El vivero de El Bolsón que tiene la clave para que el bosque renazca

Es del Servicio Forestal Andino y está en Mallín Ahogado. Ya comenzaron a realizar reuniones con pobladores del norte cordillerano de Chubut para enseñarles a recuperar las semillas de las cenizas.

A raíz de los incendios forestales que afectaron la zona de Cuesta del Ternero en El Bolsón, a fines de enero, y El Hoyo y Lago Puelo el 9 de marzo pasado, los pobladores comenzaron a demandar información al vivero forestal de Mallín Ahogado, que depende del Servicio Forestal Andino.

Días atrás, los miembros del vivero iniciaron unas jornadas de capacitación sobre las semillas de bosque nativo destinadas a la comunidad de la Comarca Andina. “Ya tenemos unas 15 reuniones programadas con vecinos de distintos lugares. La gente nos pide que enseñemos a recolectar semillas, a hacer plantas. La capacitación tiene varios módulos. En este momento, abordamos desde la recolección del árbol hasta su conservación en heladera”, especificó Oscar Lebed, responsable técnico del vivero de Mallín Ahogado.

Recalcó que el Centro de Investigación y Extensión Forestal Andino Patagónico (Ciefap) coordina los programas de restauración en las zonas afectadas y el vivero forestal, al igual que otros públicos y privados, aportarán plantas aunque “es un trabajo lento que llevará muchos años”.

La Dirección de Bosques de Río Negro fundó el vivero en 1974 con el objetivo de producir especies exóticas de rápido crecimiento. Pero el rumbo cambió a partir de 1986, cuando se abocaron a la reproducción de especies nativas del bosque andino patagónico. Hoy, el vivero cuenta con un stock de 80.000 plantas, de las cuales el 80% son nativas.

“Cuando se fundó el vivero, el ex Instituto Forestal Nacional -que regulaba las actividades forestales- autorizaba la extracción del bosque nativo para ser sustituido por especies exóticas. Eran pinos ponderosa, oregón y murrayana. Política errónea, negativa”, objetó el ingeniero agrónomo.

Recordó que “en 1986, cuando nos hicimos cargo, nos dimos cuenta de que eso no estaba bien y no iba a tener un buen final. Inmediatamente empezamos con el estudio de las especies nativas, su recolección de semillas, procesamiento y multiplicación. Hace años que no producimos pinos de rápido crecimiento. Nuestro enfoque está en las especies nativas”.

Respecto a los recientes incendios en la Comarca Andina, Lebed consideró que “enfocar el problema hacia los pinos solamente es equivocado. No es correcto. El bosque nativo es interpelado y atravesado por montones de factores que los afectan y deterioran”. En este sentido, mencionó a la deforestación y al ganado, entre otros.

“El pensamiento de sustitución de bosque nativo por uno implantado, por parte del gobierno nacional y provincial, fue tremendo. Fue un error porque muchas especies son muy invasoras”, recalcó y aclaró: “No quiere decir que no haya una zona para producir especies exóticas con fines industriales -porque sabemos de familias que viven en la ruralidad y les sirve como ingreso- pero no se puede sustituir el bosque nativo por otro implantado”.

El vivero forestal de Mallín Ahogado produce ciprés de la cordillera, ñire, coihue, lenga, chacay, retamo, maitén, notro, maqui, entre otras especies de la región. También forman parte de un plan estratégico del Ciefap que contempla helechos nativos y frutos rojos nativos, como el maqui, parrilla grande, calafate y michay.

Lebed explicó que muchas veces, “los productores, los permisionarios que hacen extracciones, deben hacer tareas compensatorias que, a veces, son de plantación. Proveemos esas plantas, vendemos plantas a particulares, privados, donamos a instituciones públicas. El vivero ya tiene muchos años y tratamos de atender todas las demandas posibles”.


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