El millonario negocio de los juguetes crece en la Argentina
Se priorizan precio, seguridad y calidad. El control a las importaciones favorece la fabricación nacional.
LA FACTURACIÓN ANUAL ASCENDERÍA A 400 MILLONES DE DÓLARES
La industria de los juguetes en la Argentina facturaría el equivalente a 400 millones de dólares anuales, incluyendo los picos de ventas del Día del Niño y de las Fiestas de fin de año y Reyes.
Con el objetivo de asegurar las propuestas nacionales, el gobierno autorizó a las cadenas de hipermercados a importar los productos fabricados aquí hasta por los mismos montos en dólares que los comprados a fabricantes locales, aunque con limitaciones. De esta manera, supuso que en el país ofrecerían surtidos equilibrados de extranjeros y argentinos y se incrementaría la demanda de los nacionales.
La actividad fue una de las primeras beneficiarias de las licencias “no automáticas” (junto con la del calzado). Esto contribuyó al desarrollo de varias firmas, más allá de que determinados artículos e insumos se obtuvieron mediante compras en el exterior. Para las fechas comerciales más importantes y por el aumento del ticket por cada operación, la proporción entre nacionales y extranjeros fue 70-30%, respectivamente.
Las restricciones oficiales para autorizar importaciones prácticamente enfrentaron a fabricantes y vendedores (como Mattel, Cebra y El Mundo del Juguete) con las citadas cadenas. Estas últimas, entre enero y julio, consiguieron el 60% de los permisos para adquirir en el extranjero, como ocurrió en el 2014, y las jugueterías, el 40%.
Las compras en el exterior ascendieron el año pasado a 130 millones de dólares y un 60% de las mismas las efectuaron los hipermercados, una cadena de comidas rápidas, una tienda departamental y firmas del sector, subrayó la Asociación Argentina de Empresas de Juguetes y Afines (Aadeja). El mayor acceso a las divisas por los hipermercados se vinculó con Precios Cuidados, el convenio del gobierno nacional y las cadenas.
La flexibilización de las barreras a las importaciones en los primeros meses de este año mejoró las ofertas de las jugueterías, que repusieron lo que no se hacía aquí y conformaron “stocks de seguridad”.
En Rasti indicaron que hasta julio, sus ventas en unidades aumentaron un 7% traccionadas por el lanzamiento de Rasti Mix, una línea unisex con amplia variedad de piezas y accesorios para armar casas, vehículos, robots y castillos que costaba al público entre 190 y 400 pesos.
Por la sustitución de adquisiciones, el 99% de lo aquí fabricado se hizo con materias primas, componentes y matricerías locales. Matías Furió, presidente de la Cámara Argentina de la Industria del Juguete (CAIJ), explicó que el acuerdo para este 2015 fue similar al avalado por la Secretaría de Comercio de la Nación el año pasado.
Aadeja tramitó ante dicha secretaría la inclusión de las jugueterías en el plan de beneficios de la tarjeta SUBE para ofrecer el correspondiente descuento. Aparte, impulsó la incorporación de los productos en cuestión al programa de comercialización Ahora 12, con tarjetas en 12 cuotas sin interés.
El 92% de la fabricación se concretó en unas 200 fábricas, que ocuparon a 3.550 trabajadores, en tanto las ventas minoristas se hicieron en un 33% desde comercios y un 28% en hipermercados. El 25% fueron juegos didácticos; el 20%, muñecos y figuras de acción; el 10%, artículos de cotillón y Navidad; el 8%, productos con ruedas y el 37%, de otros tipos.
El 2015 comenzó con buenas ventas para Reyes, de juguetes con precios inferiores a 200 pesos, y de mochilas para volver a la escuela, que superaron las expectativas de los negocios y permitieron “hacerse de caja” para las reposiciones y asegurarse las operaciones de mayo, junio y julio, según la encuesta de Juguetes y Negocios. En un año electoral, ya en las PASO para seleccionar candidaturas para cargos públicos, la CAIJ trasladó el habitual Día del Niño del segundo domingo de agosto al tercero para que no coincidiera con la fecha de votación de los precandidatos presidenciales. Al concretarse ventas un 40% superiores a las de julio del 2014, se interpretó que constituían una demostración de optimismo del público, que adquirió juguetes con licencias y marcas reconocidas o con presencia publicitaria y aprovechó los descuentos y las promociones.
Furió destacó que “las ventas de juguetes en el mercado interno tuvieron una recuperación notable luego de arrancar mal en el 2014. Recién en octubre del año pasado empezaron a recomponerse y en el primer semestre del 2015 aumentaron un 15% en cantidades respecto del mismo período del año anterior”.
Selectividad y adquisiciones racionales fueron dos tendencias que predominaron. Últimamente se priorizan precios, seguridad, calidad y marcas impuestas.
Carlos Restaino, director ejecutivo de la Aaeja, recomendó y llamó la atención a quienes compraran juguetes para que lo hicieran en negocios o cadenas especializados. Recordó que tenían –tienen– que superar ensayos y pruebas de laboratorio para garantizar la mencionada seguridad y la salud de los chicos que los utilizarán. Alertó que era preciso evitar aquellos expuestos en las calles o en lugares que hicieran dudar sobre el origen.
La Confederación Argentina de la Mediana Empresa estimó que las ventas ilegales en las llamadas “saladitas” y en las calles ocuparon el tercer lugar en el ranking de las más vendidas. Planteó que “mientras no se ejerzan mayores controles estatales, de acuerdo con las cámaras empresarias y las asociaciones civiles, tales transacciones seguirían aumentando en un contexto de creciente inflación y de reducción del poder adquisitivo de la población”.
“Más allá de los gustos o los deseos de los niños y de la publicidad difundida para elevar las ventas, las posibilidades económicas de quienes hacen los regalos tienen una influencia importante”, reconoció Restaino. En Aadeja calcularon que las ventas de este año aumentarían un 20% y la adquisición promedio oscilaría entre 300 y 400 pesos. Observaron, incluso, que “los potenciales compradores se preocupan por averiguar las ofertas disponibles mediante distintos canales: on-line, tarjetas, diarios y televisión”.
Existen juguetes “clásicos”, como muñecas, autitos y de encastre, y “modernos”, que fusionan lo tecnológico y lo tradicional mediante un DVD que los niños pueden observar mientras interactúan con uno más clásico, como “Transformers”, y otros vinculados con películas, como “Toy Store” y “Minions”.
Industriales elogiaron el acuerdo alcanzado entre Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, el 17 de julio pasado, para incrementar el arancel para las importaciones extrazona del 20 al 35% hasta el 2021. Es el gravamen más elevado autorizado por la Organización Mundial de Comercio. De acuerdo con Furió, permitirá “incrementar las exportaciones hacia las economías más pujantes de la región” y que “las compras entre economías del Mercosur empiecen a aceitarse”. En la CAIJ señalan que “asegurarse que en los próximos cinco años los juguetes chinos pagarán un impuesto de 35% y los locales 0% ubica a la industria nacional en mejores condiciones para vender a Brasil, Paraguay y Uruguay”.
En los últimos años, los sectores más tradicionales disminuyeron sus ventas por los cambios en los gustos de los niños y hasta de sus padres, por la proliferación de tabletas y smartphones y cierto desapego de los juguetes clásicos. Sin embargo, firmas de la actividad aseguraron que se adaptaron a la situación y “sobrevivieron” a los avances. Autitos y muñecas incorporaron chips, dispositivos y sensores que los acercan más a los chicos. Esos “aggiornamientos”, sumados al boom de las licencias, como los “Minions”, resultaron opciones muy buscadas.
La mayor demanda fue liderada por las licencias de películas animadas y series y el mencionado fenómeno de “Minions” y se reflejó en muñecos o distintos juegos, como rompecabezas. Otro éxito fue “Frozen”, que agrandó el mercado mundial.
Los didácticos son los más elegidos por las madres de pequeños de hasta cuatro años (ver aparte), pero continúan vigentes los juegos de mesa, muñecas, vehículos, monopatines y triciclos para los chicos de hasta nueve o diez años. “Como se renuevan año tras año, eso les permite estar entre los más vendidos”, explicó Darío Mermelstein, presidente de Aadeja. Eso ocurre no obstante las preocupaciones por los avances tecnológicos, aunque el empresario admitió que los chicos usan juguetes y tabletas porque son conceptos diferentes. “El chico toma el juguete y crea una realidad, pero con las tabletas la realidad está semicreada, el juego ya está armado”, dijo. Las muñecas interactúan con las tabletas y pueden, por ejemplo, contestar preguntas.
A los ladrillitos convencionales les agregaron microprocesadores. Un chico puede armar un robot, programarlo en una computadora y hacer que “cobre vida”. Ya se habría comprobado que las opciones que incorporan tecnologías contribuyen a que niños de hasta 13 ó 14 años sigan visitando jugueterías.
Con la temporada navideña, los fabricantes y los comercios especializados esperan que no disminuyan las ventas. Mermelstein anticipó hace un tiempo que habrá muñecos más sofisticados que interactuarán entre sí mediante sensores que les permitirán identificarse, crear acciones y decirse cosas…
El Instituto Yuguets, terciario, fue ideado por Rosa Planas Bartrina, psicóloga, psicopedagoga, docente e investigadora. Allí dictan la carrera con título oficial de ludotecario, que consta de 27 materias, se cursa en tres cuatrimestres y con uno más otorga el título de diseñador. Planas Bartrina encuadró la formación dentro de un “marco ecológico”, sin utilizar pinturas tóxicas ni plásticos, sólo maderas y alambres. Entre las materias figuran Filosofía del Juego, Diversidad Social, Juegos Étnicos y del Mundo, Videojuegos, Culturas Lúdicas, Dibujo Técnico, Psicología Social y Arte Argentino. Las salidas laborales se enmarcan dentro la educación formal y no formal, al poder desempeñarse en juegotecas (pertenecen a ámbitos específicos) y ludotecas (abiertas a la comunidad en general) en escuelas, clubes, municipios, empresas, hoteles y hospitales. Ya hubo más de un centenar de egresados, entre ellos, contadores, ingenieros y abogados; el primero fue uno de 73 años, también profesor de Educación Física y esgrima.
Miguel Ángel Fuks
miguelangelfuks@yahoo.com.ar
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