El sedentarismo: la pandemia invisible

Con la llegada del covid se acentuó la tendencia y en los últimos años crecieron los riesgos para la salud. El profesor Marcelo Moro explica que la actividad física es clave en distintas edades y brinda consejos para sostener la práctica activa.

En la actualidad vivimos con intensidad al covid-19, pero el sedentarismo es la pandemia que hace más de 20 años convive de manera invisible y genera perjuicios para la salud, sin que tomemos conciencia de esto.

Entre las consecuencias, el sedentarismo puede aumentar el riesgo de contraer distintas enfermedades y de variada gravedad. La actividad física sistemática, programada y controlada por profesionales, en cualquier franja de edad, resulta clave para evitar trastornos mayores.

“Lo primero es sumar horas de actividad física libre de responsabilidad. Significa que un profesional te recomiende que te pongas las zapatillas y camines, por ejemplo dos kilómetros, como forma de que la resistencia aeróbica forme parte de tu agenda diaria o dejes el auto estacionado a más cuadras de distancia de tu trabajo”, asegura el profesor Marcelo Moro, especialista en actividad física y envejecimiento activo.

Hacer caminatas o trotar estimulan la resistencia aeróbica.

Son diversos los aspectos que se pueden mejorar en torno a la actividad física en tiempos de pandemia. “El caminar mejora la osteoporosis, el sistema cardio-respiratorio y osteo-músculo-articular, van a funcionar mejor porque van a rendir mucho más por el uso adecuado como fuente de energía. Varios países recomiendan caminar dos kilómetros a una persona de 60 años, con lo cual hace resistencia aeróbica, que empieza a partir de los tres minutos y 20 cuadras son mucho más de tres minutos. El tipo de actividad al ritmo que cada uno puede o alcanza, sirve para la fuerza muscular que se necesita en las extremidades y le da autovalía al ser humano”.

En este sentido los datos sobre el sedentarismo en nuestro país no escapan a los niveles muy altos, como así también los índices de sobrepeso y obesidad más elevados de Sudamérica. Según la FAO, entre 1980 y 2020, Argentina duplicó los índices de obesidad en hombres y mujeres. Además, es el país de Latinoamérica y el Caribe con mayor número de varones adultos obesos.

El sedentarismo es un factor de riesgo importante, pero no todos consideran a esta enfermedad como letal”

Marcelo Moro, profesor de Educación Física

De acuerdo a las estadísticas solo un porcentaje que no llega al 20% hace actividad física regular, sistemática y controlada por un profesional. En la misma línea estudios elaborados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), afirman que el sedentarismo y la obesidad merman la calidad de vida a partir de los 51 años. A los 50, las personas empiezan a sufrir los primeros deterioros de envejecimientos. Según los últimos estudios, casi el 60% de la población no realiza ejercicios en el tiempo libre y entre 17 y el 20% manifiestan distintos tipos de obesidad, aseguran.

En Argentina, el 41% se reconoce físicamente activo, sólo el 40% de los argentinos hacía ejercicios al menos una vez por semana. “La actividad física es una pastilla invisible. Porque aquellos que hacemos sistemáticamente actividad, detenemos los procesos de envejecimiento con factores de riesgo. Antes de la pandemia existían núcleos muy reducidos de personas que hacían actividad física tres o más veces por semana, núcleos entre un 30 y 40% que hoy no hacen actividad y cayeron aun mas esos porcentajes”, sostiene Moro.

La práctica de deportes a cualquier edad puede evitar riesgos en la salud.

En el mismo camino hay aspectos que ayudan a mejorar la calidad de vida. “Hay cinco efectos de porqué podemos llegar a vivir más años: no fumar; no tomar en exceso; realizar actividad física sistematizada y controlada; dormir un mínimo de 8 horas y tener un estado de alegría y vitalidad que supere a tu situación real. Ponerle optimismo a la vida”, dijo.

A lo largo del tránsito de la vida se recomienda realizar actividad física. En cualquier ámbito es vital estar activo. “Se trata de pequeños detalles, si prevenís dando las indicaciones precisas desde los medios de información la gente entenderá la importancia y los beneficios que otorga la actividad física en cualquier formato. Si una persona camina cada 25 minutos que permanece sentado, unos cinco o diez metros, saliendo de esa postura estática, tendrá mas beneficios a su salud, mejorará la postura, con el tiempo las políticas de salud gastarán menos recursos, sean privadas o públicas, en consultas por fatigas de mala visión, malos hábitos y se podría mejorar desde los servicios de salud con prevención y educación”, explicó Moro.

Durante la pandemia se agudizó todo lo que ya conocemos y vivimos, pero los aspectos motrices disminuyeron y también los sociales. “Estoy convencido de que vamos hacia una nueva normalidad. La gente tiene ganas de salir a cualquier tipo de manifestación, pero no normalizó en su agenda que lo puede hacer de manera habitual. Quiero crear el concepto y el hábito que “su cuerpo merece un esfuerzo”, esto se logra tomando conciencia del beneficio que genera la actividad física en conjunto y en forma interdisciplinaria con los agentes de salud, pero desde la prevención, destacó.

Dato

41,6
por ciento en promedio es la proporción de habitantes que realiza actividad física insuficiente.
150
minutos de ejercicio moderado por semana o 75 de ejercicio fuerte, también semanal; es la recomendación.



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