El triunfo del talento y la paciencia
Ortelli cortó su mala racha y festejó en Oberá. El equipo Honda copó el podio en gran tarea.
OBERA (Especial).- Soportó muchos abandonos y frustraciones. Hasta amenazó con dejar la categoría. La cuestión es que Guillermo Ortelli se dio el gusto de ser primero en Oberá y ganar en el TC-2000 Esta quinta victoria de Ortelli en su historial dentro de la categoría fue bastante menos complicada de lo que se podía esperar. Sin apelar a la ironía con la reciente historia de abandonos que sufrió a causa de distintos problemas en su Honda Civic, podría comentarse que el gran obstáculo que debía sortear para ganar eran justamente las falencias de su auto Esta vez el Honda Civic no se paró. Salvo alguna vibración que apareció en la parte final, funcionó a pleno y en el momento de quiebre de la prueba apareció para sacar la diferencia necesaria para llegar en primer término a la bandera a cuadros.
También será imposible obviar otro punto importante. No tuvo rivales de fuste. Lucas Armellini y Norberto Fontana, quienes en algún momento fueron segundos, no tuvieron auto para ir a buscarlo, y Martín Basso, al ser compañero de equipo de Ortelli, tenía la orden del equipo de mantener la posición.
«El auto que largaba adelante tenía muchas posibilidades de ganar y esta vez se nos dio a nosotros. Sobre e final apareció una vibración, pero el auto de la bancó. Sufrimos mucho para llegar a esta victoria y se nos dio», reconoció Ortelli.
Otro de los que podía haber sellado una gran actuación fue Fontana, pero en la última parte de la prueba los noventa kilos de lastre que carga su Toyota Corolla le pasaron factura Sobre el final el auto perdió tracción y fue superado por Martín Basso, Juan Manuel Silva, Esteban Tuero, Néstor Gabriel Furlán y Wálter Hernández, por lo que el arrecifeño debió conformarse con la séptima posición, pero continúa liderando el certamen Ortelli ganó y festeja, aunque detrás suyo la clasificación está en suspenso a raíz de una denuncia contra un elemento utilizado en el auto de Martín Basso.
Norberto Fontana cuestionó a los pilotos y equipos que se quejan cuando se produce un circunstancial toque, mientras que recibió varios golpes durante la prueba de TC-2000 en Oberá y no realizó ninguna protesta «Me pegaron toda la prueba y no me quejo, me lo banco…No como hicieron otros que viven llorando. Yo tuve un toque con Ortelli, pero no fue por picardía, sino porque cerró su línea de marcha», disparó Fontana apuntando al equipo Honda.
El arrecifeño terminó séptimo en Oberá y continúa liderando el certamen, superando por nueve puntos Wálter Hernández.
En relación con la prueba, señaló que «me amargó el resultado final porque podía haber llegado al podio».
Nada permitía presagiar la posibilidad de un buen resultado para los regionales. Eso fue lo que sucedió nomás. La sexta prueba del TC-2000 en Oberá marcó una nueva frustración. El neuquino Roberto Corletta tuvo el consuelo de terminar décimoctavo, aunque a una vuelta del ganador, mientras que el cipoleño Javier Moreiro abandonó.
En las series, Corletta fue duodécimo en la primera y Moreiro noveno en la segunda.
En la final, no cambiaron la historia. Moreiro largó décimoctavo y llegó a estar décimotercero, cuando Nicolás Filiberti le pegó de atrás. Le arrancó el alerón a su auto, no hubo forma de llevarlo derecho.
Entró a boxes, le cambiaron un par de gomas y volvió a la pista, pero un par de vueltas más adelante abandonó.
«Fue un fin de semana negro. Largué bien y mantuve un ritmo interesante. Después del golpe de Filiberti todo se complicó. Cuando volví a la pista, no podía manejar el auto y se venían los de punta, por lo que decidí abandonar», comentó un Moreiro con mucha bronca.
Mientras, Corletta hizo lo que pudo. Se mantuvo en pista y completó la prueba, aunque muy lejos de los que pelearon adelante.
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