El uso de barbijos en la región, una obligación necesaria

Municipios y gobiernos provinciales exigen a la población el uso de tapaboca para circular. Más del 50% que circula por trabajo o compras ya lo utiliza. Quien no cumple puede ser multado.

Las principales ciudades de la región ponen en práctica una de las medidas de salubridad que se incorporó a la rutina diaria de los argentinos en las últimas horas. Se trata de la utilización de barbijos o tapabocas para evitar el contagio y la circulación del coronavirus que, en forma de pandemia, se expande por todo el mundo.

El virus se transmite de una persona a otra a través de las gotas procedentes de la nariz o la boca que salen despedidas cuando la persona infectada tose, estornuda o habla, por contacto con manos, superficies u objetos contaminados.

En Bariloche, el cumplimiento del uso del barbijo o mascarilla también fue evidente entre comerciantes, transeúntes y taxistas. Quienes no lleven protectores serán infraccionados con multas que van de los 6.000 a 8.000 pesos. En tanto, los incumplimientos en el cronograma para autoabastacérselas tendrán sanciones que van de 4.000 a 6.000 pesos.

Así se cuidan los trabajadores en Bariloche. Foto: Alfredo Leiva.

También se especificaron las infracciones para los comerciantes. Por permitir el ingreso de personas sin máscara las multas van de $10.000 a $12.000. Cuando no se controle la terminación de los documentos de los clientes que concurren a comprar, serán penados con multas que van de los $8.000 a los $10.000.

En Neuquén, la policía podrá multar a quienes circulen sin usar barbijos o tapabocas. El decreto entró en vigencia el sábado, pero los primeros días se apeló a la concientización para que la gente conozca la medida, además de que los domingos está prohibido circular.

Los policías entregarán un talón a la persona multada. Cuando la multa esté firme, el pago se hará en el Banco Provincia de Neuquén.
Los particulares recibirán multas de $2.000. Para los comercios, las sanciones irán de $50.000 a $200.000, tanto si los trabajadores como los clientes no utilizan la protección. Los encargados de controlarlo son policías e inspectores de la Dirección de Protección al Consumidor.

En Viedma, hubo mucho movimiento en el inicio de la semana. No obstante, por razones de seguridad y acatando la obligatoriedad oficial, tanto en los sitios de pago y cobro, la jornada se tiño de barbijos de todos los colores.

La gente camina por Viedma con barbijos. Foto: Marcelo Ochoa.

La escasez de los más conocidos de color blanco que se emplean en enfermería, dio lugar a que mucha gente tome la iniciativa de apelar a bufandas, cuellos de manta polar o de telas cocidas en forma casera.
También se notó que en casi todos los lugares públicos la gente asumió con respeto la sugerencia de tomar distancia como medida de precaución.

En Roca, se dispuso ayer el uso obligatorio de barbijos, pero en las calles céntricas hubo varios adultos mayores sin estos elementos de protección.
“No voy hacerme un tapaboca y estoy esperando el barbijo que me va a dar mi jefa, porque trabajo en comercio”, expresó una joven que hacia fila para pagar sus impuestos.
Otros optaron por usar la bufanda para cubrirse la boca mientras sus trámites.
“No alcancé a comprar barbijo y no voy hacerme uno casero, no soy de salir, solo vine a pagar unas cuentas”, dijo otro vecino a »Río Negro».
También se pudo ver a madres con bebés sin usar protectores en sus bocas. “Pensé que era obligatorio a partir del miércoles”, mencionó otro vecino.
Desde el municipio informaron que se realizarán controles y que los ciudadanos que no usen barbijos serán sancionados con una multa de $1200.

Roca cumple con el uso de barbijos casi en su totalidad. Foto: Juan Thomes.

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