El corrimiento de la barrera generará suba de precios

Si se modifica el estatus sanitario habrá ganadores y perdedores. Entre los primeros estarán los productores;entre los segundos, la industria ubicada en la zona afectada y los consumidores.

Evalúan declarar la patagonia norte libre sin vacunación

La posibilidad de trasladar la barrera sanitaria hacia el río Colorado y declarar la zona ubicada al sur de ese límite natural libre de aftosa sin vacunación genera revuelo en la actividad. Éste es uno de los tantos temas que, en forma cíclica, enfrentan a productores ganaderos con la industria frigorífica.

Repasemos algunos datos de importancia.

En la actualidad Río Negro está dividida sanitariamente en dos: las zonas Patagonia Norte A y B. La primera se ubica al norte de la línea divisoria establecida por el río Negro, con algunos desvíos en los extremos este y oeste, hasta el río Colorado. En esa región se mantiene la vacunación del ganado y la mayor producción de bovinos. Al sur del río Negro se encuentra la zona libre de aftosa sin vacunación, llamada Patagonia Norte B.

Neuquén también tiene estas dos zonas: una delimitada por el “corredor sanitario”, donde se vacuna la hacienda, y otra por fuera de ese corredor, que se caracteriza por ser libre de aftosa sin vacunación.

La zona Patagonia Norte A tiene las siguientes características:

• Se permite el ingreso, con restricciones, de hacienda en pie proveniente del norte del río Colorado. El único destino posible de la misma es la faena directa y los cortes con huesos largos deben deshuesarse.

• Los frigoríficos ubicados al norte del río Colorado pueden ingresar carne, pero con las mismas restricciones respecto de los cortes con huesos largos.

• Se pueden comercializar allí sólo medias reses enteras provenientes de la misma zona.

• La mayor parte de los frigoríficos de ambas provincias se encuentra en esta área.

Por su parte, la zona Patagonia Norte B tiene las siguientes características:

• No puede ingresar hacienda en pie de ningún territorio con vacunación.

• No puede ingresar carne con hueso bajo ninguna modalidad proveniente de áreas con distinto estatus sanitario.

• La única carne con hueso que se puede consumir debe provenir de la misma zona sin vacunación.

Teniendo en cuenta todos estos conceptos, el corrimiento de la barrera hacia el río Colorado para que toda la zona al sur de este límite natural quede bajo el estatus de libre de aftosa sin vacunación generará un cambio importante en el actual flujo comercial de carne en parte de la zona de Confluencia en Neuquén y el norte de Río Negro.

En principio, los efectos inmediatos de esta medida se harían sentir en la oferta; es decir, habría una menor cantidad de carne disponible para el consumo ya que no se permitiría el ingreso de hacienda para faena proveniente de la zona de Carmen de Patagones.

Por otra parte, la situación ganadera de la región no es la mejor.

En la actualidad el stock de hacienda dentro de la zona con vacunación en Río Negro y Neuquén (región donde se concentra la mayor producción) se ubica en las 377.000 cabezas, contra las cerca de 741.000 que existían en el 2005 (ver infografía). Es decir, las existencias regionales se desplomaron cerca del 50% en los últimos siete años.

Tomando en cuenta estos últimos datos se puede inferir el siguiente escenario en el caso de que se produzca el traslado de la barrera. • El mercado se verá afectado con una menor oferta de carne.

• Esto repercutirá en forma directa en los precios del producto en la góndola.

• Asimismo, como los stocks locales de hacienda son muy bajos, el consumo de carne con hueso se hace muy limitado y éste es otro factor que hará disparar aún más las cotizaciones finales al consumidor.

• El mercado será abastecido mayoritariamente por carne sin hueso, que llegará en un volumen importante desde el norte del río Colorado.

• Las industrias ubicadas hoy en la zona Patagonia Norte A deberán reducir su actual escala de producción, ya que la faena se reducirá sensiblemente.

• Parte importante del valor agregado de la carne que se consuma en la región (generación de empleo y efecto multiplicador que define el sector industrial) quedará en manos de las plantas ubicadas al norte del río Colorado, que son las que en definitiva abastecerán con fuerza el mercado de Río Negro y Neuquén.

• El valor de la hacienda ubicada en Río Negro y Neuquén (en toda la zona Patagonia Norte A) pegará un salto importante, considerando las nuevas reglas que regirán el mercado.

Necesidades inmediatas

Queda claro que modificar el actual estatus sanitario en la región de la Patagonia Norte genera ganadores y perdedores. Entre los primeros, sin dudas, se encuentran los productores; entre los segundos, la industria ubicada en la zona afectada y los consumidores.

Para causar un daño algo menos pronunciado, sería interesante que tanto la administración central como los gobiernos de Río Negro y Neuquén propusieran un plan para la recuperación del stock ganadero antes de tomar la decisión de correr la barrera hasta el río Colorado.

Un trabajo elaborado por la administración radical de Miguel Saiz y presentado en sociedad en el 2007 detalla aspectos interesantes que pueden ser tenidos en cuenta para dar un nuevo impulso a la actividad.

Según el Departamento Provincial de Aguas de Río Negro (DPA), la mitad de las 192.000 hectáreas con obras de riego públicas de la provincia está subutilizada. Asimismo, el DPA difundió una cifra de 857.160 hectáreas potencialmente regables respecto de las cuales hay proyectos concretos avanzados; esa superficie sería apta para ser utilizada directa o indirectamente para la producción de carne.

Por su parte, el Censo Provincial de Agricultura Bajo Riego (CAR 2005, Río Negro) relevó 291.781 hectáreas con dominio de riego, de las que 119.729 están sistematizadas. De esta última cifra, apenas las dos terceras partes están cultivadas. Del total con dominio de riego, aproximadamente 212.099 hectáreas están sin utilización productiva. En las áreas regadas de Río Negro las existencias ganaderas en el 2005 alcanzaban las 80.970 cabezas. Hoy no superan las 40.000 cabezas.

Con la implementación de un programa para poner en plena producción esa cantidad de hectáreas ociosas, a través de modelos con alta eficiencia, parte importante del problema de la falta de oferta de carne estaría resuelto en unos cinco años en Río Negro.

Para pensar.

(Redacción Central)


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