El chofer del transporte escolar dejó a la nena dentro de la escuela

Dijo que su esposa entró al edificio con María de Luján y otros chicos, como todos los días.

“Vengo a buscar a María Luján”, dijo Romina a la maestra de primer grado, como lo hace usualmente al término de la jornada escolar. La respuesta fue inesperada: “Hoy no vino”. “¿Cómo no vino si la traje yo?”, expresó Romina, esta vez con algún grado de preocupación.

“En ese momento, entrás en una preocupación tremenda”, reconoció Diego, el esposo de Romina. Los dos están a cargo del transporte escolar que la mañana del jueves, pasadas las 8, dejó a María De Luján Correa, de 6 años, en el ingreso de la escuela 71, en el barrio Ñireco, situado al este de la ciudad.

“La situación fue la de todos los días. Llegamos algo tarde porque después de la nevada es imposible transitar con los pozos. A las 8.22 llegamos al establecimiento. Nos consta que la nena entró y cuando la fuimos a buscar, como hacemos siempre con primer grado, no estaba”, puntualizó el hombre, sumamente consternado.

Los transportes escolares no usan el ingreso principal del colegio ubicado en la calle Marchiori al 1.800 sino que dejan a los chicos por una de las calles laterales.

“Trabajo con mi señora; de modo que tenemos el doble de seguridad. En el micro, ella procura que los chicos no se peleen, no se lastimen y después, se baja con ellos. Esa mañana, no vio nada raro”, aseguró Diego.

Dio cuenta de que la mujer se bajó con los cinco niños y los acompañó, como todos los días, desde la reja hasta el interior del colegio, a unos 5 metros de distancia.

Alrededor de las 14 del jueves, se radicó la denuncia y de inmediato tomó intervención la fiscal Betiana Cendón.

El primer dato fue revelado por las imágenes de las cámaras de seguridad. “María de Luján habría sido sustraída por un familiar directo domiciliado en otra provincia”, informó el Ministerio Público Fiscal a las 24 horas de la desaparición de la menor.

“Según los testimonios recabados en las últimas horas un hombre se habría aprovechado de la situación de ingreso escolar para tomar contacto con ella”. De inmediato, se dispuso un alerta provincial y nacional.

“En la escuela dicen que nunca entró y acá el portero no está en la puerta como en los privados. De modo que tienen que haberla interceptado adentro, en un pasillo que está antes de llegar al patio interno. Tampoco se escucharon gritos así que tiene que ser alguien que la conocía. Hay un gris en el medio”, reflexionó el transportista.

Reconoció que tiempo atrás, la abuela de María de Luján les había hecho llegar una nota en la que planteaba que “había problemas con el papá, una denuncia y una orden de restricción de acercamiento de un juez de Buenos Aires”. “La madre de Luján tiene problemas de salud. De hecho, no comprende bien la situación”, dijo.


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