El Juzgado de Faltas de Cipolletti se muda al Parque Industrial y estrena edificio

Esta semana ya quedó funcionando por completo el nuevo Juzgado de Faltas de Cipolletti, en el mismo predio que las oficinas de Servicios Públicos, zona del Parque Industrial. El corte de cinta fue el jueves, pero días antes ya estaban abiertas al público.

La jueza Sabiana Goicochea se mostró conforme y aseguró que, tanto el personal como los vecinos que pagan sus multas y realizan trámites, ahora estarán “mucho más cómodos”. En el predio, ubicado en la calle Saturnino Franco, ya hay una caja para cobrar impuestos y multas, pero prevén instalar otra, y sumar un cajero bancario.

Esta semana los vecinos cipoleños que tenían multas por pagar, ya sean de Tránsito, por obras o de Comercio, lo hicieron en la calle Saturnino Franco 2050. El nuevo espacio que cuenta con estacionamiento propio, más de 20 puestos de trabajo, un ambiente climatizado que consume menos energía, y por el momento, una caja para abonar. La intención es sumar una caja más, con la idea de que los contribuyentes de la zona norte de la ciudad no tengan necesidad de acercarse al centro a pagar.

“Queremos que cualquier vecino pueda pagar un impuesto municipal o una multa, y que allí se atienda toda la demanda de la zona norte”, aclaró el secretario de Fiscalización, Aldo Mildenbereg. También informó que ya está proyectada la instalación de un cajero que se podrá acceder las 24 horas, “como cualquier cajero”, agregó.

El funcionario explicó que la nueva sede tiene cerca de 240 metros cuadrados, mobiliario nuevo, más de 20 puestos de trabajo, telefonía central con IP, climatización, entre otras virtudes. El predio completo, que incluye Servicios Públicos costó cerca de 40 millones de pesos, y solo para el nuevo Juzgado se destinaron unos 10 millones más.

Además, el estacionamiento del lugar, que solía estar ocupado con vehículos de funcionarios y empleados municipales, ahora es exclusivo para quienes realizan trámites en las dos reparticiones.

El lugar está retirado del casco céntrico de la ciudad, y ese fue el punto crítico que podría pensarse para estas nuevas oficinas. “Si, es lejos”, reconoció Mildenberg, pero agregó que en el edifico de Brentana “no se conseguía estacionamiento, era incómodo, la atención estaba mal brindada por la falta de espacio y el hacinamiento”, sostuvo.

“Estamos felices”, reconoció Goicochea, y recordó el inicio de la gestión de Aníbal Tortoriello, cuando vio las instalaciones, “pidió crear un espacio más confortable, y ahora vemos que la gente se baja del estacionamiento con mucha mejor disposición”, observó.

Para el intendente, el Juzgado de Faltas “era una deuda», y consideró que “este lugar propio y adecuado va a permitir un trabajo, no solo con mayor calidad para el funcionario, sino para los vecinos que vienen a hacer sus trámites”.