El cupo laboral trans se aprobó en Neuquén, pero no se puso en práctica

Neuquén capital aún no reglamentó la ordenanza, pese a que tenía 90 días para hacerlo. Cinco municipios de la provincia cuentan con normas similares, y sólo tres incorporaron personal.

“El tiempo se les pasó”, resumió Tatiana Breve, una de las integrantes de la asamblea trans, que al igual que el resto de las organizaciones espera la puesta en marcha del cupo laboral en el municipio neuquino.

Esta semana se cumplieron ocho meses desde la aprobación en el Concejo Deliberante de la ordenanza, que establece que el 1% del total de empleados y empleadas municipales de planta permanente deben ser personas travesti/trans. Previo a la contratación registrada debía abrirse un registro de aspirantes, que aún no se concretó porque la norma no fue reglamentada.

Se cumplieron siete meses, si se toma como referencia la publicación en el Boletín Oficial de la 14.084, denominada “Yanina Piquet”, en homenaje a la activista travesti que en plena dictadura, peleaba en el hospital público y en las comisarías por un mejor trato y calidad de vida de las mujeres encarceladas por su condición de trans.

“Hemos preguntado constantemente. Tenían 90 días para reglamentar la ordenanza y comenzar el proceso, pero el tiempo se les pasó”, dijo Tatiana.

Adrián Urrutia, director provincial de Ciudadanía, recordó que antes de que se lograra la ordenanza en la ciudad estuvo más de dos años en comisión el proyecto de empleabilidad de personas trans, que habían presentado junto a Ornella Infante.

“No somos muchas personas trans en la ciudad, y de las 85 que están censadas hay una gran cantidad que no llega a la franja etaria del cupo laboral”, destacó, o por ser adultas mayores o tener menos de 18 años.

Tatiana indicó que en la provincia no hay más de diez personas trabajando en el área pública que son del colectivo LGTBIQ+ y que muchos contratos han sido en la modalidad “bajo programa”, con un plus, en condiciones precarias.
Ninguna con un recibo de sueldo que les permita acreditar, siquiera, como muestra de ingresos para firmar un contrato de alquiler, por ejemplo. Menos para presentar en el ANSES o para acceder a la seguridad social de una prepaga.

“Entendemos que la voluntad política se traduce en presupuesto, que no hay voluntad ni de mejorar la calidad de vida, ni de contratar personas trans en los municipios. En los últimos actos públicos por el Día de la Memoria, fuimos invitadas a plantar memoria, y preguntamos por el cupo, y siempre nos respondieron lo mismo “estamos trabajando en eso”, contó la activista.

Tatiana es una de las pocas personas del colectivo contratadas, en su caso, en la Universidad Nacional del Comahue.

La sanción del cupo laboral travesti/trans el año pasado las entusiasmó con una nueva expectativa para mejorar la calidad de vida. “No queremos hacer sólo trabajo administrativo, sino en el que se pueda desarrollar una actividad digna, tareas administrativas, de papeleo, o porteras, o placeras, lo que queremos es trabajar”, insistió.

La incorporación de postulantes al registro debe contemplar un criterio amplio respecto a las disposiciones establecidas en el estatuto del empleado municipal, con los mismos derechos y obligaciones del resto de la planta, que alcanza a unas 3.000 personas este año en la ciudad, y que no ha dejado de engrosarse en esta gestión.

“Íbamos por el 3% y nos fuimos adaptando. Nos cuesta mucho insertarnos en la sociedad, venimos de una violencia desmedida y hasta tenemos que encuadrarnos en que se designen cupos como las personas con discapacidad”, afirmó.

Agregó que pese a los obstáculos, seguirán reclamando hasta llegar a la ley integral, un paquete de medidas que complementa a la ley de identidad de género con el acceso a la educación, salud, a la vivienda y a la reparación histórica para adultas mayores del reconocimiento de la violencia ejercida por sus identidades.

La ordenanza de cupo laboral travesti/trans se aprobó en las ciudades de Neuquén, Centenario, Plottier, Cuartel Co, Chos Malal y Aluminé, con implementación de ingreso de personas trans bajo la vigencia de esta norma en Centenario, Chos Malal y Aluminé.

“Lamentablemente a las mal llamadas minorías nos toca generar marcos legales para acceder a los mismos derechos.»

Tatiana Breve es activista trans de Neuquén.

El sector privado no solicitó ni en 2019 ni en el 2020 los beneficios económicos que la ciudad dispone para la contratación de personal nuevo, que sea del colectivo trans.

La ordenanza que premia con exenciones en la licencia comercial a los locales, pymes o industrias que incorporen personal nuevo fijó que si la contratación es a una persona trans, con discapacidad o jefas de hogar, el beneficio económico se cuadriplica.

En 2019 hubo unas 212 presentaciones por incorporación de personal, pero en ninguno de los casos del colectivo trans. En 2020 tampoco.

Las gestiones realizadas por una religiosa permitió que una cadena de empresas de gestión de cobranzas (Pago Fácil -Rapi Pago) incorpore algunas operarias antes de que se declarase la pandemia.

Ante la falta de datos sobre la puesta en marcha del la ordenanza de cupo laboral trans fue presentado un proyecto de comunicación en el que se le pide informes al Ejecutivo sobre su implementación.

“Una ordenanza es cáscara vacía si no se pone en marcha. De qué vale levantar institucionalmente las banderas LGTB el día del Orgullo, si en lo concreto no se aplican las normas que le cambian la vida a la gente”, dijo la concejala Cecilia Maletti, que desde Libres del Sur exige información sobre cuántas personas se anotaron para un empleo en la comuna desde que se sancionó la 14.084.


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