“El manejo defensivo salva vidas”
Pienso que muchas de las personas que manejan vehículos no están acostumbradas a situaciones imprevistas y cuando surgen, si no están preparadas, tienen mayor posibilidad de tener un accidente, a veces de consecuencia fatales. Por ejemplo, si un vehículo sobrepasa a otro de gran porte y ese sobrepaso se dificulta porque en ese momento en la mano contraria se aproxima otro auto muy cerca y no puede terminar de pasar, entonces ha ocurrido que a último momento los dos vehículos maniobran al unísono hacia la banquina, en la que terminan chocando de frente. El consejo que me sugirieron algunos expertos es, ya calculando que el auto que viene de frente no puede terminar el sobrepaso, ir a la banquina lo más suave posible y ahí gobernar el vehículo sin dejar de acelerar y no pretender subir rápidamente. Sí, muy suavemente, porque si se intenta subir rápido el vehículo puede derrapar en la banquina y terminar cruzando la ruta, chocando o volcando del otro lado de la misma como ha pasado muchas veces. Otra gran falla que ocurre a menudo es cuando al que está al volante le da sueño y no se detiene a dormir un poco. Si no lo hace comete un gravísimo error al no parar aunque sea media hora ya que gran parte de los accidentes son porque la gente se duerme. Personalmente, una vez me dormí segundos con los ojos abiertos y recuerdo el vehículo que venía de frente, y creo que no se corrió y cuando nos cruzamos, fue tan cerca que casi lo rocé. Sentí la fuerte turbulencia y me desperté. Fue un susto mayúsculo. Después de esa experiencia pienso que dormirse en la ruta es correr peligro de muerte. Así que si me da sueño paro un ratito a dormir. Recuerdo que una vez en un viaje largo mi acompañante durmió un rato y me dice: “¿Querés que maneje?”, entonces pensé: él durmió algo y yo no, así que pensé que con un poco de sueño soy peligroso, y de mala gana le cedí el volante y me dormí. Ya amaneciendo me despierto con el sol de frente, que también lo sufría mi amigo. Le digo: “¿Querés que maneje yo?”, y me contesta que él seguía. Entonces pensé: ahora el peligroso es él, y comienzo a vigilarlo de reojo. Luego observo su vista fija en el horizonte y me dije: este tipo está durmiendo. Al aproximarnos a una curva veo que sigue derecho y en ese momento corrijo rápidamente la maniobra con mi mano izquierda. Mi amigo se sobresalta y dice: “Me dormí”. “Seguí manejado vos”, me pide y nos salvamos. También me pasó en noviembre del año pasado que en plena recta un camión invade mi carril. Era evidente que el camionero se había dormido. Inmediatamente seguí el consejo de los expertos: fui a la banquina sin dejar de traccionar y después muy suavemente tomé mi carril en la ruta. Bueno, esas cosas y muchas más se aprenden en cursos de manejo defensivo, porque podemos tener imprevistos peligrosos. Entonces, con este tipo de conocimentos aumentamos la posibilidad de salir ilesos y también los que nos acompañan. Creo sin temor a equivocarme que los cursos de manejo defensivo deberían ser obligatorios. De esta manera se salvarían muchas vidas. Horacio C. E. Marcote DNI 11233956 Neuquén
Horacio C. E. Marcote DNI 11233956 Neuquén
Pienso que muchas de las personas que manejan vehículos no están acostumbradas a situaciones imprevistas y cuando surgen, si no están preparadas, tienen mayor posibilidad de tener un accidente, a veces de consecuencia fatales. Por ejemplo, si un vehículo sobrepasa a otro de gran porte y ese sobrepaso se dificulta porque en ese momento en la mano contraria se aproxima otro auto muy cerca y no puede terminar de pasar, entonces ha ocurrido que a último momento los dos vehículos maniobran al unísono hacia la banquina, en la que terminan chocando de frente. El consejo que me sugirieron algunos expertos es, ya calculando que el auto que viene de frente no puede terminar el sobrepaso, ir a la banquina lo más suave posible y ahí gobernar el vehículo sin dejar de acelerar y no pretender subir rápidamente. Sí, muy suavemente, porque si se intenta subir rápido el vehículo puede derrapar en la banquina y terminar cruzando la ruta, chocando o volcando del otro lado de la misma como ha pasado muchas veces. Otra gran falla que ocurre a menudo es cuando al que está al volante le da sueño y no se detiene a dormir un poco. Si no lo hace comete un gravísimo error al no parar aunque sea media hora ya que gran parte de los accidentes son porque la gente se duerme. Personalmente, una vez me dormí segundos con los ojos abiertos y recuerdo el vehículo que venía de frente, y creo que no se corrió y cuando nos cruzamos, fue tan cerca que casi lo rocé. Sentí la fuerte turbulencia y me desperté. Fue un susto mayúsculo. Después de esa experiencia pienso que dormirse en la ruta es correr peligro de muerte. Así que si me da sueño paro un ratito a dormir. Recuerdo que una vez en un viaje largo mi acompañante durmió un rato y me dice: “¿Querés que maneje?”, entonces pensé: él durmió algo y yo no, así que pensé que con un poco de sueño soy peligroso, y de mala gana le cedí el volante y me dormí. Ya amaneciendo me despierto con el sol de frente, que también lo sufría mi amigo. Le digo: “¿Querés que maneje yo?”, y me contesta que él seguía. Entonces pensé: ahora el peligroso es él, y comienzo a vigilarlo de reojo. Luego observo su vista fija en el horizonte y me dije: este tipo está durmiendo. Al aproximarnos a una curva veo que sigue derecho y en ese momento corrijo rápidamente la maniobra con mi mano izquierda. Mi amigo se sobresalta y dice: “Me dormí”. “Seguí manejado vos”, me pide y nos salvamos. También me pasó en noviembre del año pasado que en plena recta un camión invade mi carril. Era evidente que el camionero se había dormido. Inmediatamente seguí el consejo de los expertos: fui a la banquina sin dejar de traccionar y después muy suavemente tomé mi carril en la ruta. Bueno, esas cosas y muchas más se aprenden en cursos de manejo defensivo, porque podemos tener imprevistos peligrosos. Entonces, con este tipo de conocimentos aumentamos la posibilidad de salir ilesos y también los que nos acompañan. Creo sin temor a equivocarme que los cursos de manejo defensivo deberían ser obligatorios. De esta manera se salvarían muchas vidas. Horacio C. E. Marcote DNI 11233956 Neuquén
Registrate gratis
Disfrutá de nuestros contenidos y entretenimiento
Suscribite por $1500 ¿Ya estás suscripto? Ingresá ahora
Comentarios