Ejecución y consecuencias

LA HAYA (AFP).- Holanda “congeló sus contactos” con Irán luego de haber obtenido la confirmación de la ejecución ayer en Teherán de Sahra Bahrami, irano-holandesa acusada por Irán de tráfico de droga. Bahrami, de 46 años, fue condenada a muerte por el tribunal revolucionario “por posesión de 450 gramos de cocaína y por su participación en la venta de 150 gramos de cocaína”. Detenida en diciembre de 2009 en Teherán cuando participaba en una manifestación antigubernamental, también estaba procesada por pertenencia a un grupo armado opuesto al gobierno. Holanda había pedido “aclaraciones” a Irán, pero ese país no reconoce la doble nacionalidad y la consideró siempre iraní.


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