Nuevos billetes: San Martín compra diez veces menos que el hornero

El gobierno oficializó ayer el lanzamiento de los nuevos billetes en los que ya no habrá animales y regresarán los próceres. Por el efecto acumulativo de la inflación, el poder de compra de un billete de $1.000 donde dejará de estar en tradicional pájaro argentino y volverá a figurar el libertador se redujo casi diez veces entre 2016 y 2022. 

Lo sabe cada vecina y vecino que acude todos los días al almacén, el supermercado o la verdulería: las cantidades que se adquieren con un billete de $1.000 son cada vez más chicas. El efecto acumulado de una inflación alta y sostenida durante una década y media, no hace más que derrumbar el poder de compra de la moneda. El papel que hasta ahora llevaba impreso el pajarito y que volverá a tener la imagen de San Martín, compra cada vez menos.

El poder adquisitivo del peso volvió a quedar a la vista esta semana ante la presentación de los nuevos billetes que tuvo lugar ayer.

El gobierno decidió dar marcha atrás con una decisión adoptada en octubre de 2016 por la gestión Macri, que había retirado a los próceres argentinos del papel moneda reemplazándolos por animales.

Tras el anuncio de ayer, los pesos volverán a exhibir la imagen algunas de las mujeres y los hombres más destacados de la historia argentina. En el billete de $100 seguirá Eva Duarte de Perón, con un diseño renovado. En el de $200 aparecerán Martín Miguel de Güemes y Juana Arzuduy y en el de $500 regresará Manuel Belgrano junto a María Remedios del Valle. En el de $1.000 en tanto, reaparecerá la figura de José de San Martín.

Precisamente en torno al billete de $1.000 gira una de las mayores polémicas, el cual seguirá siendo el papel de mayor denominación, lo que posterga la incorporación de un billete de $2.000 o de $5.000.
La decisión implica desconocer tácitamente la pérdida de valor que ha experimentado la moneda en los últimos años.

De $1.000. El billete de mayor denominación cada vez compra menos.

Según los registros de la Dirección de Estadística y Censos de la Provincia del Neuquén, la inflación acumulada entre diciembre de 2016 y abril de 2022 fue de 625%. Implica que a priori para obtener un poder de compra similar al momento en que el billete del hornero salió del nido, el nuevo papel con la cara de San Martín debiera nominarse al menos a $6.000.

No obstante al revisar algunos precios testigo que forman parte central de la canasta de consumo de los argentinos, la pérdida de valor del billete de $1.000 es todavía más pronunciada.

La tendencia se observa principalmente en los alimentos en los que el poder de compra del papel amarillo se redujo entre 8 y 10 veces.

«El billete es un instrumento de la política económica central e importantísima la moneda. Circula por nuestras manos diariamente. Es un gran instrumento para que todos los días recordemos quiénes hicieron la patria en la que vivieron».

Presidente Alberto Fernández en la presentación de los nuevos billetes.

El alcance los próceres a la hora de comprar


El caso más paradigmático es el de la leche, un insumo básico en la alimentación, principalmente para la niñez. El precio del litro de leche de primera marca en diciembre de 2016 era de $12,90. Hoy la misma marca y presentación se consigue en góndola por $130. Significa que en 2016 el billete del hornero permitía comprar 77,5 litros de leche mientras que con el nuevo billete de San Martín solo se podrá comprar 7,7 litros. Diez veces menos.

Algo similar sucede con el precio del asado de tira. El kilo del asado costaba $116,8 en diciembre de 2016, mientras que hoy se consigue por $1.100. Significa que el hornero en 2016 compraba 8,5 Kg de asado, y en 2022 el billete de San Martín no alcanza siquiera a comprar un kilo (0,90 Kg).

Entre las verduras, el impacto se repite en un producto emblemático como el tomate. Para contemplar la estacionalidad debe compararse el precio en la misma época del año. Con esa salvedad, el precio del tomate redondo era de $30,9 en abril de 2017 y asciende en abril de 2022 a $285. Resulta así que el billete de $1.000 permitía comprar 44,4 Kg de tomate a principios de 2017 (poco más de dos cajones) y hoy solo sirve para llevar 3,5 Kg.

Esencial. La leche es un alimento básico en la niñez. Su precio aumentó 907% desde findes de 2016.

En otros rubros igualmente relevantes para la canasta de consumo media de los argentinos, la pérdida de valor del billete de $1.000 es igualmente ostensible.
El precio de la nafta super era de $18,45 en diciembre de 2016, mientras que hoy cotiza a $120. Significa que el billete del hornero permitía llenar el tanque a fines de 2016 (54,2 Lts) mientras que en 2022 el de San Martín solo compra 8,3 Lts.

Lo mismo sucede con el precio de los alquileres. El precio de alquilar un departamento de tres ambientes era de $11.200 en diciembre de 2016. El mismo inmueble hoy se ofrece por $79.700. Implica que pagar el alquiler requería poco más de 11 billetes con el hornero impreso a fines de 2016, mientras que hoy hacen falta casi 80 billetes con la cara de San Martín.

Dato

9,94
Las veces que se redujo la capacidad de compra del billete de $1.000 a la hora de comprar asado desde diciembre de 2016. El precio del kilo en aquel entonces era de 116,82 mientras que hoy asciende a $1.100.



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