El pastor Lorenzo Klink: hombre de fe que sembró huellas en la Patagonia


En 1977 impulsó la Asociación Mutualista Evangélica Neuquina, más conocida como AMEN. En 2010 fue nombrado Vecino Ilustre.


Nació en Tres Arroyos, Buenos Aires, el 28 de octubre de 1929. Sus padres, Mariano Klink y Juana Visbeek, descendientes de holandeses que habían arribado a nuestro país a fines del siglo XIX, y se establecieron en una colonia holandesa, en provincia de Buenos Aires.

En esa colonia se practicaba la religión Reformada Holandesa, traída de Europa, y adecuada a la nacional; las ceremonias se realizaban en los hogares. Su infancia transcurrió en el barrio de Mataderos, donde cursó sus estudios en la Escuela Nº 21. A los 13 años ingresó en la Cámara de Comercio Holandesa, donde permaneció hasta los veinte años, cuando fue convocado para realizar el servicio militar obligatorio. En la Universidad Popular de la Boca realizó cursos nocturnos: aprendió telegrafía, sistema Morse.

En la Iglesia Evangélica conoció a su compañera de toda la vida, Carmen Rosa Mayo, hija de españoles. Se casaron en la Iglesia Bautista de Nueva Chicago el 16 de septiembre de 1955, el mismo día en que se ponía en marcha “La Revolución Libertadora”. Por este motivo, la fiesta fue restringida y no pudieron salir de Buenos Aires para la luna de miel. Tuvieron tres hijas: Nidia Rut, Alicia Lidia y Edith Eunice, que les dieron varios nietos. Apenas casados, trabajaron en el lavadero que poseían los padres de Carmen. Antes, Lorenzo había trabajado en la fábrica de jabón Guereño, y había realizado, también, estudios de Técnico Constructor en el Instituto Alejandro Volta. Tuvo un tío pastor de la Iglesia Evangélica. Cuando falleció, en el sepelio, en donde fue llevado su cuerpo en carrozas con cuatro caballos, la persona a cargo de la ceremonia pronunció lo siguiente: “Llevar el Evangelio es llevar una antorcha, una luz. ¿Quién la va a llevar ahora?” Lorenzo, por dentro, se dijo, “Yo señor”. A partir de allí, esperó el momento de abocarse a la tarea. En un Congreso Juvenil de la Iglesia Evangélica Bautista sintió que había que salir a llevar el mensaje del Evangelio; para ese fin decidieron prepararse, capacitarse para evangelizar: estudiaron cuatro años en el Seminario Internacional Teológico Bautista, entidad centenaria.

Luego en Bahía Blanca fue reconocido y ordenado al Ministerio Pastoral Evangélico; era noviembre de 1959, y ahí estuvieron 7 años: construyeron dos templos. Llegaron a la capital neuquina el 16 de mayo de 1967 para nunca más irse. Alquilaron un salón en la calle Rioja 36; ese fue el origen de la Iglesia. Compraron el terreno en Roca al 400, donde hoy está emplazada la Iglesia Bautista. Klink evocó al Pastor Pluis, quien llegó a estas tierras en un auto cargado de Biblias, las que repartía por el camino. Cruzaron el río Neuquén mediante la Balsa, pues aún no estaba construido el Puente Carretero. Con su esposa y sus hijas, Pluis se estableció en la calle San Martín al 400; allí comenzó a trabajar el Evangelio. Asimismo, un misionero llamado Jorge Bowdler trabajó con ellos, los ayudó para hacer prosperar la obra: así que pudieron construir el templo y una pequeña casa detrás, donde vivió la familia durante 21 años. Desde ese lugar dio comienzo a obras misionera en diversos lugares de la ciudad y la provincia. Durante la construcción de las represas de El Chocón y Planicie Banderita visitó los campamentos obreros, y estableció una iglesia en la villa temporaria de El Chocón, donde instaló al primer pastor obrero, Daniel Casellas. En 1977 la Asociación Mutualista Evangélica Neuquina, más conocida como AMEN, inició su labor. Crearon una Asociación Mutual, escuela, consultorios, el primer servicio de emergencias, destacó al Dr. Bisonni. En 1993 Lorenzo se jubiló, pero su fuerte vocación evangélica hizo que continuara trabajando. En 2010, fue nombrado Vecino Ilustre gracias a la labor de toda su vida, que también incluyó una temporada de misionero en África. Imposible resumir en este espacio su maravillosa vida, quizás baste decir que ésta es la trayectoria de un pastor y su familia, que llegaron a estas tierras a cumplir el sueño de poner en práctica la palabra de Dios. Un sencillo homenaje pues partió a otra vida este 26 de febrero 2021.

Beatriz Carolina Chávez


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