El gran desorden, nuestro único problema

Por qué estamos disconformes con nuestro país? Para mí, el único problema de los argentinos es el gran desorden con que nos manejamos en lo político, en lo institucional, en la educación, en la seguridad, en la salud pública, en la Justicia, en la economía, en lo social, en los ambiental, en lo comunicacional, al diseñar nuestra infraestructura, etcétera.

Muestra de ellos son los altos índices de pobreza, de deserción escolar y de escasez de trabajo privado; el aumento de las adicciones, el narcotráfico, la economía y el empleo en negro, la inflación, la concentración de población en Buenos Aires y en el conurbano, la corrupción, la anomia, la violencia, los piquetes, los chicos que pierden horas de clase; el bajo nivel de formación de muchos políticos y dirigentes; y lo complicado que es acordar propuestas de reformas. Es difícil en este país habilitar nuevos emprendimientos; importar o exportar; tramitar juicios, etcétera; todo lo cual ahuyenta la inversión local y extranjera.

Sin embargo, nuestro país cuenta con:

• Una población de 45 millones de habitantes, algunos de los cuales nos distinguen en el mundo como: el papa Francisco -el número uno de la tierra y de nuestra historia-; Lionel Messi, en el deporte; Máxima Zorreguieta, reina consorte y esposa del rey de Holanda y Daniel Barenboim, en la música; a los que hay que sumar los premiados: Carlos Saavedra Lamas (Nobel de la Paz en 1936), Bernardo Houssay (Nobel de Fisiología y Medicina en 1947), Luis Leloir (Nobel de Química en 1970), Adolfo Pérez Esquivel (Nobel de la Paz en 1980) y César Milstein (Nobel de Fisiología y Medicina en 1984).

• Un territorio que es el segundo de mayor superficie de América del Sur (3.761.274 km²) luego de Brasil, el octavo en extensión en el mundo y el primero entre los países de habla hispana; de los cuales 2.791.810 km² corresponden al continente y el resto a las islas Malvinas, Sándwich del Sur, otras menores y a la Antártida.

• La segunda economía más grande de Sudamérica, después de Brasil; y posee grandes recursos naturales orientados a la explotación y exportación agrícola y ganadera, es productora de petróleo, gas natural, biodiésel, minerales, software, autopartes,y vinos; tiene un importante desarrollo en las industrias nuclear y satelital, y un avanzado desarrollo científico.

Nos rige una Constitución (1853) que es la más antigua de las vigentes en América, después de la de EE.UU. (1787). Pero el Congreso, que es la primera institución de la República, necesita reformarse dictando un reglamento general; limitar la facultad presidencial de dictar leyes, mediante decretos de necesidad y urgencia (DNU), que sustituyen con ello al Poder Legislativo.

Además, debe actualizarse la cantidad de diputados que corresponden a cada distrito según su población, como indica la Constitución, lo que hace que haya provincias subrepresentadas como Córdoba; y modificar la forma de elección para permitir a los que votan marcar a sus candidatos preferidos, y así cambiar el orden de las listas, para que los diputados sean representantes del pueblo y no de los que hacen las listas.

En la Justicia Federal hay que cubrir el 30% de magistraturas vacantes; transferir a la Justicia de la Capital Federal más del 50% de los tribunales que atienden los juicios de los porteños, y que lo financiamos todos los argentinos; y obligar a que paguen el impuesto a las ganancias.

Hay que disminuir y distribuir mejor los tributos que perciben la Nación, las provincias y los municipios, sustituyendo la coparticipación por el sistema originario de la Constitución, de fuentes tributarias separadas, para evitar así la repetición y superposición de impuestos.

Esta descripción es solo una apretada síntesis de los desórdenes que nos causan tantos males, lo que también podríamos observar si nos comparamos con lo que ocurre en los países vecinos; que, salvo Brasil, a pesar que disponen de menores recursos, vienen alcanzando un mejor orden y progreso.

Ponernos de acuerdo en ordenar nuestras casas, vecindarios, establecimientos educativos, partidos, sindicatos, empresas, clubes, ONGs, municipios, provincias y la Nación es el único modo de salir adelante.

¡No me parece del todo imposible!

* Abogado, doctor en Derecho y Ciencias Sociales, profesor emérito de las UNC y UCC y ex diputado de la Nación.

Si nos comparamos con lo que ocurre en los países vecinos, salvo Brasil, a pesar que disponen de menores recursos, vienen alcanzando un mejor orden y progreso.

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Si nos comparamos con lo que ocurre en los países vecinos, salvo Brasil, a pesar que disponen de menores recursos, vienen alcanzando un mejor orden y progreso.

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