El triunfo de los lápices

Opinión

El conflicto por el boleto escolar quedó saldado ayer con la garantía de gratuidad comunicada por el intendente Goye, garantizado con recursos provinciales. Hasta ahora sólo los alumnos primarios viajan sin cargo y los secundarios, terciarios y universitarios pagaban 40 centavos. La concesión acordada va más allá del reclamo original de los estudiantes, que sólo se proponía bloquear cualquier aumento. En cierto modo el desenlace confirma la tesis de los chicos, quienes desde el primer día se negaron a vincular el precio del viaje con el costo de prestación y pidieron una tarifa “social” que asegure “el derecho a la educación”. Por otro lado, da cuenta de la ubicuidad política y también de la improvisación que campea en el gobierno municipal. Goye estaba a punto de imponer un aumento de tarifas -incluida la escolar- y debió retroceder ante la masividad y perseverancia de la protesta. Un detalle extra de justicia es que el boleto sin cargo sólo alcanzará a las escuelas públicas y no a las privadas aranceladas. Hasta hoy el beneficio era indiscriminado. Los estudiantes deberían valorar el logro alcanzado y redefinir estrategias, sin resignar el planteo de fondo, que va más allá de la tarifa e involucra a toda la comunidad, ya que apunta a mejorar la calidad del transporte. Goye tomó nota de que entre los usuarios del servicio reina un descontento generalizado y prometió abordar ese análisis en el futuro proceso licitatorio. A diferencia de lo ocurrido hace dos años, esta vez las empresas no parecen tener margen para evitarlo.

Daniel Marzal dmarzal@rionegro.com.ar


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