El arriesgado rescate que detonó la suspensión de las cumbres en el Lanín sin contratar guías

Un hombre de 120 kilos de peso que intentaba llegar con un grupo por una ruta no habilitada debió ser socorrido en helicóptero con fracturas expuestas en las piernas tras el desprendimiento de rocas. El piloto de la nave (el vuelo costó unos $ 3.200.000) pudo apoyar solo un lado del tren de aterrizaje y 10 personas participaron del operativo. Hoy a las 13, reunión clave para debatir cómo seguir con los ascensos.

Fue el último sábado a las 9.40 horas. Un grupo de diez particulares intentó hacer cumbre en el volcán Lanín por una ruta no habilitada y un desprendimiento de rocas a 3.200 metros en el sector conocido como La Canaleta causó heridas a tres de ellas, en un caso, un hombre de 120 kilos de peso, con fracturas expuestas en las piernas. Fue necesario un rescate en helicóptero y el piloto debió hacer una arriesgada maniobra para concretarlo al apoyar solo un lado del tren de aterrizaje por la pendiente de la ladera que se acentúa en el último tramo. Diez personas intervinieron en el salvataje, uno de los 20 de distinto tipo y gravedad en lo que va del año (tres de ellos con medios aéreos) en los que intervinieron rescatistas del Ejército, bomberos, guías y personal del Parque Nacional Lanín.

El rescate en el último tramo del ascenso. Captura de video.

En una temporada en la que hay más visitantes y más rescates en el volcán, con las modificaciones en las condiciones en la montaña a partir de la sequía y el cambio climático que genera situaciones de mayor riesgo con piedras que se sueltan, el Parque Nacional Lanín decidió suspender los ascensos de particulares a la cumbre, excepto que se hagan con alguno de los 53 guías habilitados por el PNL. De lo contrario solo podrán subir en el día hasta el refugio.

Hoy a las 13 en Junín de los Andes habrá una reunión entre asociaciones de guías, clubes de montaña, el Ejército y Parques Nacionales para debatir y generar consenso sobre la mejor manera de continuar con la actividad.


El parque no cobra seguro a los particulares, por lo que el Estado a través de sus distintos organismos debe hacerse cargo de los gastos de los rescates.

Vista del volcán. Foto: Patricio Rodríguez.

En el caso del último sábado, de los $ 3.200.000 de las cuatro horas de vuelo del helicóptero (que en este caso paga el Servicio Nacional de Manejo del Fuego del Ministerio de Ambiente de la Nación) y de los equipos y las 10 personas (médico, brigadistas, guardaparque, policías, bomberos) que se dispuso para socorrer a los accidentados que ascendían por una ruta no habilitada. A ellos se sumó el valioso aporte de los guías Luis Fabra, Héctor Poblete, Gabriel Antiqueo y Nahuel Alonso que estaban cerca en el momento del hecho con sus propios grupos y no dudaron en acercarse a ayudar al instante.

La decisión de suspender los ascensos de particulares sin guías (cobran entre 20.000 y 25.000 pesos por un servicio que incluye pernocte, comidas, equipos de seguridad y seguros, entre otros rubros) generó polémica.

Por ejemplo, la Federación Argentina de Ski y Andinismo señaló que “implica de hecho prohibir una actividad pública y gratuita que en adelante solo podrá realizarse bajo condiciones de lucro”.

El helicóptero con el herido rumbo al hospital. Captura de video.

Mario Tome, coordinador de Conservación y Uso Público del Parque Nacional Lanín señaló que no fue una prohibición sino una suspensión, de momento sin fecha. “Porque creemos que hay que poner en crisis un sistema de gestión del volcán, ya que si bien todos estamos expuestos a situaciones de riesgo al ascender, guías incluídos, estamos notando en los accidentes mucha negligencia de los particulares que lo estaban subiendo, en especial en el caso del fin de semana”, explicó.


“Lo del sábado fue el caso bisagra. Tomaron una ruta no habilitada, era un grupo numeroso y tampoco podemos certificar que no hayan sido guiados por alguien sin una habilitación formal. El PNL tiene 53 guías habilitados hasta la cumbre y otros hasta el refugio. En los rescates básicamente estamos notando casos de negligencia en los accidentes, que incluyen víctimas fatales. En absoluto queremos prohibir los ascensos de particulares para siempre, pero lo que no podemos permitir es que se sigan poniendo en riesgo la vida de esas y otras personas”, agregó.

El coordinador también detalló la influencia de las condiciones climáticas. Con ausencia de lluvias y nevadas en la alta montaña, la sequía que padece la región cordillerana, este verano extrema y con altas temperaturas durante varios días “suelta más el suelo pedregoso. Y eso torna más peligrosa e inestable la montaña, en especial del refugio a la cumbre”, indicó.

Además de las lluvias y las nevadas también hay que considerar que hay un retroceso del glaciar. “Funciona como un cemento que a la roca la tiene pegada. Y en el momento que hay un retraimiento del glaciar es posible que los desprendimientos de rocas estén más presentes, lo que torna mucho más insegura la montaña” afirmó.

“Si bien nadie está exento de sufrir accidentes, ni un guía ni un particular, un guía tiene las condiciones técnicas de conocimiento que hoy Parques no puede certificar con un particular”, agregó.

Hasta la suspensión, los particulares solo debían llevar los equipos requeridos y mostrar un estado físico acorde. “Pero eso es de carácter subjetivo. Mientras tanto el guía debe anualmente presentar la documentación que tiene que ver con ser experto de montaña, con equipos, con manejo de grupos, con exámenes que toma Parques en términos de actualización mas todos los seguros correspondientes para que estén cubiertos ellos y sus clientes”, detalló.   

Vista del volcán. Foto: Patricio Rodríguez.

Además de las situaciones de riesgo de las personas, también los presupuestos corren peligro, explicó el coordinador al repasar los 3.200.000 gastados en el vuelo del helicóptero más el costo de equipos e inversión de horas-hombre de las cuadrillas de rescate.

“Esos costos que asume el Parque (excepto el del vuelo) cuando empiezan a ser recurrentes atentan contra la operatividad del parque en cuanto a sus recursos y pueden consumir muy rápido el presupuesto anual”, manifestó.

Todas esas razones son las que expuso el coordinador para explicar la decisión de “poner en crisis” el sistema actual de gestión.

“Nos alegra que cada vez más personas quieran disfrutar de la montaña, pero eso nos obliga a poner un marco de previsibilidad en términos de seguridad de cada persona que quiera hacer cumbre”, consideró.


Por último, respecto a la controversia sobre las montañas libres, Mario Tome hizo esta reflexión. “Todos estamos de acuerdo con las montañas libres, pero sin poner en riesgo a las personas que ascienden, a otras presentes en la montaña y de otros que pueden estar afectados como quienes tienen que salir a rescatar a los que en algunos casos por negligencia se ponen en riesgo».

Respecto al debate sobre las libertades individuales, afirmó que “el Estado tiene un rol indelegable respecto al bienestar común. Debe buscar una armonía en esa tensión constante. No se trata solo de libertad de una actividad donde se puede poner en riesgo la vida», dijo.

«Uno puede intentar hacer cumbre -continuó-, pero hay que ver cuáles son las medidas de seguridad que preservan a uno, a los otros en la montaña, para los rescatistas. Y como cada vez hay más gente en la montaña, el riesgo es cada vez mayor, no solo para el accidentado. Te vuelvo a decir, el otro día el rescate fue muy complejo, con el traslado de una persona de 120 kilos a un helicóptero que se apoyaba en solo un lado del tren de aterrizaje en el último tramo de la montaña cuya pendiente es extremadamente peligrosa».  


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