“Eduardo Rapoport”

La carta destacada

Hace algunos años mantuve contacto por correo electrónico con él, y conservo algunas de sus respuestas. En uno de esos correos le contaba que en casa de mi abuelo paterno aprendí en mi niñez a comer verdolaga y amargón, y que seguía consumiéndolos, manteniéndolos una media hora cubiertos con agua con unas gotas de lavandina, luego enjuagados y rociados con un hilo de aceite y ajo picado.

Me dijo que hacía el mismo procedimiento, y comenzó a relatarme que en una oportunidad le alcanzó al presidente Alfonsín una carpeta con un trabajo sobre las plantas silvestres patagónicas comestibles (como las que acabo de nombrar), manifestándole al hacer esta entrega, qué riqueza natural teníamos para alimentar la población. Nunca recibió respuesta.

Me comentó que tiempo después, insistió y aprovechó una visita del presidente Menem a Bariloche, y le mencionó el mismo trabajo, a lo que el presidente le indicó que se lo entregara a algún concejal barilochense “pero que fuera del partido”. Hizo lo que le indicara el presidente, y corrió la misma suerte: nunca tuvo respuesta.

Alguna vez vi a Francis Mallman acompañar un plato con salicornia, y recordé a Eduardo Rapoport y lo que me había narrado en aquél correo.

Y de inmediato recordé a René Favaloro.

Miguel Angel Gasparini.

DNI 7745473

Miguel Angel Gasparini


Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios