no se puede. El otro punto clave es que la nación ha ajustado fuertemente su gasto público, pero las provincias y los municipios no han hecho el ajuste.

P: Los gobernadores reclaman que deben atender con gasto provincial los lugares que nación dejó vacíos. La infraestructura o las rutas necesarias para Vaca Muerta por ejemplo…
R:
Neuquén y Río Negro son provincias que tienen plata para gastar porque tiene regalías. Ahí efectivamente pueden suplementar al Estado nacional Otras provincias lo tienen más complicado. Es cierto que hay temas de infraestructura que al sector privado le cuesta hacer y que las provincias no tienen suficiente plata. Hay que empezar a pensar en mecanismos para buscar financiamiento de largo plazo, lo cual es difícil no porque no haya quien preste, sino por el hecho de que Argentina ha cambiado sus reglas, ha incumplido contratos en forma constante, casi serial. En ese marco es difícil conseguir plata de bancos internacionales o incluso de bancos argentinos que presten a largo plazo, porque tienen miedo que venga otro gobierno que cambie las condiciones de las concesiones o de los contratos, y que luego las empresas no puedan pagar la deuda, no porque no quieren o porque hayan hecho las cosas mal, sino porque le cambiaron las reglas del juego.

La disputa fiscal entre el Ejecutivo y el Congreso, y que el tipo de cambio siga sin ser totalmente libre, son los dos elementos que impiden un riesgo país mucho más bajo.

P: ¿Qué cree que mira el Fondo Monetario para apoyar a la Argentina?
R:
Lo que el Fondo Monetario realmente aprecia del programa argentino, es el hecho de que el ajuste fiscal fue muy fuerte, de que se está racionalizando el gasto público, de que se está desregulando la economía. Lo que no le gusta al Fondo Monetario es el hecho de que Argentina no acumule reservas, de que no tenga dólares. De hecho la meta para este año era acumular US$ 9.000 millones y probablemente el gobierno de eso no acumule nada. Ahí donde está el tema espinoso y donde hay que trabajar hacia adelante.

P: ¿Qué hay que recalibrar del programa monetario y cambiario para acumular reservas?
R:
Obviamente que es central bajar el riesgo país y la pregunta natural es qué mantiene el riesgo país tan alto. Primero que nada la incertidumbre política. No hay ninguna duda que la disputa entre el Ejecutivo y el Congreso no ayuda. Las medidas que viene tomando el Congreso claramente son un problema, porque no se puede gastar alegremente. Eso genera la dudas sobre si el programa es sostenible o no más allá de este gobierno, o si viene otro gobierno y van a empezar de vuelta a gastar sin preocuparse de dónde salen los recursos. El otro tema obviamente es el cambiario. Que no haya un tipo de cambio que flote sin ningún tipo de cepo. Las empresas siguen estando bajo un cepo. No será como el de antes, pero sigue siendo un cepo.

P: La decisión de que el Tesoro intervenga dentro de la banda ¿ayuda o complica?
R:
Para el Fondo Monetario lo complica seguramente. La idea era que dentro de la banda se compraran dólares, no que se vendieran dólares. Salvo en casos de movimientos muy bruscos que pueden resultar de algún tipo de shock externo o que sea muy temporario. Por otra parte, es cierto que hay que darle liquidez al mercado local. Pero al FMI no le gusta que eso se haga a través de la compra de la venta de dólares.

Perfil


Miguel A. Kiguel es Licenciado en Economía (UBA) y Doctor en Economía (Columbia University).
Es fundador y director ejecutivo de Econviews.
Realiza tareas docentes y de investigación en la Universidad Di Tella y es asesor académico de FIEL.
Fue presidente del Banco Hipotecario, subsecretario de Financiamiento del Ministerio de Economía, y subgerente general de Economía y Finanzas en el Banco Central de la República Argentina. Se desempeñó como economista principal en el Banco Mundial.


El resultado en las elecciones de la provincia de Buenos Aires, sacudió el tablero de la política a seis semanas de las legislativas nacionales, y redobló la incertidumbre respecto a la sostenibilidad del programa económico. El reconocido macroeconomista y catedrático Miguel Kiguel, participó de la convención anual del Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF) realizado en Bariloche, y dialogó mano a mano con RÍO NEGRO respecto a la dinámica de la gestión económica.

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