El incendio, pronto sofocado, en el Luna Park estremeció a porteños y argentinos

El incendio desatado ayer en la sala de máquinas del estadio Luna Park alarmó por la magnitud que se presumía de ver las llamas contra el cielo nocturno. Sin embargo no pasó a mayores, aunque los evacuados del espectáculo de Julio Bocca atestiguaron que no les avisaron a tiempo y casi hubo una avalancha.

BUENOS AIRES (DyN) – Un incendio se declaró anoche en la sala de máquinas del estadio Luna Park, del centro de esta capital, y fue controlado por los bomberos luego de una hora y media de trabajo, sin que se produjeran víctimas más allá de dos personas sofocadas por el humo.

El fuego comenzó cerca de las 19.30 y causó la evacuación inmediata del lugar, de acuerdo con los testimonios de la gente que comenzaba a llenar la sala para presenciar un espectáculo del ballet de Julio Bocca.

Al parecer, las llamas se originaron por un recalentamiento del sistema de aire acondicionado, que habría comenzado a quemar membranas de aislamiento, las que están hechas de un material que favorece la propagación del fuego.

Más de setenta bomberos, que integraban siete dotaciones, acudieron al lugar, con el apoyo logístico de camiones cisterna y una hidroelevadora.

Algunos de los espectadores denunciaron que nadie les avisó del peligro y que se evacuaron por sus propios medios, en medio de un gran desconcierto: «Fue una avalancha terrible», dijo una mujer que acababa de salir del estadio.

El dueño del Luna, Juan Carlos «Tito» Lectoure, estimó que cuando comenzó el fuego en el estadio habría unas mil personas, pero descartó que la salida de la gente haya sido caótica y dijo que «no hubo pánico».

«Dijimos de inmediato a los acomodadores que evacuen la sala (…), a lo mejor hay sectores que no avisaron», agregó Lectoure, quien minimizó en todo momento el posible peligro.

Cerca de las 21, los bomberos ya tenían la situación bajo control y las llamas estaban prácticamente sofocadas.

A esa hora, el jefe de Gobierno porteño, Enrique Olivera, llegó al estadio, al que ingresó junto con el dueño, luego de resaltar que «no hay que lamentar ninguna víctima» y que el fuego estaba bajo control.

Según explicó Olivera, luego de una recorrida por el interior del Luna Park, el fuego comenzó «en la sala de máquinas y fue propagándose hacia arriba. Tomó algunas membranas altamente inflamables y eso significó las llamas que pudimos

«Fue una desgracia con suerte», destacó el jefe de Gobierno, en declaraciones a los periodistas apostados afuera.

Lectoure explicó que el fuego comenzó en una «sala de máquinas que está afuera del estadio, en Corrientes, entre Bouchard y Madero».

El dueño del estadio, además, negó que hubieran caído pedazos de mampostería sobre las butacas -como dijeron algunos espectadores- y aseguró que fueron «trozos de telgopor».

«Los paneles se caían, pero son del entubamiento del aire acondicionado o de la calefacción, material parecido al telgopor», precisó luego.

«En el techo tenemos telgopor, el fuego se prendió bastante tiempo», señaló el empresario, «los bomberos no tenían esta tremenda escalera mecánica para llegar al techo. Cuando llegó, en tres minutos se apagó».

El incendio revolucionó la zona del Bajo porteño y mucha gente se sumó a los frustrados espectadores del ballet para contemplar las llamas y las columnas de humo que asomaban sobre los techos del mítico palacio de los deportes y del espectáculo metropolitano.

Algunos de los que se quedaron sin función aseguraron que «no nos avisaron en absoluto» del incendio.

Una mujer recién salida de la sala de espectáculos dijo que «estuve adentro y el fuego se inició (a las) siete y media (…). Ya había fuego y no nos avisaron en absoluto». La evacuación «fue bastante agitada. Desesperados estábamos, era una avalancha terrible, deberían haber avisado con tiempo», agregó la mujer, todavía asustada luego de escapar de adentro del lugar.

Un lugar cargado de historia

Muchos temieron anoche por la suerte del Luna Park, un lugar cargado de historia. Ahí, en el `44, Eva Duarte conoció a Juan Perón. Fue durante un festival a beneficio de las víctimas del terremoto de San Juan.

En los primeros años de la década del `50 el «Mono» Gatica subía al ring para lidiar con Prada y si ganaba, le dedicaba el triunfo «al general». Un lugar de jornadas de puños memorables: Eduardo Lausse – Andrés Selpa; Oscar Natalio «Ringo» Bonavena apabullando a «Goyo» Peralta y Nicolino Locche poniendo estética con sus felinos reflejos y los pétreos músculos de Carlos Monzón mandando a la lona a varios. Y también un lugar para la política. Ahí, una noche del 71, la izquierda argentina soñó con acariciar el poder dando nacimiento al «Encuentro Nacional de los Argentinos». Y fue ahí que otra noche de muchos años atrás – diciembre del `82 -, Raúl Alfonsín le ganó el partido al balbinismo y la calle al peronismo. Más de 20.000 personas en el interior del Luna Park y no menos de 10.000 rodeándolo, pusieron en marcha hacia la presidencia de la Nación a ese hombre que supo sintetizar las aspiraciones de millones de seres en un momento de la historia del país. (C.T.)


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